THE-LIBRARY OF ' THE < CLEVELAND MUSEUM-OF'ART
PRESENTED BY
MR. AND MRS,
lOHN L. SEVERANCE
Wmm
^ññnmññm
immmMÍ |
I ^ /'Ji f |
||||||
flWMMif W 1 A 1 A‘1 1 j^l |
|||||
mlmiM&F^ |
|||||
V
]Vluseo= Armería Estmcti
de
'B- J osé ]§tru^;l? ^ @mella
REPRODUCCIÓN FOTOTÍPICA
DE LOS
EjGmplarGS más notablGS quG Gn él sg consGrvan
1890
\
823
±3ST3DIOE!
Marcas.
PaóLoao.
Lámina I. Vista exterior del Museo-Armería.
— II. Vista interior del niiámo.
. .'h
— III. Armas de las épocas de la piedra y
del bronce.
— IV. Arma Fenicia.
Siglo VIII
— V. Escramasajón.
Siglo IX
— VI. Espadas y puñales.
Siglo X
— VIL Espadas.
Siglo XI
— VIII. Espadas y puñal.
Siglo XII
— IX. Espadas.
— 11. (Us). Hachas, espadas y otras armas.
Siglo XIII
— X. Casco.
— XI. Malla, espadas y otras armas.
— XII. Celada.
Siglo XIV
Lámina XIII. Celada, Alabarda, Peto, Guisarma y otras armas.
— XIV. Armadura.
— XIV (Ms). Bolanos.
Siglo XV
— XV. Armadura.
XVI. Casco musulmán.
— XVII. Ballestero.
~ XVIII. Celada.
— XIX. Ballestero.
— XIX Espadas y petos.
— XX. Cuchillo de brecha y otras armas.
— XX (bis). Corsesca y otras armas de asta.
— XXL Brigantina y varias armas.
— XXII. Malla y puñales.
— XXII Picas y Alabardas.
— XXIII. Silla bridona.
— XXIV. Armadura.
— XXV. Armadura.
— XXVI. Lombarda.
— XXVI 1. Culebrina.
— XXVIII. Falconete.
— XXIX. Armadura.
— XXX. Armadura.
— XXXI. Armadura.
— XXXII. Pavés.
— XXXII (Us). Ballestas y otras armas.
— XXXIII. Arcabuces de muralla.
Siglo XVI
Lámina XXXIV. Bacinete relevado.
— XXXV. Peto relevado.
— XXXVI. Espaldar del peto anterior.
- XXXVII. Espada.
— XXXVIII. Espada de lazo.
— XXXIX. Espada italiana de lazo.
— XL. Espadas.
— XLI. Espadas de lazo.
— XLII. Espadas.
— XLIII. Esclavonas y otras espadas.
— XLIV. Espadas de lazo.
— XLV. Escudo real de España de cobre re- levado y varias hojas de espada.
— XLVI. Rodela imitación.
— XLVIL Rodela relevada.
— XLVIII. Media armadura labrada.
— XLIX. Media armadura labrada.
— L. Peto.
— LI. Celada y espaldar.
— LIl. Media armadura labrada.
— LUI. Media armadura.
— LIV. Armadura labrada.
— LV. Peto de la armadura anterior.
— LVI. Armadura labrada.
— LVII. Peto de la anterior armadura.
— LVIII. Borgoñota y espaldar de la misma. — LIX. Armadura labrada.
— LX. Peto de la armadura anterior.
— LXI. Bacinete y espaldar de la misma.
— LXII. Armadura.
— LXIII. Peto de la armadura anterior.
— LXIV. Bacinete y espaldar de la anterior armadura.
— LXV. Borgoñota y barbotes.
— LXVI. Media armadura labrada.
— LXVII. Media armadura labrada.
— LXVIII. Media armadura lisa.
— LXIX. Media armadura.
— LXX. Armadura labrada.
— LXXI. Peto de la anterior armadura.
— LXXII. Borgoñota y espaldar de la misma. — LXXIII. Armadura de arcabucero español. — LXXIV. Armadura de arcabucero suizo.
— LXXV. Jinetes simulando una justa.
— LXXVI. Morrión, peto y espada de jefe de Lansquenetes.
— LXXVI I. Borgoñota.
Lámina LXXVIII. Morrión.
— LXXIX. Casco árabe.
— LXXX. Bacinete grabado.
— LXXXI. Bacinete labrado.
— LXXXII. Bacinete labrado.
— LXXXIII. Bacinete grabado.
— LXXXIV. Bacinete.
— LXXXV. Rodela labrada.
— LXXXVI. Rodela grabada.
— LXXXVII. Rodela relevada.
— LXXXVIII. Silla bridona.
— LXXXIX. Silla bridona.
— XC. Silla bridona.
~ XCI. Silla bridona.
— XCII. Silla bridona.
— XCIII. Montantes.
— XCIV. Dagas y puñales.
— ve. Hachas y otras armas.
— XCVI. Armas de asta.
— XCVII. Armas de asta.
— XCVIII. Armas de asta.
— IC. Armas de asta.
— C. Borgoñota de sitio.
— CI. Borgoñota.
— CII. Tarja y espadas.
— CIII. Ballesta y otras armas.
— CIV. Ballesta y Cranequin.
— CV. Ballestas.
— CVI. Arcabuces de rueda.
— CVII. Mosquetes.
— CVIlí. Arcabuces.
— CIX. Mosquetes, arcabuces y horquillas.
— ex. Pistolas.
— CXI. Pistola.
— CXII. Llaves de mecha.
— CXIII. Bocado, estribos y espuelas.
— eXIV. Bocados y estribos.
Siglo XVII
— CXV. Armadura.
— eXVI. Borgoñota armañach.
— CXVII. Sombrero de hierro.
— CXVIII. Verduguillo.
— CXIX. Espada de taza con rompe-puntas.
— CXX. Espada de taza labrada.
— CXXI. Espada de taza grabada.
— CXXII. Espada de taza.
— CXXIII. Espada de taza calada.
Lámina CXXIV. Espada de taza labrada.
— CXXV. Espada de taza grabada.
— CXXVI. Espadas de taza labradas.
— CXXVII. Espadas de taza caladas.
— CXXVIII. Espadas de taza id.
— CXXIX. Espadas de taza labradas.
— CXXX. Espada de taxa id.
— CXXXI. Espadas de taza id.
— CXXXII. Espadas de taza id.
— CXXXIII. Espadas de taza.
— CXXXIV. Espada de dos conchas unidas por gavilanes y otras de taza.
— CXXXV. Espadas de taza y de dos con- chas.
— CXXXVI. Coleto de ante.
— CXXXVII. Daga labrada.
— CXXXVIII. Dagas id.
— CXXXIX. Grupo de dagas.
— CXL. Dagas.
— CXXXXI. Armas de asta.
— CXXXXII. Hachas, estribos y espuelas.
— CXXXXIII. Pistolas.
— CXXXXIV. Bandolera y polvoreras.
— CVL. Cañón.
Siglo XVIII
Lámina CXXXXVI. Espadines. — CXXXXVII. Espadines. — CXXXXYIII. Espadines.
— CIL. Espadines.
— • CL. Espadas, bocados y estribos.
— CLI. Coleto, espontón y espadas.
— CLII. |
Peto, espontón y espadas. |
— CLIII. |
Pistolas y llaves. |
— CLIV. |
Cañón. |
Siglo XIX |
|
— CLV. |
Espadines. |
— CLVI. |
Casacón. |
— CLVII. |
Casacón. |
— CLVII (Us), Gualdrapo y pistoleras.
— CLVIII. Pistolas.
CLIX. Cañones.
CLX. Silla árabe.
CLXI. Grupo de armas orientales. CLXII. Silla persa.
CLXIII. Grupo de armas orientales. CLVIV. Grupo de armas orientales. CLXV. Traje mejicano.
CLXVI. Silla mejicana.
1
E3D>
©••Oí ilLON^O*
4^
^ HEÍHJUCH DINGER K
■8
IV,
«i-
»» wn.HEI.M x. DINOER *
*11* CLCCM-OCNS *JI* KINDT JI ^ ^OUN GCtN ^^11*
— (Jíí — fi/ — n T
86
(ibiñj
87
91 92
88
B
89
sa
‘)3 —
04
95
i ;r W
96
O
fil
114
B“€{ P-0«I>RO {©••©! TORO «€XN
116 117
122
OMKTERDEI
123 |
124 |
B • |
▲ ▲ IH8- |
— 128 |
123 |
w w |
(S) |
132 VU |
133 |
w |
|
— 138 — |
— 139 — |
I o°o |
|
143 |
144 |
<AJ^ |
|
m |
a02-
203
f t
JI CJUR^^ÍVIB
207
212
208
204
^wC
M'^
209
205
210
206
211
217
213
SIS
218
214
ít"
215
219
216
220
221
PRÓLOGO
Gran conexión existe entre todas las producciones del hombre, lo mismo las que responden á elevados fines, en armonía con su destino, como las que utiliza para destruir lo que con él fué creado. La sola agrupación de una rama, la reu- nión de objetos similares, destinados á iguales usos y semejantes aplicaciones, desde los primeros siglos á la época presente, basta para estudiar los progresos y evoluciones de la humanidad. Cada ejemplar comparado con el que le antece- de, acusa desde luego un avance, un intento noble del hombre para perfeccionar su primera obra; empeño que persigue durante el transcurso de los siglos, cual si este deseo se aumentara á la vez que se desenvuelve su inteligencia y se des- arrollan los medios de su acción. Por eso sus manifestaciones continuadas re- presentan, en su no interrumpida reproducción, al través de las edades, las costumbres, las tendencias y la historia de las .sociedades y de los pueblos.
A estas condiciones obedece la creación de los Museos, de mayor interés y más práctico estudio, cuando encierran ejemplares que se refieren á determi- nado uso ó ejecución. Su formación representa siempre cuantiosos dispendios y prolijas investigaciones y exige una inteligente y experta dirección, ya que sin poseer especialísimos conocimientos, como reclama el complicado estudio de la íntima existencia de los pueblos que florecieron en las pasadas edades, no es posible su ordenada clasificación. Las dificultades crecen cuando se trata de complejas manifestaciones, en las que han debido intervenir diversos artífices, pues entonces precisa conocer el proceso que informa la acción de cada rama especial. Tal sucede con las armas, que representan en cada época el producto del ingenio del hombre y el progreso realizado en las artes y en las ciencias. Por otra parte, las diversas evoluciones operadas en el arte de la guerra como consecuencia, de la aplicación de la pólvora y el descubrimiento de las armas de fuego; produjo cambios notables en los medios de destrucción y defensa y
en la táctica de los ejércitos. El predominio de lo bello sobre lo fuerte como re- sultado de la cultura de los pueblos, para quienes el Renacimiento fué la auro- ra de su transformación dejó también impreso en las armas las huellas de su movimiento progresivo, tan vario como diversos han sido los procedimientos adoptados en cada época. Cierto es que la naturaleza es hoy la misma que ayer, que el artífice vacía sus modelos en semejantes moldes y que el artista persi- gue idénticos ideales, buscando antaño como ogaño la forma de la belleza; pero no es menos indudable que han variado los medios de obtenerla y repre- sentarla. No en todas las épocas han tenido los hombres la misma inspiración, ni han apreciado el arte de igual manera; derivándose, por ende, de tales diferencias, la diversidad de escuelas, motivos y asuntos sin que por ello hayan dejado unos y otros de perseguir la belleza. Ella es el diíícil problema que el hombre ha tratado de resolver en todas sus artísticas creaciones; más como es relativa, ofrece evoluciones, formas y fases, tiene historia, tradiciones y perío- dos más ó menos lentos, según sean la cultura y el progreso de las épocas en que ha tratado de manifestarse.
Las gráficas manifestaciones que de su cultura ó poderío han dejado en nuestra patria, á modo de imperecedero recuerdo, las razas y los pueblos que en ella se han confundido, los gloriosos acontecimientos que tanto ilustran la historia de la nacionalidad española, las guerras y conquistas, los descubri- mientos y la circunstancia de haber sido en distintas épocas verdadero empo- rio de las artes, de las ciencias y de la civilización, colocan á España en con- diciones excepcionales y^ hacen suponer que contamos con sobrados recursos para poseer los más importantes museos. Que la suposición no es gratuita, pruébalo el considerable número de monumentos que esparcidos por todo el territorio de la península, recuerdan épocas, costumbres, reinados, estilos y as- piraciones, cual si en sus muros se hallaran escritas las páginas de nuestra his- toria. Y sin embargo, hasta hace pocos años notábase la falta de colecciones en donde el hombre de ciencia, el artista, el industrial pudieran comprobar, apren- der y estudiar los antiguos moldes y analizar las producciones de los pasados tiempos. Empeñada España, primero, en las luchas que debían determinar su nacionalidad, entregada después á sus atrevidas empresas de engrandecimiento y poderío y por último, quebrantada por sus guerras y contiendas civiles, no pudo disfrutar durante un largo período de tiempo de los beneficios de la paz y obtener de ella las ventajas que proporciona. La fabricación de armas se im- ponía á la producción industrial, y los hombres de guerra, más numerosos que los pacíficos ciudadanos y los hombres de letras, gozaban de señaladas prerro- gativas. De ahí que no se parara mientes en cuanto podía enaltecernos y opo- nerse á las violencias y vejaciones de la clase batalladora. Las iglesias, los con- ventos y los palacios de los magnates, guardan las obras más notables de los
artistas y artífices, los libros de los sabios y escritores, viniendo á ser, por lo tanto, los únicos museos y bibliotecas que existían en nuestra patria. A la ilus- trada iniciativa de algunos monarcas, entre ellos Carlos 111, de gloriosa memo- ria, debióse la fundación de los primeros museos, enriquecidos después por el interés y desvelo de sus sucesores. Pero aun así, sólo en la corte y en las capi- tales de algunas provincias existen colecciones apreciables, con carácter oficial, que pueden ser visitadas libremente por el público, ya que si bien es cierto que existen muchos museos particulares, que abrazan una sola rama déla arqueo- logía ó de las bellas artes y que pueden ser visitados con fruto por las enseñan- zas que de ellos se derivan, no ha tenido todavía imitadores la costumbre gene- ralizada en otros países, de que tales preciosos depósitos de objetos, que con grandísima dificultad se logra adquirir y organizar formando un selecto con- junto, se pongan á, disposición de la generalidad, invitándola á su estudio con el ánimo de que de él ha de reportarse grandísima utilidad para el mejora- miento de las industrias y de la pública ilustración. ^
Barcelona constituye una excepción, y de entre las valiosas colecciones que posee, merécela muy especialmente el Museo-Armería de D. José Estruch, sólo comparable por importancia y extensión, con el que poseen nuestros reyes. Con señalado espíritu científico, perseverancia incansable y un deseo digno del ma- yor encomio, de ser útil á sus conciudadanos ha ido íormando el Sr. Estruch su magnífica colección de armas, construyendo junto á su suntuosa morada de la Rambla de Cataluña, un soberbio edificio, dedicado exclusivamente á Mu- seo, con personal inteligente para su custodia y conservación.
A dos mil ejemplares asciende el número de los que ha logrado reunir el señor Estruch. Las piezas que hace años comenzó á coleccionar y que sirvie- ron en su origen como complemento decorativo desús habitaciones, en la casa de su respetable padre, han servido de base para la numerosa colección que ha podido formar á costa de ímprobo trabajo y no escasos dispendios. No de otra suerte es posible reunir agrupaciones tan importantísimas como las constitui- das por las espadas, dagas, rodelas, armas de asta, etc., en las que figuran pie- zas de indiscutible mérito, ya por ser verdaderos tipos ó bien por las hermosas labores que las embellecen.
Digno coronamiento de la obra llevada á cabo por el Sr. Estruch, es el ál- bum fototípico que ha formado, reproducción de las piezas más notables que en la armería existen. Si su publicación, la estima como el término de su tra- bajo, justo es confesar que es digno resumen de sus laudables esfuerzos, pues no cabe mayor perfección en los grabados que tan admirablemente ha sabido reproducir, venciendo dificultades, el inteligente artífice Sr. Sellarés.
No creemos pueda atribuirse á lisonja, el aplauso que al terminar, tributa- mos al Sr. Estruch por haber logrado crear un centro que tanto honra á núes-
tra ciudad, con mayor motivo, ocurriendo la circunstancia de ser el único coleccionista que á diario, permite la libre visita en su Museo-Armería, hace po- sible la comprobación de cuanto acerca de su importancia dejamos expuesto, lamentando que la índole especial de nuestro trabajo nos impida hacer men- ción singular de cada una de las numerosas piezas dignas de estudio y exámen que adornan la colección.
Mucho sentiríamos, que por efecto de acontecimientos que nadie puede pre- ver, llegara día en que se fraccionara la colección y desapareciera la obra lle- vada á cabo tras largos años de constantes esfuerzos.
Barcelona Noviembre de 1896.
A, García JLlansó.
lámina i
VISTA EXTERIOR DEL MUSEO-ARMERIA
DE
D. JOSÉ ESTRUGH Y CUMELLA
En la Rambla de Cataluña, junto á la morada del Sr, Estruch, levántase un soberbio edificio, en donde se halla instalada la Armería.
Su lachada de estilo neo-gótico, ostenta en doradas letras esculpidas en una cinta de piedra, el lema «Pro Patria et honore)* como significando los deseos y aspiraciones de su propietario, evocando, en su conjunto, el recuerdo de las hermosas construcciones de los siglos medios.
r--’
,v
i
VISTA INTERIOR DEL MUSEO-ARMERIA
Traspuesta la monumental puerta de ingreso, y tras ella la elegante y apro- piada cancela, hállase un espacioso vestíbulo, decorado con góticos bancos de nogal y cuadros con reproducciones fotográficas de los ejemplares más notables de la Armería, al que comunican las dependencias del conservador, el taller del maestro armero y las habitaciones particulares del Sr. Estruch. Limita el ves- tíbulo, separándolo del vasto salón de la Armería, una labrada reja de hierro, también de puro estilo gótico, muy semejante á las que admiramos en las capi- llas de nuestras catedrales.
Grata por demás es la impresión que desde el vestíbulo produce el aspecto general del vasto salón de la Armería, Este afecta la forma cuadrangular y mide 22 metros de longitud por lo metros de latitud y 7 metros de altura, reci- biendo la luü cenitalmente á través de grandes y elegantes lucernas interpola- das, entre las secciones del artesonado, divididas asimismo por líneas de herál- dicos escudos. Los muros hállanse entapizados de felpa color oro viejo y el ensamblado del pavimento, de maderas finas, desaparece en los espacios desti- nados á pasillos, bajo rojo tapiz.
En el centro del salón, base reproducido un palenque, en el quedos peones y dos ginetes armados de punta en blanco, sostienen un paso de armas, man- teniéndose no menos bien dispuestos los hombres de armas que con sus pen- doncillos limitan el campo. A su alrededor figuran varias armaduras, cañones, arcabuces con primorosas labores, cajas y sillas de guerra artísticamente dis- tribuidas. Los muros desaparecen tras la profusa colección de panoplias, armas, armaduras y piezas sueltas, lanzas y banderas, resaltando sobre el fondo carmesí de una de ellas, en el testero de preferencia, el busto en bronce del Excmo. se- ñor D. Ramón Estruch y Ferrer, padre del actual poseedor, á quien, y á modo de respetuoso recuerdo, dedica el resultado de sus esfuerzos y laudables aficiones.
p-f. ' .
't: ■
fe:-; .,;:,
Lámina 1 1 1
Hacha de piedra (Celt), encontrada cerca de Granada. Número 1353.
La edad de la piedra se remonta á la más remota antigüedad y sus límites nos son de todo punto desconocidos.. Para el estudio, se divide en dos épocas, la de la piedra bruta y la de la piedra pulimentada. El. presente número perte- nece á esta última época.
El uso del bronce siguió al de la piedra pulimentada; sólo que en algunos países se encuentran muy separadas las dos épocas^ como sucede en Dinamar- ca y en las habitaciones lacustres de Suiza^ mientras en otros se ve que el bronce tornó paulatinamente el lugar de la piedra^, como se deduce de' los des- cubrimientos hechos en los dolmens de Plouharnel, en donde se encuentran armas de bronce mezcladas con las de piedra. Parece que la edad del bronce duró hasta la conquista de las Calías, por Julio Cés'ár.
El hacha 1354 fué encontrada por el año 1874 en Ibeas de Juarros, pro- vincia de Burgos. Las puntas. de flecha número 5y8 y el puñal 58o, fueron en- contrados en Drah-abud-neggah; la punta de lanza (Cuspis) número 679, las cnemides números 584-585, y el cingulum 586, piezas todas de carácter roma- no, proceden de Scafati, á tres kilómetros de Pompei.
El número 1355 es ya de la edad del hierro. Los griegos y después los ro- manos, usaron esta daga ó puñal llamado Parazonium. El presente ejemplar fué encontrado por el año 1893 en las ruinas de Ampurias. La acción del agua del mar le ha convertido totalmente en óxido.
586. Cingulum; cinturón militar usado también por los Gladiadores. Es de la misma época y procedencia de la punta de lanza y cnemides arriba mencio- nadas.
•-S
■N ^ ■
E o«9íV]ü'/! /cbertfi^O Abiá'j nbc'rirtr<3ny '.(•' jD) .tíibaiq"’9b «rí jí;i f '¿»9íift?ir.8jj2 -6í ii.-KJftW’áT 92 ^ife.9!Í-q. £íf' ¿b -bebá;'')^.!' ■ •
■'^2/BOoqy ?.ob n& sbi'/ib ^ .W-.;i>ib.u32i¡ J-j ,. «lObi ^bfl^ 02íi.b~ ''óíHi.f'ér ;if)éóJ .ab; iy<&'^ón
-.sníiq-OTamijci áínac^Tq.íM 4-b9rn9aril».q'.«'iljsiq b1 üí> ¿í ¿^.ob ci
y
' i i*
«anííq- OT 9 m y 0 3í nsc^*: q .
, ■ V . , „ ■ .fiOí^í.' ifííl'íí|ír;-kía9 tí 999n
áó/iyfí’l/i na aü-p ^ ola?. ■ j^í^.jíí quíti i f«^ fnbsiq .si áb í.e (j,k;gj,2,;9y'ny.'KÍ (ab .o¿u'l3 ; '
^-'itómBqíO fi9 Ckbayye yfrtoo;4kb(>q.9 eob^fiiV.Abfrj'BCjua yy/ri /irri!ri9yqnya^/í}9¿^^^^ j'j 9up ay áx . eoiío'na ae-iii’noifó yisi.uH. ab 29ÍJ8U9B;i.''^ry)i¿.-;)4dfjH*^t' óu y--i5Ó‘' •' -29b 2C>I>b oyybab áa órno'j .e'iLviq yf; ^3b :iy}^yrb49b'i'-í<''‘^niíB!yyq4Vblb3*bórto^ -fÍ£'ijn9U9ns,92 abnob. n's ,bfr¡^ítu-cíq ob ^nymfob ^6l no Hodaa-d zqkb'tniiqd-yo
2el'„i(íf^c o:i9¡rrfü/i (2iq2u3VGsnBÍ .áb Binuq Tfil ;ri/ig;g9n-l'üd6-dRnCÍ no’-ebbpitn .' fr-cfn*>'i qy-íoBTCo ,ab ayboí asvaiq rnuiuíi^nbo lo y. ¿oiarnún 29brm-jno
. _ y yaqmo^l aL^o'iíymdíid^óYj Ji, .íJcYcyr; ab
-OT «OÍ 2^yq29b y aoqai'ig pq.l .'o-i’iold'lbfcb ab yy ?:9 IH
qBlqrnaiabiriyzáiq láJ .rnuinoxsVRq db^íMún Icnuq -> igBbq;í¿9 ^q^íjifey, .«qn-Giff - eugB (ab nóiopB B.,1 .8fiÍTuqrn A aL btuírn ¿kI :ft55-g-y'fi on« la ^V ‘fAybA^liq^qfjb' • • . . ■' ■ ' ■ .y b1/ó.n9 .obih:r^/í'ra '■■ /
9b aH .fcaTObnibeiO ^ol.^oq náldntBj yb^ab 'lyJrjim nASTyTnÍ9;\qmiUy¿^ .dlí¿-. '-oiDn9rirí-íidÍ9'?e y B-SfiBl ub BJyuq t;{ ab vfibnibabo'jq y. sapqá /irryim éí . ■
^anbB-fi
f
4.'
lámina IV
*
Número 1336. Arma fenicia encontrada en la provincia de Teruel.
En la historia de España publicada bajo la dirección del Excmo. señor D, Antonio Cánovas del Castillo, se dice: que en el Museo de Artillería de Pa- rís, hay dos armas iguales encontradas en la Necrópolis de Almedinilla y el autor sospecha que sean Italo-Griegas, pues en vasos de cerámica de la misma época y procedencia hay guerreros llevando en la diestra armas semejantes.
' -V ■■
,.^v--. .
JáuTsT 3b BÍonivfnq el na cbBiJrioari3 Bioinal ermA i oiamú/, 'lóñaa .OíTíax^Isb nóiDoanib el o|ád ébeDrIduq eñBqzCl yb BnoJairl el n3 -v -bM 9b £]t9ÍIíJt/\ yb osauí/. b ns aup :93Íb.9z .olIiJaíjC) lab ae/cincD oinoJaA .G .; b V £Í,finib9fnlA ab giloqbiya/t el • na ZBbeUnoDny zaÍBu^^i auime aob ’^Bfl ,ah ; ‘ ef^^iaI k1 9b,BDÍrn¿T90 ab eosev na ¿auq ,2Bg3ÍTO-ol6Jl fi¿9?- 9up Bfb9qaa2 lOJUB
. .^^í^Éi9^^9?. aerírnc B'üfíaib bI na oliOBvall íicnynaup^ vbíI Bianabsaoiq y_ B5«q^
i >.
' ' .
Lámina V
• I
Scramasax. Arma usada por los francos desde el siglo iii al siglo viii de la era cristiana.
E^sta arma se encuentra especialmente en las tumbas de la época Merovin- gia (428 á 762) y con la lanza (framea), el escudo, el hacha (francisque) y el venablo (angón), formaban el equipo del soldado E’ raneo.
Los presentes ejemplares fueron encontrados en terreno de la Valí de Aran, entre la hermita de S. Luís y Lés; y corresponden á los números 1272, 1273, 1324, 1325 y 1326 del’ catálogo; y son contemporáneos de Atila, que pasó á sangre y á fuego el imperio de Occidente (434); de la muerte del Key D. Rodri- go, que pereció^ según se cree, en una batalla junto á Jerez de la frontera, la cual fué ganada por los moros (712); de la proclamación de D. Pelayo. elegido rey de Asturias por los Godos (718) después de, la batalla de Covadonga; y del nacimiento de Carlomagno, el cual abolió esta arma sustituyéndola por la es- pada, cuando organizó el ejército Franco, hacia el año 771 de nuestra era.
... . .. . - ■: •.
*’ iiiy'i'OÍgi^ ífi íu'.olgie Í3 'ibíiob'Boitncfl api 'i.oq ¿bjBíiu srrnA .xeesmaiófi..
' ■Vfv' / • , ■ - -.Gn-GÍj2'hO -fii?
■ ■■■.r* ''nÍ70T3Í/i .üióqí eí bb tedmui>.G] ho.’í)Jírj'nn.|,tiios>q¿'3..fii3n3U3nü, 32 GrniG ;CJ¿y- '
(ou,p2ÍofjG*jV\ p-'doGH ío .ohvoío fu .(uümfifl.i gnugI cí ,'noo y (í:í~ k ' i<s^ ) BÍg- ' ' ^ ' . .. opnfnH t'bBbvoa bb oqiilfpy J.3 riedBmioV-fnbv^ní-i! oIdBrisv • ;
.niii Ap.b ücV pJ-3-b ori'j-i'f'jj nu"l;dbB3JnoDn‘j noiuu't íiá'tGfqrrioia ?'vJno?.3'iq 20.1
G rbbnqqáarioD y ;?bJ’ y. BlUvl. 9b B3;imii)rí ci siina 4
9.up‘ ..¿bíA 9b arbn^Tóq.ra9ínó3 n(5a v :<;goIb6í) ’iob.- ócg i •/' ícf;i ,pí^g.i ’ t
* • .Q V9>1 íab'WíHjm ei oh aJnsbio^O ub oiTaqirii' lá ogau} ¿ y angrisa
’ .BiaJílo-ib-fi' %>ü xaláírb oJojJÍ filífiíGd un^; na,. ,99'i9 9i¿ nbgaa. .üiaa'íaq aup .og >. '
, ; ' '.obigab .byfiÍ9‘=l XJ úb n6;9í>mjiÍ90'iq b1' oh. :.(9 r^pao'/Cim 'ínq fiberifig 6uÍ bijo \
,' ' ■{ . ¡.cgftpbfivpví 9b íilíftícd pl ,9b giuqgpb (8 1 ao-bob ¿qt loq ¿¿i.tuJaA sb vay b
••ts» fi't tüjr^-«Jo.b.«¿YUJíJáijií cmi» nhv qiIg<ÍB'ÍBuo.W.,on'úérrfQh eO-eb-oJ'hyifftiaBh ’ ■’ ^ b ciotíri {dbnsnd o3Í3V>|^9' Í9 ux¡nt?.gio obnéij.9 '.Bbíjq
’.V
-;\
✓
í
/'-•
/
^í*:y‘^VÍ‘V
i:
Lámina VI
La espada número 1264 pertenece al siglo ix, como los fragmentos 12Ó0 y 1333. La 1264 fué encontrada en la Abadía de Therouaume, cerca de Saint- Omer (Pas-de-Calais); y el número 1333 fué encontrada en terreno de la Valí de Arán, entre la hermíta de S. Luís y Lés.
En la célebre Tapicería de Bayeux hay varios personajes llevando espadas iguales: como también en las viñetas del Godex Aureus de Saint Gall {vide Demmin).
Los puñales números 1276 y 1341^ son de la misma época. El primero fué encontrado en la Abadía de 7'herouaume arriba mencionada; y el segundo, junto con la espada número 1333.
Estas armas son contemporáneas con la muerte de Carlomagno {814); de la victoria que alcanzó D. Alfonso H, venciendo al moro Mahamut que mu- rió en la batalla. También fué derrotado Abderraman ¡I por D. Ramiro, suce- sor de D. Alfonso {846). Contemporáneo fué también el moro Muza, el cual murió de una herida recibida en la batalla, en la cual le derrotó D. Ordoño, rey de Oviedo (85y) y por íin D. Alfonso III se apodera de Galicia (809), alcan- zando varias victorias sobre los moros.
<)ós; i .2oln9fr.gGil ¿ol orrii ji ^xroígiK Ig íjjonyha.q f ^óiarnúfi Gbjsq^y . • |
-inifi^^ab CTt3o-9mucuüi9f-!T sb aíb¿dA fíi no tibíWínoDny ai/t aJ í:£ti v ' Me / al áb unanij na abaiJno'jny aut r '(Ttarriún ío y :(aíaíal)--ab-ab‘^ ) naráO $
y g)üJ ab BbmTari.GÍ aiJns .naiA sb .. i «Bbeqa'a .übrieyaM aajaíHWiaq, aoriav xuo'/aH ab at'miqaT oyd^ídy al: nxl , , ;
ybi/) ÍJaO íniaa 9b auyyuA X9bo3 ísb aaimiv xaí na 'riyidmaí uo^q^ ^
; . • . ' .(nirtirnaa y
d'iayniiq IS'.a'joqd ama.iijn' r.í ab no?, . i r abiamúrr ialanuq ?o.í á
..obniJS9? l9 y ;abGnuian-jm adi'na omnaqmarf'r ab i.lbadA al na obei/noona áui '?1
•£{5£-í '/'3fdun abfeqds af noo olnui | . yb df i5^) on^yimol'fÉ:.) ab aJiaufri af ,noy aaanéaoqmyínoD -noá^aarrna saiga '
-um 9up Jaimadaí/ oióm fa obnoÍDnay JI oznolfA ,á ñxnayla sup anpjQty a[ J -9'iua ,oyinne>1 -G loq íi namay^abdA (>bBJu^^üb ápl n^drnaT .allebid ai oa.dn ' . ieuy b ,.asi/M ü'Kjrn I'i ní>idrfiaJ áuí óyn/rioqrnsínba :|dp8) d?ndMA ;Q pb "tóa ,- ,pñobiO .G óionsb 9Í lauo al riy .aliajad al na abidióoi abnari anu ab ÓHurn' ' . ' - -nayla aiyifaí) yb aiaboqa y? 111 oítndilA ,G níi loq y obaivO ab mi - '
■íídiom ?oí aido? sahüiüiy áeiiay obnax ,: . ■ ' . ■ (>■ " ■ '' ■ •
lámina VII
La espada número 631 del catálogo, pertenece al siglo x y en su hoja lleva, de una parte, la inscripción: ANTALA TaNTALI ANITANTA incrustada de plata en caracteres románicos iguales á los de dos lápidas existentes en la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Barcelona, las cuales llevan las fechas DCíXXC y DCCCCXLV y las de un diccionario del año 1047. Este carácter de letra se empicó antes del gótico desde el siglo ix al Xl^■, en cuya época se usó el gótico llamado cuadrado.
En la tapicería de Bayeux se ven representados varios guerreros con espa- das semejantes, sobre todo en la guarnición.
La espada número 1261, es de igual época, y era especialmente usada por todas las naciones latinas.
En la vitrina Beaumond del Museo de Cluny, existe una espada .semejante calificada de arma Veneciana.
En este siglo^ el rey de Asturias D. Alfonso 111, derrota el ejército moro de Abdalla cerca de Zamora {904). Después de la muerte de este soberano (912) y de su primogénito D. García (913), su segundo hijo D. Ordoño íl es proclamado rey de Asturias y de Oviedo, el cual se apodera de Tala vera (914).
.Asaltada por los moros la ciudad de León, es vencida y ari'asada por or- den de iMahomeí Almanxor (996) y dos años después, vencido á su vez, este cau- dillo por el rey D. Ordoño II de León, auxiliado por los condes de Castilla y de D. García rey de Navarra, se dejó morir de hambre en Medinaceli, por la ver- güenza de haber perdido la batalla de Catalañazor (998) en la cual perecieron más de cien mil Sarracenos.
UV
I
"V '■
.Bvall fiiod u¿ n-i v xoiyi?. Ifi tj'^orian'^q ,o>inlBHio Isb oiomiVn ebsqfíí> £vl etfiJauioni •.* aTíí A1'IA/\ LlA'r/Í AT AJ/.I'/ A :nüioqh3af)i bI .sneq bhu ab BÍ na aaJnaJaixa asbiq b! 2ob ab aol B aálsuj^i aoainfimü'K áa'iaJaBTBD na BJslq ab aBdaa’t 2b1 nsvall aalBuo. 2b1 ,BnoíaaTt8 ab 'jujgBÍ-l 7 <>j2ul, aol ab Bfeaí^i.
b Ó2U 0’¿ BDoqá Bvua no- . /ix íb xi oí'^ia^io abayb <:rj\i6'¿ lab aaJnB óofqmo aa Bilaí
- ■ .obíi'ibBao übBrnBfl ooiJóg
-Éqaa noa auiaTiaug «oÍ'íbv EobBJnaaaiqaT nav a?, xua‘(Bd at Bha^qísJ sí rivíj
.nobirnBu^ el na oboj a'idoa ,?/jíneiarnaa asb •mq BbBsu ajnamlBbaqaa Bia 7 .Booqá Ibüj^í ab 2a ,iüs:i oiamün Bbeqaa B^J- ■ . , - --- . ' .2BrujBÍ ,2anO;bBn 2bI 2BfaoJ
.oinB[an'ia2 lebBqsa bxiu aJ2Íxa ,vtiu!D ab oaauW lab bnomuBaí’] ¿niijiv bI nj'J
«finsiyanaV arme ab Ebsod i [fiO
ab oaorri -oJiaTája la Bíomab ,lfl oanbllA .C1 hbítuJ^A ab yai la bigiz $lzs nli V (s ipi onBiado2 aíaa ab aJ'iaum bI ab géuqaaCl .(>o(>) siQfjnBX ab Ba'iaa BlfsbdA , obEmubuTq 2a 11 .oñobnO .O o|id obnugo2 U2 BbneO .0 oí¡n6gümhq U2 áb
b'io/bIb'T ab B'iaboqa 32 Ifiua la .obaivO ab 7 p-BÍnubA ab '{on '-no:'ioq BbB2B'nB y Bbianav 2a ,noa J ab bBbuÍD b1 ao'iorn 20Í ir.q, fibeíInzA -n¿a ai2a .xa / U2 Bobiana/ ,2áuq2ab ?.oñB 2ob 7 nos.n-BfnlA JamoriBÍ/i ab nab ab y b11íJ2bD ab xabnoa 20! 'loq obBilixuB .noa^i ab 11 «ñbb'iCi .Ci va'i ía.'xoq ollíb -'rjv 'fil Toq .ííaaBnibalA na a^d■('aBrl ab Trrbm ü(ab 02 .BTieyeK ab ’p!: bíoIbO / nu’iaia.aiaq Ibud bI na (^(Jq) TnxBñBltíJBÍ') ab BÜBíBd h1 obibiaq nadari ab B.snabg
.KonaoBTiBÍ^- lirn naio ab zBrn
• í;'
■>.
5,-'
f. ;
k''
t. ■
i,'
) *■
y
y.
'k/
l '.
^ ’ ,
*
'* . •'
I-!;.
V 1^
i
lámina VIII
La espada número 1^74, pertenece á últimos del siglo xi.
El puñal número 1297, fué encontrado cerca de Limoges. Lleva la marca número 237 y es de la misma época de la espada anterior.
Número 1330. Espada de paje de igual época. Fué encontrada en (^astel- Naudary.
En este siglo D. Alfonso V de León, hijo de D. Bermudo 11, hizo reedificar la ciudad de León (1016), trasladando allí las cenizas de los reyes suS antece- sores.
Pertenece también á este siglo, D. Rodrigo Diaz de Vivar; apellidado el Cid; el cual nació en Burgos á fines del año 1040. A la edad de veinte y cinco años fué armado Caballero por D. Fernando 1 de Castilla y de León (1033-1065) al cual guardó mucho afecto, y le ayudó á hacer tributaria suya la ciudad de Zaragoza. Muerto este monarca, estuvo al servicio de su sucesor D. Sancho, decidiendo de las victorias de Santarem y del Carrión (1068-1071). A.sesinado D. Sancho ante los muros de Zamora (1072) fué elegido D Alfonso VI, siendo encargado el Cid, de la jura del rey; al cual ayudó en la toma de Escalona, Talavera, Maqueda y Santa-Olalla (1082); como también en la de Talamanca, Uceda', Madrid, Hita, Guadalajara y otros pueblos (1084), extendiendo hasta el Guadiana, los dominios del monarca. Habiendo D. Rodrigo derrotadocinco prín- cipes moros que pretendían devastarla Rioja, les obligó á pagar vasallaje al rey de ("astilla, lo cual le valió el nombre de Said (Señor en árabe) con el cual le saludaron los vencidos. Vuelta á recobrar la gracia del rey, la cual había per- dido (1086), el (3id le ayudó en la conquista de Toledo; pero desterrado otra vez, se retiró con algunos valientes.; se estableció en medio de los montes de Te- fuel, en la fortaleza llamada Roca ó Peña del Cid, de.sde donde combatió á los Almorávides; apoderándose de Valencia en 1090, en cuya ciudad murió en el año 1099.
'''^‘' ’'" ■' ' ' '^ ■: ^ y ■■ V ." ■ •** - '^*^*^ • "'' ' ■
-■• i :^ 'k- ■ ^
' ’ '*•'' Sr*"'^-' '->'i -
: ■ Í%|':": &t#.- inV AWKÁJ
- WÁV‘-
^A:iM^í
esííV'
'. .ix olgií'. hb íiOfniJÍü b aosnonoq cnsmun ííbsq¿y eJ
• cxicm tif í;7ylvl..g‘j>^órnul t>b b-jtíjo obiriJrioDna. í>i/i .\^si pTomúfi iBñuq, IM
' ^noiioJrjB B'bBqaa f?J t>b Booqó £rn?ifn í)l oh 29¡ V '(^.'iHvfoffiMí
~-\bJ^BÍ'^ n» Bb6'iJno:LKíb au'^ .fiáítqa íau^,.i 5b aifiq sb.sbBqzS b'iarnü'/;
• • ' " .YTBbüB>'''
■ 'iBbftib55T osiil II oburmsfl .G ab ojirl .nóoJ ab V oanbllA .f] ofí^Í2 oía;? nS. ~5D5ínB ÍU?. 25’{51 2oI ob 26XÍn‘JD 2BÍ lilfi obn BbíTÍgB'li .vó Hj I ') ' nOpJ pb. bfibu.Ó
: . .«DIO?.
1.3 ubBbiüoqc ;iBvi7 ab ¡¿ciG oj^iiboí^i .G 3J?.a,b n6idrriBí/ aqanánsH o
'. oaniyj ■/ ajniav ab bebo b1,A .pfOi one lab •2yr»ft b aoj^iuG fxa' uidBfl IbTJ'j lq-lbiO <cdoi 7j/^o!') noaví ab y BltltóeO 3b 1 obnernalACl loq oisffBdBD'obBcn'iií tuibgp^.fi yb biíbuiq el eyue erieJudiní 'lyóerl 1; óbuyB al / ..ojoale ortoum .6bifiüq\Uuo'^^
. ,orbned ,G lozo'jne U2 sb oiyiv'isa le ovuJáo ,eáTBni;rn 5)25 oJ•I5W^A' .esoigBisX crí)fi(ir¿‘JzA .(i^oi-Hóoi) nói'neü lab Y,rri5ieJnB8 sb 2i,naJ3Í7 2BÍ' ab qbqaibiáab obpolz .]'/ ozcmilA Q'ob'ij^ala au'l ,{s^v^i-) BiorneX ab 20'!um ?xú qjrtr» qrianiéii- ¿G- ,eri'.llty2H 5b emoj el no bbuve leao Ib b/oi lyb'BTiJi el ab ,biÓ Í5' ÓbBgYsbftb ,é5(jGmBÍBT .5b el na náidmBJ .ornoD ;{2Íío) ) BllBlO-B!nB8 7 Bbaupel'/í .Bia/éliiT ,Í5 eiKsri obnaibnaí/a dpHoi; aíjldaiiq braícrv Bie|BfBbBüO .Bíiil- .bilbei/i '«boa'y .-^ni'iq oanioobeJOTieb (\í^nbo/! X.1 obnoideli .BOTenorri lob 20ffi.im>)b aql'.enBlbBuO yo'í le ojellBBBv Tqjieq e .(Valido 29I .pqoiíl cj leJec/afa neibrraiaiq yep 203pjrj ?.5qÍ5 ol (gu5 l5 furj (ade iB no ioño80 bie8 olA.o'tdmon ¡o íVilf; / dHbüo rij .Blifl?:B^?}b -•iyq Bideri Isuo bI -Voi bb bíob^i^ Blqeidooa’i b éJbuV ..2óbionov..^ií abdebd^ ^B'ijo obtírioJ^sb eqoq ;obol6T ob ej2Íupnuo e! noobutB si bii.) lo .(bKoi ) óbjb •^T ab«oJnorn 20I oboiborn no oiooldBí^y. 02 :,i:oin5ÍlBy 2onü;^lB npQ ó*>íJot52 .ííoy 2o{"B ufíBomoo obnob ottósb .biO lob enó^ ó'eo'. íl •Bbü.fo'fcl.l BN&ÍBínbi ;f>rn á bu?
- b no)üi'rum bebub evuo no ahjoi no BionsléV ob ógoboeoo^i^qc ;23bí7B7om|A \ • . '. . - ' - ■ ' , •P^M.yüh.e
H
'"aA SÍA--
k'¿ií •"■•■
■'U
. » lO'*':
.ítS-' ''..4á
.Mil
•V
íí-'-
AiV
í*"
r.
, ;•. '
b'V-:
¥- '
.
lámina IX
La espada número 673, pertenece al siglo xn. Rs de un temple notabilísi- mo. pues reúne á una grande dureza, una flexibilidad extraordinaria, Su hoja mide 80 centímetros de longitud y 7 centímetros de ancho en el talón.
Por orden del Pontífice Calixto íl, San Olegario entregó esta espada á Be- renguer 111 (!096-ii3¡), el cual mandó depositarla en la capilla de Santa Agueda.
Según Pujadas (Tomo Vill pág. 294). D. Ramón Berenguer 111, mandó en su testamento, el cabillo y todas sus armas,, á la caballería de Jerusalén.
El mismo Pujadas ('Pomo VIII págs. 223 á 229 inclusive), habla de esta espada.
i En la coronación de D. Martin el humano, rey de Aragón (1399), fué man- dada á buscar á Sicilia, en la iglesia de San Pedro de Palermo, donde estaba custodiada creyéndola de Constantino. De lo cual se deduce, que perteneció al rey D, .Martí Oj pudiéndose citar en apoyo lo que dice Feliu (Tomo II pág. 35o) y Zurita (Tomo II pág. 431, cap. 69.)
La vaina número 671, pertenece á dicha espada. En su brocal, lleva de una parte un bajo relieve representando San Martín en el acto de partir su capa, y de la otra, un escudo con las armas de Aragón.
La espada número 1275, pertenece á igual época y fué encontrada en el castillo de Foix. Su hoja, que en dimensiones se asemeja á la de la espada an- terior, lleva una marca igual á la de la espada atribuida á San Fernando, que se conserva en la Real Armería de Madrid.
El pomo lleva dos marcas que ha sido imposible descifrar.
Contemporánea á estas armas fué la fundación de varias Órdenes monás- ticas y de la mayor parte de las de Caballería. El Papa Pascual II (1 1 13), con- firmó la de San Juan de Jerusalén. En 1 1 18, fué instituida la de! Temple y en i i58, San Raimundo fundó la de Calatrava.
En 1 1 19, D. Alfonso VII, rey de Aragón, tomó la ciudad de Zaragoza á los moros; haciéndose coronar emperador en 1135.
Diez años después, en 1145, el Papa Eugenio III, dió orden á San Bernar- do, para que predicase la Cruzada.
■ ‘}Iq.(ti‘j) nu t>b ?vl .nx -oís^ffí íg aosnsnsq q^^r^í;^ stsqz^ sJ B.(orí u8 .fii'iBníbTOíiijxs beLilidixaft enu .EVJTÚb yb■^ü^'^ Bnu h onusT Z3uq .orn
.nólíii lo n& (iriofiG ?b ?o'ibifriiJn'jo ~ v buitjinoí ob ¿QifomiJrOD oH obim -art fe. fibiiqa» eif-.o q¡l$^oi(.) nséi ,ll o^xilaD ooílijnoq Job n oblo it/f •
EJOBci ab Bliiqea b} na liIntJiiííoqab óbriEm kua ¡j ,( i j: i ¡ -óqoi ) (II TaLfí^naa
.iibau«^A
óbjnfifn ,Iíi lau^aá'iaH oume^ .C1 -í^feq IHV ornoq') xíbKÍuq fíú>^a?.
.nálsfíu iai áb unaHodBa gí g .zGfrnG bu?. í/iboj '( olli dea b' .oJnamGJxaJ ua na tííB-j ab eldBii .{aviBubni ^í^í: g ^ííí; .BgfiCj flIV omoq';» ^ebejuq ornaim, ,b|
; ■• ; • • ■ . ' . ■ -cbGqaa
-nuqj áui nbji^GT A ab /an .onGfnqd b nilTGM.O afa nóiÓBno'ioa gI n3 v
Gdíiiaa abnob .ónrjaix-q ab oabáq ncH at) Gxaal^j el na /Giíiaid fe. afiaayd fe sbcb fe 5íaana)iaq' abp .aotibab Isua ol .aO .i*nirnGJBnoO ab clobnavaia- ebeiboíauo .<bí£ .)ifeq li orriu'l') uiía'i aaib aup o! •r/.qqG qa uyia a¿übn6ibuq .niíiGÍ/ ,<-l /a.i . ■ ' (.(.'ó .qfea ,i¿p .§¿q 11,'Ofno'r) bJi'igX ^
ab Gvall .¡Bao'id íjü nC’l .BbsqBa Bdaib fe a3ana3;;'taq , oaamiín Enjiiv bJ '¡Gqíia UB 'lirifiq ab oJ'jb la na diruiJ/. ni¡2 obnGJriaaaaqaa availuT o.(Bd riu aJasq Bnu
.nú^BiA ab aBíTi’iB Bí l noa obuo20 nu ^Biío BÍ ab-Y {a na Gbsi/aoana áui v-jiaoqá Ibu^í fe. aaanaJiaq oiambn BbBqza b, I
-no BbBqxa BÍ.ab bÍ' fe BjarnaBÉ a» aancienprnib na aup ,£(ori u8 .xio''l ab o1ííJbb6 aixp .obnfifna’H nBci fe Bbjüdi UB BbBqrja bI ab M fe BD'tBfn Gnu Bvall ,:io'nüJ
rbnbBÍ/. ab Bbtain'iA (i;a.íi .Bl na Gv'iaBnda a?.-.
■ ■■ .TBTÜJBab aldiaoqrrii obiz Kfi aup BBaiBín 2üb Bvall pcüóq 13
-.Bfenorn zanab'tO zbíIb/ ab noiacbnui gI feuVzBmíG zBJp.a fe GonfeaoqqiaJnoi)
-fiua • i ) II ÍBuazBH GquH (3 .BhailBd'BO ab .zbI ab alieq lovBfrí b1 ab y zeaij
’.íia V alqmaT lab bI Bbiu|iJzn¡ 6ut\8i 1 1 n3 .naÍBZuaal ab níxuL, ns8 ab'Bl yrmí)
.BVB'jJBlGr) ab GÍ dbnu'l obrifjmiBH n¿8 ,Bái i i¿<3 fe bso^gtbX ab btiboia bI 6mo3 tno^B'iA ab Yai .IIV oznoilA .<1 ,,qi.i i n3
.5^ 1 1 na 'lubBTjqma ¡enoToa azübnaioBrl .zoibrri iGmati fiGd fe nab'io óib .III oina>iu3 BqB*^^! la i na ,zawqzab zonG xaiG
- .BbBsuiü' b| azGaiba'iq aup fiiBq ,ob‘
Lámina IX bis
Números 226 y 362. Estribos árabes del siglo xii, de forma originalísima, exornados con bonitas incrustaciones de plata. Sus dimensiones son por de- más extraordinarias, apartándose por completo, en dibujo y forma, de los tipos conocidos. De la solera~arrancan unas aletas de 30 centímetros de largo y en cada parte del ojo existen otras dos de 10 centímetros de ancho y 14 centímetros de alto. No es empresa fácil la de comprenderlas ventajas que pudiera reportar para la defensa y la equitación esta forma tan caprichosa. Este ejemplar ver- daderamente raro, fué usado, según afirma Demmin, por los musulmanes es- pañoles del siglo XII.
Número 1300. Puntas de lanza del siglo xii.
Números 409 y 1291. Hachas de armas del siglo xii. La primera, propia para combatir á caballo, ostenta la marca número 173 y se halla coronada por una estrella grabada y diez líneas asimismo grabadas en forma de rosetón . Cuanto á la segunda, está en mal estado de conservación.
Número 626. Espada del siglo xii. Su hoja muy resistente, en la que además de las marcas números 79 y 80 léese la inscripción, en caracteres góticos, Mar- tines de Argote. Los brazos de la cruz son rectos y acanalados, la empuñadura de cuero trenzado y el pomo redondo en forma de disco.
Número 1246. Espada del siglo xii. La hoja acanalada es de cuatro mesas y de 72 centímetros de longitud. Fáltale la empuñadura, afectando el pomo la forma lenticular.
Número 1321. Restos de una espada del siglo xii.
Número 634. Hoz de guerra del siglo xii. Es una de las armas de asta más antiguas, siendo difícil determinar la época en que empezaron á usarla los hom- bres de guerra. Sábese que fué, durante un largo período, el arma exclusiva y peculiar de los campesinos, quiénes, antes de la organización de la infantería, constituían las masas armadas que seguían á los señores feudales.
■ '
•;- , ■ ......
U '"'' ' '
=-•* ,v‘* - ' ' .;
'V. ' , ' ■ ^ ■ a- . . _
í.;, - ■ . '■ ■■ ■ ■:.■- ■ ,
■ .■ ,•■-.» - • ■ ,■ *
*. - ■ '■ ■'
te- -■
. ■ rí'^ V' ' '■’ 'I5
A
. J Ti
t
r ^ ■■ :
%-'■■■
V ■/7- - '
t::-
Pv ’• V
tg. • ■'
w
í-'l''. ’ '.
n-
í^/ '■'
!>:■ -
■
^v--,
-
. -- :■
r-
^’ ■'
K‘.‘'
i *
Víf.'-'
fe-'-'
S *
í
^ ■: -
p- ■ '
^';-
3v'-
lámina X
Número 1262. Cervelera, capellina ó casquete de hierro (pues bajo estos tres nombres lo hallamos descrito).
Esta arma defensiva fué usada desde la época Carlovingia, ya sea colocada encima del camal ó debajo del mismo; pero en el siglo xiii es cuando se usó más particularmente como arma de cabeza de unos soldados de caballería lla- mados Capellinas ó en sustitución de la celada, cuando el Caballero, quitándo- se esta arma incómoda, no quería quedar completamente desarmado.
En el sello de D. Pedro II de Aragón apellidado el Católico, este monarca lleva la cabeza defendida por un Capell de fer, ó sea una Cervelera igual al pre- sente ejemplar.
Contemporánea con esta arma, fué la gloriosa batalla de las navas de To- losa (1212). El reinado de San l.uís (1215-1270). La conquista de Mallorca (1229), de Valencia y de Murcia, por D. Jaime el Conquistador; y las Vísperas Sicilianas (30 Marzo de 1282).
", ; 7 ■ ■ .
■'. i ■■
lámina XI
Número 781. Camisote de malla bastante deteriorado, el cual fué encon- trado en uno de los campos de la Vega de Granada.
La cota de malla, especie de tejido metálico, formado con anillos de hierro enlazados entre sí sin auxilio de ninguna especie de sustentáculo, parece que se usaba en Oriente desde remota antigüedad, pero solo se conoce en Europa desde el siglo xii, siendo probable que fué importado por los Caballeros Cruza- dos que volvían de la Tierra Santa.
Esta cota se usó solo como arma defensiva hasta el siglo xv, desde cuya época la emplearon los ballesteros, arqueros y los caballeros debajo de la arma- dura al objeto de cubrir las faltas de la misma.
La espadi número 1265 pertenece también al siglo xiii. En su perilla lleva grabado, de una parte, un escudo con una cruz, y de la otra, otro escudo con las armas de Sicilia. Fué encontrada en aquella isla y es fácil que proceda de los Catalanes y Aragoneses que por aquella época la ocuparon, acusándolo la elegancia y pureza de sus líneas.
Los números 1277-1335, son dos puñales de igual época de la espada an- terior. El segundo fué encontrado en los Altos Pirineos y lleva la marca nú- mero 238.
El número 1289, es una cuchilla de trinchera, arma del mismo siglo usa- da por hombres á pié. Fué encontrada en Castel-Naudary (.Albigeois) y lleva la marca número 245.
El número 1331 es una espada de igual época encontrada al practicar unas excavaciones en Beziers.
^i?:;i:¿f,'-r:o6ri'i vu'j íouv, i*; .,oLic-''‘,M-“;5'?b -yMi/M/üo' ;Ub;;’s' ¿t- '^íí ■,■' ^■í : ¡1/ ;\. !'
.r:b':;;n;|'i '- < ’i.í 'si..: ■ ^ ■■¡‘"'b'
-i£) i i'í ijjj fí'-' ; ■' ivO fi :-¡ ' ■ .'.' oL ¡ , n :b
i.:&' ■ - ■ ■ - - ’-' .
.Vjjjp ■ '(-b o¿.; y-;,yr¡,-,i br
' ! . i /■ ■ .. r: ‘ / í V
^ - / ' - - ’ '.•■■■ .-jl '. ■ - * ’ ' , r' ^ ' V - ' . *
■ ->;bübr)',b!j;;of ■ b'j¿;hí'y :;vi 'bu' ■/'• . fV;.i
■i
, i; í
/vz ib'- ' eTo'í^r:/' >;7 i Tr^‘;
en i i‘. I íT 'y- n 'í- } ; Zi b ij ■;■’ n ' í ^ i v v b > : ^ r ,7'^ ';. , , .,■ : -j : ;--■
,.^7 ' • ■■ . - ■ . ■ V . ^ . b : IJ ! y.; y; .
^-Zy • £i7!)l-Í7‘í;j!!7pq.. -kj^i TK’q 7 77 77-iZ ' í Z í:7fZ 'Z 7i bZ by -.V; !?íí ÍM'-’ob.V ,:.irrj i^¡:J i!í::j
r ■- .7 y
Moi ahiíJO.C ri\ri ¿;qr. 70 7 7. ;:0v 7': 7 75 i k, iJ
r^.;íZ; z-y -7 " ' , • . b' 1; _ 7
7,0b :c 07 üónq orqb íiobi
b b - i o ■ . ■ ■ ^ '
y . :.-7^ '/7: ;7
7;--y : ". .: ri ' ny-' ; ^ ; 1
'•■' : i* ' 7 7yJ ^ 7' ' . . yy. ' y- 7:' y7 V ■[ ( y- 7'*- y- n : * b '■ y- j- . y; 'O y' y ry : .: y;
rv-;
!:Z
yy 7:’> y kb yz ; 7 ;.y y; ■.•;> '7 ,j;': O yyy' 7: k..^ ik V: - y y . ’ 7 . 'i' ■ '7- ; y: :7 r''I :7 V ••
.: , - by - ■ . . . . b.7 ^ib i ■ k7b7' 7i- -y-b ' -
yy ;•■' í;Í :Áj >o''có ií::.!';'. Ot. VLbvv.';;/^'] ■■;;:■
,■> •■]'■ ''■. '/ :; '-.fu i4:: ■••.< ¡ : r c •,;
íví-y . •-U/í « J'ltó'f: «1
fyy .
m
by7”fif;;U'OÍyi^; nííií^i;::' bfl,, ¡ur-jí; -y^'ív;yyiy yb, "t :
'/ iiM.'bby ' '^ ■yy.'vj.i r;y---í'yb:-' ■ í!v y :-y
V'y*'''''- ■' . ■ '.b ■ , " ■ • ' I* ’ ' ■'
byctdM nii^iíoRiy !y b-n;7J ^^.;;bbbJ''■•’^^y''yy■ ■yyy'^'O’j • bz '■
l'f y ' ■ y 'k
■'■'Í'J
-7Z’ b
Z'Z\, ' -í-
m-- -
' H V
m:
myz -"b--
Z: ■
Zky.
. ' /
■ #7Vy.y,
kbi:;
IZ-by'
bi<.Z>:.7 y
y- .•■>
íyy
''yt'y v"' ■'■■■■ 'vy"y■b•-'y^ -'7^^ -
L'íí i 'k'-.J’vLZ 7í^7,yy • ,v /v-íXvibi. . y vb .jb7'y<.'; - ^zíi;A;y¿?Z^''.,y ■ - -i-. * ZrZríZyy. 7-í'7
"’.Z *
V '
■■ J-
,■
,77 ..
ftpoCA DE 0. Jaime el Conquistador
Lámina XII
Celada de! siglo xiíi, número 1248.
Piste género de cascos ligeros, solían ser usados por los peones, sobre todo los arqueros, y cuando los llevaban los caballeros, era para ponerles encima los pesados yelmos de aquella época^ los cuales se empleaban el preciso tiempo que duraba el combate y que antes y después del mismo, se lo quitaban entregán- dolo al escudero que lo llevaba en el arzón de la silla.
En la calvaj esta celada lleva dos marcas que no ha sido posible descifrar y que según todas las apariencias eran el escudo de armas de su antiguo po- sesor.
Los agujeros que lleva en su borde servían para dar paso á los roblones que sujetaban la cofia ó forro acolchado que le guarnecía interiormente al ob- jeto de amortiguar los golpes que recibiera en el combate.
Contemporánea de esta arma fué la toma de Constantinopla por los cruza- dos (1203), la de Damieta por los mismos (1219), la fundación de la Orden de la Merced por San Pedro Nolasco (1223) cuyo acto se celebró en Barcelona.
En i250j San Luís cayó prisionero de los Sarracenos en la Palestina y el príncipe Don Alfonso sabedor de esta desgracia se cruzó para ir á la Tierra San- ta. Poco tiempo después fi25i)el almirante de Castilla D. Raimundo Boniíacio logró una grande victoria naval en las costas de Marruecos, en la cual muchos buques Sarracenos fueron echados á pique y varios otros apresados, quedando deshecha la flota Mahometana.
U7r
j:r ;ii/i¿ X fí' a-a fi&0‘í?f
.8{is: t <:i.5‘Jífíú'n ,iux af’^i? bb cbda^'
-^^■'X'oboí ^héo^ ra'5ao.5q ."ol lOfj ■'íobé^ij 'lü?,. híjíIoí ■ p:y^‘J^ú ¿oyaao í>h < aí>n{)¿ iíJírr'l
«qí’íirni-oft'j í;'íhsnoq.’fíTí;q rno ,^o‘(.stb;d55 Ri-’í ni-.djs ríií c^uf obneuD v. .£(>l3'up'ijB' <í<>í 1^; V 0P bqm/jij fWiot;aq lí> nfid.BaíqfTítJ tí^ &ú[ Bn'VLfpb ü'b aoraby «obcíí‘j.q
aficjG.tiíjp yt.pK ,Orti,?i at, hb Y s-jina yup ■/ yffidrnQO pdfi^iib
■•■’■ ■• \ X ' ■ . 6ÍXÍB fci- ab nóxac b ny BdfíV’jl i o! yiip (,nybu'yf;3 ffi óFob
IW'- i^Vlioaab a[di2('q oLia xid ón yup aBáafifn -2ol> svy[{ ofafifas aSi'.v ..uvley bÍ nít ’ ■
^ -oq qa^íJnE ua yb 2Brpifi^ ab obuyaa ly niViy ai;iprl5ÍTcqf> acl acLp'J nügaz'aup.Y -. . • • ’ ! ' ■ ■ . \ ■ .■ '. /" ■ ..loaaz
■ ■ e.9nq[do'i "^if h t!2íiq'iBb B'itíq /narvíéa ybaod U2 na Bvall ynp 2oaa(ug& aoj .
V- T^f'-.v ífi aJnanrí'Jói'isJñi fíbanlbug y'í y>up óbsftoíoos bri<jV 6 Bñoy bí n/idjiJaipa yu-p ; d'< ■ ;5ífidmoá;b fiá asayidioyT aup’aaqiyg'sol iBÚgiXiofpB .sb üJsi
’- fiS-una iHpLidq 6lqriíjijnfiíaqoP<ab'Bnaoí'cí 6u'i fírrnii Bíaa afa Banéioqrrraínon .
• '*:^Í-yfa nabiO Ebab ndíp-Ebnu’l' BÍ xp/i £'p) .¿orffóirn 20 í doq BJaimcG ab g! '.(joss i-aOb £’ • , / ’ v .pnd-lapdfiQ na-óa-daíaa áa oiaB oyup (j^ss i roaaído'/. u;iba^i nBd aüq bapiaM- ;.j üf na' zonaaBriBíí gof sb o-ionoiajaq t;>YBd zíuvi hb?. ,ocí: i nM •
B'n.aiT'BÍ G •!! G'iBq uMjaa óa BbGngzabBJía yb'dobadiiz u'-.noll A ntíCl aqíanhq '■- X'-VáípGÍifiO¿I' qbpíxmtGXl .C1 /il-|ijaGXX ab aíPíGiimíG b ( 1 ís i) aópqzób oqiTisi) dooq_iGJ 't,'|r’Vg‘^>dquri'! Í-Gpo g! ría _,zupauTaGÍA zuÍ na ÍGVGfi Giioibiv ybnGTg Gnn xjlgéf ‘t>bnGbaüp, .zubGayiqG zgTin'iíóricv / aupiq b zwbfirba ncnaul.zonaDfn'íGír: zaupud, ' ' ~ . .. .enGiarnuríGÍ:/. Biolt eí tifipadzííb
>* . X r. ,
y
A..-
‘.'■•i..;
-.■■O-
V? ■
■
‘W.,
p"
u.
5i>'^ ■
i#'*»
Época dk D. Alfonso XI
Lámina XIII
Celada aragonesa de fines del siglo xiv. Número 1263.
En un triplico que se conserva en la Academia de la Historia, que perte- nece á dicha época {1390), uno de 'os tres guerreros aragoneses en él pintados, lleva una celada igual á la presente.
Número 600. Alabarda del siglo- xiv. Esta arma conocida en Dinamarca desde principios de nuestra era. fué introducida pronto en Alemania, de cuyo país pasó á Suiza y de allí en Francia por el año 1420.
Se atribuye á Luís XI (1461*1483), el haberla dado corno arma de guerra á sus soldados.
El número 692 corresponde á una Guisarma.
Parece que los escandinavos usaron esta arma de asta desde principios de la era cristiana, pero no fué hasta el siglo. xn que se introdujo en las naciones latinas. Su forma varió en diferentes épocas, correspondiendo la presente á principios del siglo XIV.
Era arma de peón y como se desprende de su forma, servía para desjarre- tar á los caballos, desmontar á los jinetes, arrancar piezas de las armaduras y rasgar mallas.
El Peto número 1302, pertenece á últimos del mismo siglo; época en la cual principiaron á colocarse piezas de acero, encima ó debajo de la malla á fin de aumentar su resistencia. La armadura propiamente dicha, se completó en el siglo XV.
Las espadas números 5 10 y 620, son de la misma época (siglo xiv). La úl- tima, cuya hoja es de muy buen temple, tiene la particularidad de que sus dos filos son paralelos en toda su longitud y por consiguiente carece de punta. Lleva la marca número 179.
La espada número 5og, es italiana y de las llamadas lengua de buey (lin- gua di bue). Su hoja mide 70 centímetros de longitud y lleva la marca núme- ro 190.
L,a daga número ia8i, se conoce bajo el calificativo de Borgoñonay perte- nece al mismo siglo. En el mismo fueron suprimidos los Templarios (1311), pereciendo el Gran Maestre, JacoboMolay (ii marzo 1314) quemado vivo como á ereje; suerte que cupo también á muchos Templarios. En la misma época murió Dante Alighieri (1321), instituyéndose en T(.)losa los juegos fiorales por el mismo año.
A este mismo siglo pertenece el reinado de D. Pedro el Cruel, en Castilla (1350-1369), y el de D. Martín el Humano en Aragón (1399*1409); como también el primer uso de la pólvora ó sea la artillería de fuego.
. ' . . ' .g9si Tvix ?9níí ob üííinítgGifi
-‘jl'rxj tfup'.choWi.H lí j . íil.» Bl.rtiííbfjí/; «íf-'h» bV'iítñnocj .-jíí yjjp o.oijqÍ !i nu rt3 ,'Í5uL*;i.riiq íé riíi 2:020 h Oí» eifi KoioTiou^ üo* ob onu }. Gooqo'Gdoib |> oooo
- ' • .oJnoH’jiq kI b líuj^i tbcíoo criií Gvoü
■fíoíicrriBaiG n-j tíbioonoo GrrnG fiJaT’-f //ix--oí;yia iyb'i3bTGdGl/:;.ood*(>Tjmíjl^i • p'^uo ob .GÍnemoIA no oirioiq cbioubouni of/i ,eio cil^jun oh Koiqioni'iq obzob ' , ■ .OGji i oñ0' lo 'loq íjionr/i"! na íííb ob v kxíu8 Ji óseq aicq
£*ní»ug ob GíTriG omoo-obcb cíiadcri la ,(g8|.i»!5f i; IX 2ÍiJ..i.¿ oyudiije oH
; ' .20bGbÍ02 ZU2 ¿
- . .GrrnG2ÍuO anu b obnoqHonoo £(>5 o'iorrijjrl Í5I
ó'b zoiqbni'iq' obaob ej?.g al* firme ÉJaa n>/ifigu 2; 'Vfiriíbnfiaao aol atifp aqoTfiH fíorioiDcn 8t;i na ojfjbmJní 02 aup iix.oígia b-fiíaipl áu'l on rmq .fineiJaÍT^ filo eí i¡ aVnoaa'iq- 0I obn.aibfiqq2a:nüa .zfiaoqá gaínoaotib no bcTfiv Gíirit A uci .pcniíel , , . , . - : '. vtx oíyia lab goiqian jaq
~s nfijaab ,e:tiiq GÍvaof; ,Brmo'J na oL abnaiqaab a?, oquo v hoaq ab tirri'fG'fiaíl -Y afi'iubfiríiifi ?xí ab 2u;iaiq iGanp'nG .sajanij .aoí g afcjnofTraab .aoliudca "¿oi b tgí , ^ .■ . . ' . -.afijÍGm aGg2fi-f
,Í£uo GÍ fisveóoqSí ;oígÍ2 omain; !ob_.2i>rniiíú bi aaanaJaoq .£ofp cñaniun oí 9^ ÍH bb níl G bIIgíti fil ab ajiidob ú Giniana .o'iaofi ab 2BK9Íq ar/iü'jtjloa Í5 riO'i&tq.janinq- I3 na oJalqmoa az .fiíiaib aJnarr.fiirjo'iq. jriüb.firrnG ed .íiiari3/<;i2a'! u?. TfiJoarnufi
: ■ ■ ' / - - '
-Iñ bJ .(•/^x olgig) Bouqo GmxifíJ el .jb no& ,gs3' v o'i ?. goiarníjn «Ebfiqxa
pjih 2U2 aup ab bebneluainfiq gI anail ,alqmaJ nand yum ab aa G(ori fiyua -srnií .Gínuq ab aaorfio aínatugi^noa loq y bijíig.noI u?. G-boJ na xoIaÍGiGq noe ¿ul.íi • ' . •6?' oaamiifi fia'icai g1 GvaíJ
nií) yaud ab Bugnal xfibfimfill eei .ab y GrtfiilfiJi za ,.god mambn fibíiqaa GvJ ^ -saiñn Ga'iGm el Bvaíl y buJignol ab «oaJOmiínoa oy abVm GÍori ud .(oud ib Gug
-anaq y BnonogioB aboviíBañiÍGa la ojed aaonpa 02 yi8cí {narriñn figiab G. l ♦(i i g I ) aónGlqmáT 20Í aobimi'iqna noiaul ornaifn !a ri3 .olgiá rtmídyn Is^aaon ompa ovi,v obGmaup pxTBrn 1 1 ) yeíoJA odoael .áaí^afiM neiOda bbnaiaaiaq
Gooqíi Gfn2im el n'd .agt itílqrnai' gorbum 'tí' naidfnGroqua aup DJ iau2 ;a{aTa b loq aaÍB'ipít xoganj eol ezoIcT na 08i)bn6yiitU2ni J lag 1 ) hoirigilA atnsQ diinm ; . . ^ .oñ¿ omaim Í9
b1ÍÍí2bD na .jau'KÍ Ja mba^ .G ab pheniai la aaanaíiaq oígie omBim aJsa A ñaidíneí ’-ompa ;{(jo|ii*q0g 1 ) rtogmA na onfiniiTíl -la ninfil/i .G ab la y
'.ógaui ab GrialliJnB -bí Ga« 6 G'tovíoq fiJ ob o8U aamiiq la
Época de D, Pedro el Cruel
Umina XIV
Armadura del siglo xív número í 198.
El morrión es muy reforziado, ha sido rernendado en la calva y lleva la marca número 82.
El barbote, muy notable por su forma especial, lleva la marca número 47 y conserva todavía la malla que abrochándose detrás de la cabeza servía de cu- bre-nuca.
La defensa de la mano, data de la mitad del siglo xn. En un principio consistía en una prolongación de la manga de la cota de malla, en forma de saco; pero siendo esta disposición muy incómoda, á mediados del siglo xni, se practicó una hendidura en dicha manga, la cual permitía sacar fácilmente la mano. A Qnes del mismo siglo, principiaron á usarse guantes de piel de gamo ó de ciervo, los cuales llevaban cosidas piezas de plancha de acero que prote- gían e¡ sobie de la mano y el dedo pulgar. En los primeros años del siglo xiv, el guantalete estaba formado por piezas de acero unidas con roblones á un guante de piel de ciervo, pero como esta disposición oponía poca resistencia á la creciente potencia de las armas ofensivas, en el siglo xv se sustituyó este gé- nero de guantaletes, con lo que llamaron mufías ó mitones, especie de guantes de planchas de acero unidas entre sí por medio de roblones, en las cuales los cuatro dedos estaban unidos y solo el pulgar separado.
En los siglos XVI y xvn, volvieron á separarse los dedos del guantalete, pero su construcción se perfeccionó en gran manera.
Las musleras ilevan la marca número 162 y van unidas á las canilleras por medio de sus correspondientes rodilleras,
y
VI Z a/hmA:I
■ ;- ;
^ ■ -\-^yr-~w->:}^ '3^y: ^\:; ---\ - ’Í'^- ' . • '-
¿mhPbí,' ■ ■■ ■ / ■:.i¡i-i--‘y'’-r- ...' - ■
' / ■ - jáüflD Já f)«a?Í9 .G sa /baqV -
h-r: .'
.8q!í oTí3rni‘jri'/tzoíg}í', íaJb e'iubcmTA'' < bÍ Bvolí V cvlco Él no oí>fibr.^cn'5í1 obip. Bf( ^Qbns'to'lo'? vijrn ?,a nóniom .13 , '
■ , • . ' '. . ' .-¿8 t^áomífn
y* .0-I9/T1É» n'jBOiem.i^I'iBvoíI ,ÍGÍoüqpo Énno! u2 loq old-síoB yüfri. .aJwJíBcí'iy-^ ' ’
-uo ob EÍV102 fixodso sí ob gi'tíob.opi.ibnsrioo'jdc oyp sHEfn si sl-vsboJ sviognbp;
' , - ' ' - ■ ,' , ■ •_ •, ' Jfio'Lrn-Oid—
oiqionnq nú n3 .nx olgiz lob bslirn si ob sísL ,onsm si o:b s^noJob sJ ob srrnol no jilfsrñ ob sJoo sí ob síidsm si . ob n6ios^n<d<>iq srtu no sb^tpnqD o¿ nirx olgi^ iob pobsiborn .É .sbofriboni vurri ndiDip.oq^ib siso obnbtó oioq ¡«jocz Él oJnorplioÉ'i TpoEZ Eilinnáq ísiip' si '.s’y^nsrn sdoib no STnbibnod srúj 65ijos-iq ' omÉ;g ob loiq áb .poínsú’^ ofe’isay b/iOTSiqionhq ,oIí^|8 -omairn lob^poníV A .onsm ^ V t V -oJonq ou srlonslq_ob psfvoiq Ei;bi20d n sdsvoK golsuo 20I .qvToio ob 'O
or§Í2-dob-20ns poiomiiq 2ol n3 .■njgluq obab. y onsm si ob o ¡do» 'o .qsíg nn.h pofioldoi rióD 'gBbinu pioóE Ob «Éxoiqopq píismaol -^ÉdÉJPO oXOÍGJrrsug do . .-■ É sionoipJzo.T, ÉDóq sindqo ndroíp-'.'qzib síáo fifrn)D o'ioq,. .o/ooiq ob biq ob oJnsujj Og 0Í20 oyijíijpup og vx ql^jg lo no .ps/ipnotó psm'iG psi ob.si.úrioíoq- oínoioo'ip si ' '‘poínsug ob Oiboqpo .pofinjffr: m psltum no'.'srnsli oqp ol ooó' .pojolslnsog ob.oqon ,
. - ■ - "BHí: V ,
■ poí p.oIeuo .psi no .ponoId<n ob oibon.r ,vx^. ip ottho' psbsnú o’íods ob Psdonslq ob . . f'- ■ ' ' .obcisqop osgluq jo-.obop y pt>b<nLi. nsdslpo pc)bo'b’^■lils;u:>•
^V;-^l^■~^ diSq ,objlÉJnct.ng blvpób'ob Pili oposisqop s fn/ioivbiv y.'i/x poígip p.úI rí3;
: t r ■ .' • -' • .»• »•.< _ .» - .
^ - ly'í'y-.- r,-.
f\- ■ ¿ciOÍirfjEO A ?Bbínir ruV/ 7 s:fti u>t)frtun i'.j'ifim i:i. i'itvi'iH ?r]..*íoi;?u'rr! i^íísI
■;- -m
..s'ion cni' ns';g no «■vrM.'Dóolvóq .‘>p fii i).D>iri}^n<io lya . :f|i u>onn\<n ivonsm i;l. nsvol'l ?4.nol?u'fTi xsj '.«'e'rolbbo't ^oi nowbñof jcoo K.i o py.p ob ni bon-j 'mq
o <■
-V ■ b
.-n»- '
f ^ : — * -
I; ■■ • '^•■V
/ .
-
► t 'i' ' '
■ ■ ■
m
,••• ''ií
v -.t
. •■ 'ií'-"*:- ^ ’
•r .
IjLmina XIV BIS
'■■:n
-'4
■■í-jj
, j?
Bolaños. Tal es la denominación de los proyectiles esféricos de piedra que hasta á fines del siglo xiv lanzáronse por medio de los fundíbulos y otras má- quinas ó artificios de movimiento parabólico, y hasta el último tercio de la siguiente centuria con las bombardas y otros cn/nones, con el auxilio de la pól- vora ó polvos de cay non.
Los mazoneros dedicados á la construcción de bolaños, devengaban un jor- nal aproximado de tres pesetas, de la moneda actual, no excediendo la produc- ción de cinco á seis pelotas por cada dos operarios.
Los bolaños que reproduce la adjunta fototipia proceden del castillo de Recasens.
■"4
2
i
,1" -
Época de D. Juan II
Lámina XV
Armadura gótica del siglo xv. Niimero 1 199.
La celada tiene la visera movible y según la marca que lleva (número 40), acredita haber sido fabricada por Antonio Missaglia, armero del Duque de Mi- lán (iqSo). Piste célebre armero nació en Ello, cerca de Lecco, Provincia de Como, se estableció en Milán y gozaron gran fama sus obras.
El peto lleva la marca número 71; el barbote la marca 72, las manoplas y las escarcelas, la 74, y las grebas, la número 73.
Todos los autores están conformes en señalar el siglo xm como la época en la cual principian á verse las primeras piezas de acero colocadas encima ó de- bajo de la malla, presentando numerosos datos en pró de sus aserciones; pero se ñola alguna divergencia entre los mismos cuando se trata de la época en la cual se completó la armadura de platas. Mr. Lacombe cita el sello de Carlos el Temerario (1467), cóma la primera efigie que presenta la armadura completa. Mr. Gille cita la estátua de Segismundo del l'irol, muerto en 1496. El Museo Militar presenta un grabado copia de un retablo del siglo xiv, existente en la iglesia de Caldas de Montbuy, en el cual los guerreros en él pintíidos, llevan armaduras completas: pero se considera como la época en que esta se completó, los primeros años del siglo xv.
Contemporáneo con estas armas fué el descubrimiento de las islas Cana- rias (1405); la muerte de D. Martín el Humano, rey de Aragón (1429); la ins- titución de la Orden del Toisón de Oro,, por D. Felipe el Bueno (1429), Duque de Borgoña; la muerte de Juana de Are, conocida bajo el nombre de la Donce- lla de Orleans (1431); el reinado de los Reyes Católicos (1469-1516); el descubri- miento de América por Cristóbal Colón (1492) y el del cabo de Buena Esperanza por V'asco de Gama (1497).
Época de los Reyes Católicos
Lámina XVI
#
Casco musulmán del siglo xv, número 486. Lleva la marca número 129.'
Las inscripciones incrustadas en plata que en él figuran, son versículos del Koran. Las del presente ejemplar no han sido todavía traducidas.
En el Museo de Tzarskoe-selo, perteneciente al Emperador de Rusia hay un casco igual al presente que M. Gille, bibliotecario de S. M. 1., sospecha que perteneció á Djani-Bek, fundándose en el significado de las inscripciones en el mismo incrustadas.
Este género de cascos, fué usado hasta la época de los Reyes Católicos (1469- i5i6).
; ; . • l’VX /.'V'JwAJ
•‘.(>£1 o'rjrriijn eoifirri b1 fiVsLI oiocnün ,vx oigia lab nferalugurn oazeO {abaoluDlz'iov rio?. .niiTugíl 16 na aup uJBlq ba ^EbeJ^u^o^i 2anoÍDqiio?n¡ ?.eJ
.8BbÍDubciJ dvBboí obÍ2 neri on TBÍqma[o aína26iq lab 2cJ .neioX vari G¡2U^Í ob nobctqqrnS la aínaioananaq -,ola2-aoal2TE\T ab oaapM la n3.
‘ • V aupGriaaqao? ,.l .lA .8 ab ojiBaaJoitdid .alíiO .M'aup aiiiaaaiq IbÍbüsí oo?gd no • , lo na ¿anotoqnaani zgI ab obsaningia la na aaobnebnut .xa8-iViAiG ¿ óiaonaJiaq ■^jpr . , ■ .zBbGíamorii om¿ifn
zooijótaD zayaH 2on aü' ADoná
■A'
'. S'/Í A,
«A,r*i
Época de D. Enrique III
Lámina XVII
Ballestero de comienzos del siglo xv. (Número 1 189 del Catálogo).
Denominábase ballestero al soldado que utilizaba la ballesta como arma ofensiva. Difícil es determinar la época de su invención, pues si bien debe con- siderarse como derivada del arco, arma adoptada por todos los pueblos de la antigüedad, no se hace mención de la ballesta hasta fines del siglo iv, á cuya época corresponde la interesante obra de Flavio Vejecio, titulada De re militari.
Sin embargo, no se generalizó su uso en Europa hasta el último tercio de la décima cuarta centuria, mereciendo llamar la atención que el segundo Con- cilio de Letrán, celebrado en 1139 prohibiese su uso por considerarla dema- siada mortífera, autorizándose después á los cruzados para que en su expedi- ción á Tierra Santa pudieran combatir con ventaja á los enemigos de la fé.
Consiste la ballesta en un arco de acero sujeto á un mástil, denominado tablero ó cureña, dispuesto de manera que puede armarse con facilidad. Dos piezas de hierro, denominadas quijeras, refuerzan el tablero, en el que existe la nue^ destinada á sujetar la cuerda y la llave que funciona impulsada por un muelle. En su origen resultaba un arma defectuosa, siendo motivo esta causa para las sucesivas transformaciones de que fué objeto hasta convertirla en mor- tífera y de eficaces efectos.
El afán de los maestros constructores y de los hombres de guerra, cifróse en obtener facilidades y ventajas en su manejo, inventándose diversas formas y mecanismos para armarla, tales como el gancho, la gafa, el armatoste y el cranequín, que permitían aumentar la fuerza impulsiva del arco. El gancho y la gafa llevábanlos los ballesteros pendientes del cinto, de donde se deriva la frase de ballesteros probados de armar á cinto, como testimonio de soldados piácticos en el manejo y funcionamiento de esta arma. El armatoste ó torno y el cranequín, constituían un verdadero mecanismo, adosado ó sujeto á la cu- reña.
Graves inconvenientes ofrecía la ballesta considerada como arma de tiro, pues el espacio de tiempo que exigía el armarla y la dificultad de proteger la cuerda de los efectos de la humedad, hacíanla inferior al arco, conforme lo de- muestra el efecto decisivo que las masas de arqueros ingleses ejercieron en las jornadas de Crecy (i 346) y Poitiers (1366), verdaderamente funestas para las armas francesas.
La invención de las armas de fuego y la consiguiente modificación de la táctica, fueron causa para que paulatinamente fuera proscribiéndose el uso de la ballesta, que no desapareció por completo, hasta mediados del siglo xvi.
Hoy, y solo como legendario recuerdo y tributo de gratitud, funcionan en Suiza, varias sociedades de ballesteros, que al dedicarse a! manejo de esta arma, inspíranse en los ideales que convirtieron á Guillermo Tell en el libertador de su patria.
-- . rv
.(ogoffeJíiO lob qZ \ { oiomíj'/:) . r/. olgiz Isb 2o^ní>¡fnoD i>b moJjjalífiH firme omoo cJzolí-sd bI fidfij^iliíu aup obcbloz Ib o'iyJ?.*j(jfid aasdiínifrionacJ ■-noa üdab noid i?, ?ouq .nóijfiavrii uz ab cooqu bI 'iGnirrnaJab za fioíliCJ .eviznaio el ab zoídauq zol ¿oboJ loq fibfijqobc Bíme .oaiB lab ebe/nab omoa 02*ifi7abÍ2 e*'{uo fe ,•/! lab 2onñ BJZfiri fiJzalIfid^BÍ ab nóianam aofid az on _,bfibaü^ijnB .rtbViWw a't aQ fibBÍuiii .oiaajaV oivfird ab Bido aJriBza'iaJni bI abnoqzanoo Booqét ¿b oiaiaJ pmiííü la BJzfifl fiqoTu3 na ozu U2 oxilBianaj^ az on ,o§iBdma n¡8 -fioD obnugaz la aup nóianaJB fil TBmfid obnajoaiam (BnuJriaa bJ'ibuo Bmiaób bI -Bmab filiBiabiznoa loq ozu uz azaidiiioiq qgirna obeidalaa ,n¿*iJaJ ab oHia v -ibaqxa uz na aup B'iBq zobesuia zol k z^uqzab azobnbsrioíuB .B’ia'JInom Bbfiiz .al fil ab zügirnana zol B B(BJnay noa TiJedmoa rifiTaibuq bíobS enaiT b nóia obfinimonab ,Hí2fim nu fe oJaiuz oiaoB ab üdib nu na BJzallfid Bl aíziznoO zoü .biibiliafil noa aziscmB abauq aup BnanBm ab oízauqzib ,Bñaiua 6 o'iaídBJ aizixa aup la na .oialdfiJ la nc:í^au^a^ ,zfnai¡up zfibfinimonab .ona'trl ab zBxaiq nu i^>q fibBzluqmi Bnoianul aüp.avfiH xjh^ Bbiaua bI aejajuz fe fibfiníjzab bI Bzufia fiJza ovi'JOm óbnaiz ,fizouJoa'lab BmiB np r.dBJluzoi riacho uz rud .ailaum -'lom na feííinavnoo fijziiri oJa(do au’l aup ab zanaiafimidtznfiii zBvizaauz zbI BiBq , _ > .zoJaaia zaaBoña ab v BiallJ
azóVlio ,BTiau^ ab zaidmorl zol ab v zaiotau'iíznoa zonJzafirn zol ab. nfels 13 ZBfrrw't ZBZ'iavib azobnfejnavni <o[anem ua na ZB(Bínav / zabebilioBl lanaJdo na la V aJzoíBm iB la ,Btr.j¿ cI ^odane^ la omoa zalfij .fihsfmfi BTBq zomzinfiaam ^ odonfij.} 13 .ópTB lab Bviziuqrni Bs^au'! bI 'iGinamiiB riBldimiaq aup .nlupansia g1 B/iiab az abfiob ab ,oíHÍa Jab zajnaibnaq zoiaJzallBd zol zolnfidfevall bIb^ bI zobebloz- ab oinomiízaí omOa .uSn'n h a\i -¿ohndmq ?.oya^zai\ud ab azBnl
y. omoJ ó alzoíBmiB 13 .finne Biza ab oJnaímfiaoianu'l / o(anfim la na zoaiíafeiq -ua b1 fe oJajuz ó obfizobfi .onizinBaam oiabfib'iav nu riBiuJiJznoa ,n)upanBi.a la
. .Bña'!
,oiií ab fimiB omoa BbBiabiznoa c-izallfid b1 BlaaVÍO zaJnoinavnooni zavBiO bI lagajoiq ab bBl'luaílib bI '{ BhfimqB la Bigixa aup oqmaij ab oiafiqza la zauq -abo] armolnoa .oaiB'lfi loiia'lni filnsiáBd .bBbarnud b1 ab'zoJPaia zol ab fibiaua zfil na noiaiaiaia zazaliqni zoioupiB ab ZBZBm zol aup oyiziaabj^jaala la finízaum zfil BiBq ZBízanul oínamB'iabfibiav 0 í (^^5 ' ) ab zBbBmo]
^ .zezaonfinl zfimiB ;
BÍ ab nblafiodibom aJnaiyj^iznoa b1 y ogau'l ab zBmiB zbI ab nóianavni bJ -
ab ozu la azobnáidiiazoiq fiiaul aJnarnBniJBluBq aup Bieq BzuBa noiau’l ,Baiíofeí | .i’/x olgi.z lab éobfiibam BízBd ^ojalqmoa loq ^íaaiBqBzab on aup .Blzallfid fil .j na nfinoianu'l ^buJi)fia;§ ab bJudiU y obiauoaT oi'ifibnagal ómoa oloz y ,7oÍI ?
,BmlB BJzaab o|anBrn l•6a^^Baib^b ífi-aup .zoiaizallfid ab zabfibaiooz zbíiéy ,bsíu8 ab lobcnadif la na lIaT omialbuO fe nmaini /noo aup zalBabi zol na aznBiiqzni
.BHÍBq'uZ ' , -<i
vi/ -i' tV
- \
■ -• s . ■
- s ' ' _ ‘ \ ^ '
♦
Época de D. Alfonso V de Aragón
Límina XVIII
Celada del siglo XV. Número 1314.
Esta clase de celadas fueron especialmente usadas por los arqueros. Su forma es puramente veneciana, si bien este tipo se generalizó y fué adoptada en todos los estados de Italia.
En los bajo-relieves del arco triunfal levantado en Nápoles en honor del rey D. Alfonso V de Aragón (1443), figuran esculpidas celadas iguales al pre- sente número.
La á que nos referimos, que lleva la marca número 40, es obra del célebre armero Antonio Missaglia, á quien confiaba el Sumo Pontífice la fabricación de armaduras para sus milicias, conforme se consigna en un documento firmado en 14 Mayo de 1456,
^ ■ • .4*,! ji ,.7X p[gi2 !í)[/
-zoioíjpic jzol 'ioq ' sbídbzu' ^in^^^^iüo*q^y noTau\2BbBÍ3¿ ab o¿6Í3 jií8}r ^
,% . . fibfiJqpbe áu'i 7 óxiíc3ono'¿ 32 oqÍJ oJ2o nsld i? .¿nci^ony/ sínsme'iijq 23 cmicSi
■ . _ '. - BÍljp-1 sb 2obBJ2o«PÍ 2oboJ rts |
■' bb lonoii H3 29loqfeH f!3 obi^jnfi/p! Iblnuití ó3^B jsb |
,.' '-OTq Ib zsIéuqí BBbfibp 2BbiqIuo23 neiíjg.t'f f. i ) nd^B^A-sb 7' (j^rrolIA .G -¿st
/' - ' . i- . • íO'jornú frsínsB-
. sndubp I3Í> £ido 23,/bf bisfníjfi éoiam bI cysU süp .(¿omnolsi Bon 30^^^^^^ I
' •' -7<». n6ioB0Í7dBl BÍ QpiTbfio'l tírnuíí bcdBÍlnob: npittp h ,Bils6^^'^^4 difróJnA pdaoiifi ;
rl obBm'ul oínsmuoób nü np BngÍ2no3 32 3íti,iriirrpó ;.2CÍ3Íhm .202 Bicq ¿BTubeAnji ,¿ i;' - ' ; ■ ' ■ ' ■ ■ ^ rí 3 ■ - i.
U.- ^ . íiry\- ■': ^ V ■ • ' ■ •. ■ ' . ■ -A * ' •-.• : V '■ ---
/
: . ' ~S' ' • *
^ ■«• ' ■ •
I.
r':,
I»-* ■
í '
i i
. K
•> r.
I"
í;‘
iír'
rV
\- •, ■
tí"
íS
‘
r;
í
:■&.
' .
í:-
K:
■’v ,■
y
k
y '
y,'
f-
:t-
■r. ; A
Época de D. Juan II
LAmina XIX
El ejemplar reproducido en esta lámina, corresponde al número 669 del catálogo, siendo la brigantina el arma más notable de cuantas lleva consigo el ballestero.
La brigantina, que también se denominó perpunte lorigado, comenzó á usarse á principios del siglo xiv. Consiste en un coselete de piel de becerro fo- rrado con pequeñas planchas de acero colocadas en forma de escamas, sujetas por medio de roblones de bronce cuyos cabos adornan en toda su extensión la superficie de la misma. Todas las piezas, que son en número de 300, llevan la marca de fábrica número 81.
Apellidáronse ‘Brigands los soldados que vestían esta arma defensiva, con- virtiéndose tal denominación en sinónima de bandido, á causa de los desmanes y pillajes que cometían esta clase de tropas mercenarias cuando quedaban di- sueltas al ser licenciadas por Jos monarcas ó señores que las tenían á sueldo.
Los arqueros y los ballesteros de á pié y montados, usaron la brigantina, que también fué llevada por los caballeros de escasa fortuna ó por los señores que querían precaverse contra el puñal del asesino. En cuyo caso iba cubierta con ricas telas de seda ó terciopelo.
La brigantina fué el arma defensiva favorita de Carlos el Temerario, Du- que de Borgoña ( 1433-1477), y su uso sé prolongó hasta mediados del siglo xvn.
bb (>d5 oiamun (ií abnoq^aTTCD ,crnirnbi sJzy ny tóbipübo'jqa'r iciqfnaiy íli Í3 o^ianoa bvsíí BBjnGU'j ab oídíjíofi abm fínriB Is BniJnjigí'id í;[ obn&ia .ogoíbíno
• / '.o'islaaíÍBrí
fe usnamoo ,pL£’¿¡iol slnuqiaq onimonab oa niiidrnsJ 3up .Gniínfig'nd g.I "
-ol o'naDód 3b l'jiq ab andíaauo nu na 'jíaiancvd . /tx ol^ts bb aoiqioni’iq fe sansau ' 2KJ3(ua ,8JsmBoaa yb Ermot ria-afib/jooloy oioog ab aüi1onfilq,aGnyupyq noo oban EÍ nóianyJxy u?, Ebpl na n-EfnobB aodi^ ao’/uo pno'id yb aynoldu'i yb oibara 'iqq^ dI nfi'/ylí ,Oü£ yb o'íymuri ny 'noe 3up ,aG,'í3Íq aol asbcrf .firnaifri bí sb yiyriTyqaa
. . i8 o^ymbn Byiidfe't yb B3icm
-noy ^Evianybb smiB Bíay nBiíabv sup aobebíoa aoí ab«ji^Víír oainmfebiUyq A . ayrrBfnaybao'l yb figUBg s .oblbnsd ab Bcninonia íia noiafinimonob !b1 aaübnéihiv ■■ -ib nBdijbywp ,obn{50a aBt'iBOO'j'iarn asqo'iJ ab sasla sJay nBl Jamos .oblaua fe nEinaí.aGl ai;p aaioñoa ó aBO'iBnúrn aol. 'ioq‘ asbEisnaDÍl laa Ib afeíbaua (Eniínegijd bI noifiau .aobBJnom v aíq fe ab aosaíasIiBct-, { abiaupiE apj - ' aynoflaa aoí soq 6 Bnuíio'-I feaBoaa ab aodaílGdBSaoI ipq fibGvaíl aul naidm-B-J aap Bíiaidus cdi qzbo ovuo n3. .•óriiaáae Job .Ijsftuq- Ja ¿Sinos aaia/Boanq npiiaup aup ?
. .olyqois'isJ 6 Bbya ab anlai ,a6sn nos
-uG ^oiiBiarna'b Is aoIifiD 'sb GíhóvGÍ B/ianalah GfrnB- la fepi BnitnEgh'd e^J ■
.1Í./X oigia lab aobeibafn sj-aBri ogrtolcnq áa oab . ua :t •,( ).’Bft!.*;pbíl aí'.aup:
i
J
# t
lámina XIX BIS
Armas del siglo xv.
Número*4g5. Peto liso, abombado, con volante y abordonado, distintivo de la décima quinta centuria.
Número ¡sSS. Peto sin volante, abordonado, correspondiente al tipo deno- minado maximiüano.
Número 513. Espada del siglo xv. Hoja de o’gi metros de largo por o’o5 de ancho. Tiene la punta roma y una canal en el primer tercio, en la que figuran algunas labores nieladas. Cruz de brazos caídos, empuñadura de cuero y peri- , lia lisa.
Número 5 12, Espada de cruz de la misma centuria. Hoja de o’yy metros de largo y o’o8 metros de ancho en el talón; tiene cuatro canales que se desarro- llan hasta la punta, distinguiéndose en ellas vestigios de labores grabadas. Cruz lisa, empuñadura cubierta de terciopelo y pomo en forma de disco.
Número 5i5. Espada de cruz de igual época que las anteriores. Hoja de dos filos de o’6o metros de largo y o’io metros de ancho en el talón, dividida en tres secciones por igual número de canales. Empuñadura alambrada, brazos caídos y perilla labrada.
Número 469. Arma árabe de forma especial y de desconocida aplicación. Consiste en un asía de hierro, labrada de 1*38 metros de longitud, que termi- na en uno de sus extremos en una lanza de forma de hoja de laurel y en el opuesto en una fuerte perilla. En su parte media desarróllase un ancho cubre- mano del que sale una hoja acanalada, de 0^32 metros de largo. Este ejemplar es semejante al que figura en la Real Armería de Madrid, catalogado con el nú- mero i585.
r»;":
Época de D. Enrique IV
Lámina XX
Número Ssg. Celada procedente de una armadura de las llamadas Ma- ximiiianas, por ser de la forma preferida por el Emperador Maximiliano Í1493-1519).
Número 1356. Pelo de una armadura de igual clase que la celada anterior, correspondiendo á mediados del siglo xv. Las canales que en él figuran, tienen el doble objeto de aumentar considerablemente su resistencia y de servir de motivos de embellecimiento.
Número 5g5. Cuchilla de brecha. Esta arma comenzó á usarse á mediados del siglo xiii, afectando la forma de un gran cuchillo sujeto en sentido vertical al extremo de un bastón, usándola los siervos de la gleba cuando sus señores emprendían alguna guerra y los llamaban al apellido.
Su forma varió según las épocas en que se utilizó^ correspondiendo el ejemplar á que nos referimos al siglo xv,
Las tropas destinadas á dar el asalto llevábanla comunmente, de cuyo uso derívase el nombre bajo el cual la conocemos.
Número 593. Partesana del siglo xv. Esta arma fué usada desde principios de dicho siglo hasta fines del xvii. El presente número lleva la marca 166.
Número 5ii. Espada de dos manos (mandoble), de principios del siglo xv. Número 5 14. Espada de igual época, en cuya guarnición se ven ios brazos caídos llamados patillas.
Número 523. Espada de mediados del siglo xv. Ejemplar sumamente raro y de carácter esencialmente español.
Número 528. Espada italiana de igual época, llamada lengua de buey. Su hoja aguda y fiexible servía para introducirse entre las piezas de la armadura.
Número 1297-1299. Estribos Hispano-árabes del siglo xv. La regilla abier- ta en sus soleras, acusa perfectameñte su origen oriental.
f .
: ?:vv Vi
- [ -y*.
t'C^r;-;.,
í'.' rV' -. ’C’ f'
•'m. -.-.'.r-JV:
• '> V-^
ZZ /hik.aJ
/-
VI 3'j(juíin3 .ex aa ADoq^'
3^
¡ÍÍ¿' '
b¿ -
W-
. /
’< •. ,
-bM afibemefl 8bí sb BiubBfmB snu ab aJ n a baaoiq BbfcíaO .qüS oiamfrZI . a . -onsiltmizB?/: 'lobBioqfnCX la. aoq cbiiataiq Ernidl cl ab tjz ^oq ,?.B-nBÍIirfiix
' ■ ' • ' ' .(eiei-SGÍ^X)
,'ioi'i.aJnB JsbBÍaa fií aup aBfíb Ibuj^í ab BTubBrme cn'u ab .0¿£i o^romú’A
nanaij .nrriu^B la no aup ?.a^lEnBo^í4<í . /x olj^ia lab BGbpibam B.obnaibnüqEaiaoD
ab 'ri /TOc} ab 7 BÍanaj2ÍB0T ü2 olfíamaldB'iabiznoa 'iBínaniuB ab 5Ja{do aldob la
, ' .oínairnioalladmo ab ?.oviíorn
zobulbarri B'08'ib?íj b óíinarnoD erme BJ2ÁI .Bdaa'rd ab élUrlou^’.áíjá oiam£r,Ví
. iBoinav obiJílag na oíajuK oIlidaua nsap aiyqb BfTriQÍ sf obneíoalB ,(itz olgia lab
.2aioña¿ 2UB obnuua fidalq bI ab sovaaia zol'Blobnbau ,n'óí2Bd ru; ab ornauxa Jb
.obiWaqn Ib nederañíl 2of BToaug BnugfG nsibnaiqfna
la obnoibndqaanoa A^iliJn a2 aup na aeaoqa 2bí nüga? biiev jsnnoX uS
■ ■ • .7Z oIgÍ2 Ib apmi'i^'iaT 2on, atjp b nBÍqma^a-
<•"■'' 02Ü 07U0 ab ^aJfiamriúrnoa BlnBdbyaíf-üJlB^tí la 'icb h '¿ebáci'nzpb ¿nqoiJ bbJ
.¿ompaonóD j>( íBua la nj:ed andmoñ la o¿£7hab
¿oiqioniiq ab^ab Bbfiáu 'au'I xsrn'ic BJ.87Í . //. olgia lab KnK2aj-i6‘4 .gpá tíTafn'bií
■ .dOi saiBíTi pl B'valí óTOffiun aina8a'íjcj ICd .ii /x lab aaníV Bígsri olgiz odoib ab
' .7X olg¡8 lab aoiqianiiq ab .'(aídobnBqi) abíiBrci 8ob ab ebGq87l, .-i í í oiarnOH ' >
'? • 80NB'id 8oi nav 08 nóiaimBug b/uo na ,BDoq6 iBugi ab Bboq^CX .|^ií OTambM
- ' « ■ * * , ^
. , .8BUiiBq 8obBfriBlj aoblBo
cnBT aínarnBmu8 'JBlqmaild .vx olgiá lab 8pbBÍbarñ ab BbBq^.v'd .gi:5 oiamtjZi
.I-oñBq8a aJnamÍBÍanaaanajobTBo ab "
li ' n8 .“-ninJ ab mí'¿na\ BbBmBlI .BaOq6 ÍBUgi ab bcibíI.iíí/ Bb¿q87l .8sc o'iamOP^
..BTubBm'iB bI ab 8Bsaiq 8bI a^ína a8TÍaubó*iíni BiBq Bivios qidixoft y isbügB Js[od •Taidfi Blligaa bJ .vx olg¡2 lab 8adBife-onGq8Íf I 8tidhí8ÍÍ oiamñid.
~ • - .iBínaiio nagjip U8 ajnafpiBíoahoq canaB ,8B'iáIo8 8U8 Jia bJ
^ ' ■■■• ' ■ . - V ■ ■
i
*
"i
. jC
: ■’M *
'■i
- /.
Í&-V -•
?.7v. .ív:
'■■. ;r-
•V-5 'Ví-is •
V- 'vr . f / -.Kt f
' ■■ '• * • '
• -^1
i i
LAmina XX BIS
Armas de asta del siglo xv.
Número 667. Corsesca. Las tres hojas de que consta están forjadas forman- do una sola pieza.
Número 408. Hacha germana. Mide su boca o'44 metros y L26 metros de longitud de mango. Es arma sumamente rara y fué peculiar de los peones.
Número 596. Portefaix. Utilizábase esta arma para sustentar las camisas embreadas y haces encendidas, ya para alumbrar ó bien para incendiar en la guerra. Consta de tres hojas unidas; la central recta, de cuatro mesas, con filo en cada una de ellas, mide 0*53 metros de largo, por o’ 06 de ancho en su base. Las dos laterales, encorvadas, á manera de alas, carecen de filo, pero terminan en punta, midiendo o’36 metros de longitud.
Número 663. Guisarma. Su hoja compuesta de un estoque unido á una cu- chilla, de manera que podía herir de corte y de punta. Junto al estoque pro- lóngase la hoja y se encorva á manera de hoz, la cual afilada por ambas partes, servía para derribar á los jinetes, arrancándoles piezas de sus armaduras ó des- jarretar los caballos. La punta que presenta la hoja en la parte opuesta á la hoz, destinábase á perforar 6 rasgar las mallas y brigantinas.
Esta arma, propia de la inl'antería, era muy temible cuando la manejaban brazos diestros y vigorosos.
Número 623. Martillo de guerra. Hoja de o’38 metros de longitud, en cuya base existe un travesaño formado por dos hojas de o’ 14 metros de largo cada una. Dos puntas que atraviesan un ojo practicado al efecto en cada una de aquéllas la unen mutuamente y cuatro tiras de hierro fijan el todo al asta que mide i'g2 de largo.
Número 536. Martillo de guerra. Diferencíase del anterior por terminar el travesaño en forma de pico de halcón por un lado y por el otro en cuatro puntas.
V
: ■ .
:-;J
V '•
w-r ^
J;^
.r':í^'v;-;:f^,
-• . .V: '.:Vi-?. .-‘■;
j.' ■ :'v-;, -- .- T
l'4‘
: ^ -■■Jr- jyj
■•l'- ■"
s^y' ■'
'v
^ ;;..;.^-1 \JlVi: /■;■..
i : ' ^ i¿,y
W>^-
'■ ‘jÍ- ' - . ::■ _<r,>»t-. .' .C ■
I?
'V
.-■'í
-y^,;
\^'r.J
■vr.
ir • ' •; • -
t
f"* '-.
•\.'a
- . ».. t • '
I
■\
•í
Época de D. Enrique IV de Castilla
Lámina XXI
Número 5o5. Celada gótica de las llamadas de pico de gorrión. Pertenece al siglo XV y le falta la sobre-calva y el nasal.
.Número Siy. Espada i lemana del siglo xv. Su hoja mide 84 centímetros de largo, lleva la marca número 228, con la inscripción VIM-Vl-REPELLE- RE-LIGET (es lícito repeler la fuerza con la fuerza), en una de sus caras^ y en la otra, lOANNES ;- WVNDES ;-
Número 626. Espada de dos manos del siglo xv. Su hoja de 86 centímetros de longitud, lleva la marca número 186.
Número 767. Maza de armas del siglo xv.
El origen de la maza de armas fué la rústica clava usada por los pueblos de ]a antigüedad, transformada á medida que los nacientes estados avanzaban en la línea de su relativo progreso. Construyéronse de madera, bronce y hierro, siendo las de este último metal las posteriormente usadas. Todas ellas deben considerarse como derivadas de la clava, acomodada á las necesidades de la época en que se usaron, ya que la fuerza determinante del potente choque que producían, había de hallarse en relación con la resistencia opuesta por las ar- mas defensivas. Así pues, la ma\a ferrada es el tipo más perfecto y el usado en los tiempos medios. Diversas fueron sus formas, pues empleáronse las llama- das plomadas, por terminar en una á modo de bola de 'plomo; barreadas, las constituidas por hojas ó aristas salientes, en puntas de ferreo enrejado &. Dió- sele el nombre de porra, llegando á ser el arma distintiva de la guardia perso- nal de los reyes.
Número 823. Maza de armas barreada, de igual época de la anterior.
Número 801. Brigantina cubierta de terciopelo carmesí. Está formada con más de 600 launas ó láminas de acero, las cuales llevan la marca número 81.
Números 460-468. Estribos árabes del siglo xv. Esta clase de estribos son sumamente raros y el presente número está nielado de plata.
Número 486. Espuelas del siglo xv. Las muchas gualdrapas que en aquella época se usaban, junto con el volúmen de los escarpes de las armaduras, fue- ron causa del aumento en la longitud de las espigas, para que la roseta de la espuela pudiese llegar á los ñancos del caballo.
■¡y. 7
.'.- -4.V,- ■
; , ; ■í'...líft:Fn í- H «E; :7 v,’i.a7i¿7' . -.■:
. ■ ’■ -• ■ :: .' ' '■ -í ■'■:^^ ' ^ I ' ' ' *-'^ 'lj 7- í I Vt 1. í V 'Íi'j.Í-^’ ; f’ "■’ i t’ ■
¿o-iisinilrrio:; -;->^ ■v!!.;-r; -¡i ^pí<7f.í: ;'::b ,;nLir.7!'; í^.j3 '- '
. _ . .■]'-i-,‘í;í! -1 /-.-i/ i / V ■'•5.^:íi i, ^ ¿l ¿'/-iñ vjfp''
: 7- .-'írp^j ■'üh' ;-,fi i! , r ;.,'V/7.-íÍ: -fijparp; i7, .:-.)''j j -rí o) "víí' }/.;■; q'qT^j' :í-7?.íi '
. ,' , ■' ■- iX /■// :;' c-/f'7's'\/.(j( ■: í',''ijf- í‘.'( ri'>
;.. ^<'7'!'íírtiínvj.i)-Ví ■7Í-- ;;}‘.ilí(- ü'r'. . r/. Iv'fj'i'pijpfri yry.j oij —íjtri ■•','•! , f):: XX Vi'- .■'i U '/' ' ' ’ ‘
: _ ■ ' V . ; .X- ■''X^¡:X>Ty'mC);0■:fJ7■í7
■' ' . ■ j '■ - .'V;' ol^j'á Jíí-l^'-íiirírri^^^^ -.-r r-wiomi'.-X' X '
7b ?qí/í;ji-*Cj .-'.al: '.'Oq ¿sbi^ípá l>'-'..7V7'"b'j^7f iVi 'i,Í7ji/!;,qB-nXX y'b- X.:'^ 'Jb Tvi'^i'* • •‘f>{ ' '. •' '
.. • ,frj nftcrfcpri;r..'¿ v-:.fp 7ui-7i^7ü ííÉm;.] n'i' -'.íM.e'Ij 7;j:X^'Líü.'íjlJ'á..o íí(
;.p .o^ri^iirl v ajpo'X ;.p'i7b;7n ' ' •X^iXAqboy ;:,í; )Xn-í,j;.{ ,
,‘.7;’ /: ípji J-y ' J -. 'X ' 4 ■’ ■■ -• -'q.' -0,rí.í;í i l i¡ ■ •j.i'j 'y'liíl yiifj itv-' ■’■
X : 7’.JP""'Í0 jJTlí-íoq fi)t-L?;dXi ; :- .-7:! 7b Q br-XgV;:'XX^P¿Xtp.
:.,7Ííi■7^X í.:Xi77:H77í qb r;v-j;77::b7;'7b.í7V77r:;qp: i ab
; 7'. ns üuíipíj b V üÍ7bú7X:<'‘^X'.:'-''í X bVi7i;i -y», qi - :r7i:.q :X A .A fiv i ^fXíXbXn-rri
■ _ ■ "jjriio;! -7 'p,i,i i,> .tj r'.'vuq i7pr >',;J7',ri V'í;;>-^'.;V /CÍ'''77-7i;L;3:_;pa,>^^^^^
y- . 7^i7..s:;7'l7'Tia ;;V(‘ni,í.; í,;-yd y.|; íii b 7-ry¡ fip- .-qi-ííj^rX; XíXXXbViuXivqX
;^X.-Al<] .7- C>b£Xí^A07-ri;)>bb H7 X-q\;¡-b;í:7^X.^iy-a_0:7e^ '7qX>iiA(iXt,;:.-.o>’‘
ib . X. ! .1 ^ X;i 'í v._'B V 1 3 l.I i I' I i.i' TiJ D. I íj f 7 < d.;' (J 3;, ’q-j 1 I ■. ’ij’' ’í. i'ií>. -JÍ.Í '¿''ftl fífjj fl Uy- yj’bí''
■ '■■ '-■ . ■ ’> • . ■' ' ',’ • .- ■ ' ' 'y ■ ' ííiyí db :í‘h-.,
, Toi ! íí íi n* í>j. ’jy £ js jq ~q í £ ij pM ¿u _yíjbw‘7qqi>d Cíi,f;.rb . y £ H «cm u"¿’ ■ ■■ '- ■■■'
. ní.:7 Ebtí-tT' ■ ;;!¿;] ^ , i¿arrr; 77 ,u''jq\p ,V[',..1 >b ; ry’ ’'j;d\y b'íixi'íifb rr-.^' '-.y-/: , vb ;b
. ! ií OT'J'.i! 1.J r;. yb'íf-'í;; ;>i nc/'xi*: í;jí;;1j’7 7.!'! .i'i'ioj;:; t¡b '-.£7 ■nY;.:!- ¿7^ £0 D ;’dr 'O; .i ; jb r-bf-n''
t.iu¿pO''>n3¿y ¡sb y^’iío K¡¿:}. ,'f'7, ‘>7 7J; i .-'í i''jb';y<i-8:ií3.- yi^fi )■: *..í ^:{ ' y H O jir- !■ i<- j:. ^ -7( *"1 :f q t ■■'■■ *
- ’ . .. '.’b ukiíii'ji ■i'',i¿-j y’i'ArAjíi -íj í!‘jf:y'i.q. •■;•;> y. a¡>i kI; ’xJVtYí! r;.ÍBi^lt rí-<>-:‘ ■'
■ Ri'i'..*up£3..n'j 7Up7,iyx7ibÍJ5Xq:q7Í.7 . A/ ivíqiyqXl. ^^f-iXq -- ..X..
■■ ,?£T0b£rTí-ií; c£!' üb ^7q-íi7^v c^í wb vv',ni¿ix>/ I7 íiuy-o;': i ü(
fA -ib £¡í‘).ío,i-£i júp £l£q '73f L:b biJÍ7¿i-ioí £Í riYj oí.r;-ofríuB '.'-jb noi '
■ ' X - : ■ .«vi Uudüü l'jij ú^y.i n uil ¿-ol'ii ‘i.ib^^xxí ^¿íSíbu.q ¿'íeü(^g¿ ,.
•A-i A"*’ ‘^.•^^•V-;>?^v,. ■. .>,'• :*'’;• V .■':: ;v'':..j *5* v;*^ ■■ , '■ '; ■ . .--v-í -v , - ^' »
-'^ ■■ * . . ’ff ,‘/ ‘ ; ■• |■^Tl#^ti’ i i Tai'iíTifiiÉ líWi* ^ '.
Epoca de los Reyes Católicos
Lámina XXII
Número 530. Camisole de malla del siglo xv. Es un ejemplar verdadera- mente notable, por su delicada labor, ya que el diámetro de cada uno de los anillos de que está formado no alcanza á cinco centímetros y su peso total as- ciende á 4 kilogramos. F'ué hallado entre las ruinas de un derruido castillo en los Pirineos.
Número 633. Cuchillo del siglo xv La hoja de treinta centímetros de lon- gitud, ostenta la marca número 77. En la empuñadura ó mango, destácase so- bre fondo esmaltado un escudo de armas y la letra G surmontado por una co- rona ducal.
Número 1278. Daga de fines del siglo xv, cuya resistente hoja de veintisiete centímetros de largo, lleva la marca número 242. Procede de Navarra.
Número 12S2. Puñal alemán del siglo xv. Embellece su empuñadura un bonito grabado representándola imágen déla Virgen con el Niño Jesús en brazos.
Número 1283. Daga del último tercio del siglo xv. En su hoja de treintidos centímetros de longitud, distínguese la marca número 243.
Número 1286. Puñal escocés del siglo xv. Este tipo íué usado por todos los pueblos del norte de Europa.
Número 909. Puñal alemán de fines del siglo xv, denominado Pen^erbre- cher. La numeración que figura en su hoja triangular, servía, según afirma Demmin, para medir el calibre de los cañones.
Número 488. Testera de principios del siglo xv.
El siglo décimo quinto, en el que acaecieron hechos tan importantes como la conquista de Granada por los Reyes Católicos, la unificación de la naciona- lidad española y el descubrimiento de América, significa un período glorioso para las producciones artístico-industriales. Todas las armas de aquella época, recomiéndanse por la belleza de su forma, siempre pero de extrema elegancia, dominando el buen gusto de aquellos artefices que tanto partido supieron lo- grar de la línea.
•-rt-'rA’.---
?o:.t i'':i a' • '■{V 'i .'tonÁÍ
;ii;o: 'jb :;;'!r[:u!;'^ ,ü£Í v’'rOiv.iV/
.obfcoií'íb' if¿-. ■•luq- .üii i »5t<.»M tiafir ' J.
: .1;, 'm: Aj?.'j ou'a'uL' Koliim;.
^bíb'f:¡i vi/i ’iTij; rjbjiv:’ b oi'!i‘jb '
. ■ ’ ■ .t'i ■■jf-ti’üH r'.< >'■
■' • ! [ ‘.>.ij ’i> í i'i j, ! f-l} O'? V f n ú .
{T . /lÍATUXrV .u'j'Vfífí; .■„! burb. v
'.?b •..J'ji.' ' 0 "lij b.^ri, ' i tibnC’l. rt'1
. .. • . iojuL íini .-j. ;,•
•Al oh >;”'■,'! . I- ovifiiiV/;
■y.y.cu ü['e'/'»ií- lA -jb yío'ijDirrirn'^'., '
-ri'Á,r.,jJr. 'b;,bu'i' ví^'.' I '..i'i-jrriV)’/;.. .
- iJ/bib''! iobi’.íA vbj.ilbd
• ’ ">aavf5’id> -
. ••v;:}b'í !->b •;
V -.• ,bi;ii^f- ■•: Arh.¿', r.'-jfT’íib'KJ ' ;
.'•r. •. ^ . r-j l.uftu''! .{.-ÍK i tryjiVtt)/, b!
; i ■ -jh •.■'•. ai 5 \‘íb
Af:rn jub ii-ifiíj'l f/unruV/.
.1 -;up. rf,iií}íi^;Ofnijr«-.íJvl rrji'.-.; •
^ ■' •bbrrri;b:!Rq .í'iní'm'jO
• ••■yj .i'b'. '■'TJb!Ú/'
' b . _ ‘ ■! n i -j-j !j A' i ;j.i > ■ ’ ' ■
■■ ' _ • ' ' ' A' ■'• b¿bi i
• ■•••• . . . ; ; AA.,'. LVi !í< J
• 'v.-AlvA- ;í', f bribiír,»r.:*j')_; ^ ¿
■ ,1.!-- '.■'ly'.yy ; . iu;; i^.i i (riofi '
■ ^ , ■ .-■b'bil r.i -.'(.I
A : - 'b..:.r;;:|
• • \ ~ . 'i 'é
Lámina XXII bis
Armas del siglo xv.
Número 287. Picas alemanas, usadas por la infantería. El hierro, que es de tres esquinas, alcanza o‘i2 metros de longitud.
Número 641. Alabarda suiza. El asta y la boca del hacha ostentan la mar- ca número 169.
Número 5g8. Alabarda suiza. Ofrece la particularidad de tener la hoja ca- lada y la boca del hacha dentellada, al igual que »su parte opuesta. Hállase marcada con el número i52.
Número 564. Corsesca marcada con el número 167.
Número 640. Alabarda suiza marcada con el número 89.
k.
^ '
( .
f
Época de eos Reyes Católicos
Lámina XXIII
Número 532. Silla armada C bridona del siglo xv. El borrén delantero está cubierto con tres chapas de acero, sujetas por seis tornillos, cuyas cabezas tie- nen la forma de una cruz. Su borde superior abordonado, las dos canales transversales y la disposición de sus planos, demuestran el lujo de precaucio- nes que se tomaban á íin de evitar que la punta de la lanza encontrase en él apoyo. El borrén trasero va cubierto con dos planchas sujetas por cinco tor- nillos: su parte superior termina en dos brazos que sostienen posterior y late- ralmente al caballero para que pudiera resistir mejor y dar con más fuerza un bote de lanza. Toda. la silla está torrada de damasco amarillo recamado de plata dorada y guarnecida con un í1eco de oro y seda. Rarísimos son los ejem- plares de este género, ostentando la marca número 164, el que describimos.
Rasilla no comenzó á usarse hasta principios de nuestra era, puesto que tanto los asirios, egipcios,, griegos y demás pueblos de la antigüedad, aunque contaron en sus ejércitos con masas de gineíes armados, fueron siempre en corto número, ya que los carros de guerra constituían su caballería. En los bajo relieves de los arcos de triunfo de Orange y de Trajano, vense represen- taciones de soldados á caballo, constituyendo la silla una piel de animal. Hasta el siglo IV no se hace mención de la silla y hemos de creer que si Zonaras la describe minuciosamente en aquella época, había de ser por efecto de la nove- dad que representaba su uso.
Variadísima ha sido su forma y estructura, tanto como lo son las épocas y pueblos que la han utilizado.
'-KtKAj.
»L‘L-í '.j
i ' ¿ ¿ .'1 f " .► í
¡íl á:^m:
¿t?/J O'f |
XTb.cIy.b |
1 .'/'/ -.b |
.'íub fifií |
J bVvr |
! j; |
|||
'X ud £/j a ¡ |
i/uo .ai.iíl! |
■f; iuj |
:':pB 'Í |
a.q |
íj;: L |
V! : |
||
fE'.i illVfiX ib'ü áB |
I .1 itix.n'-)l. |
/tb)d£, ; |
IX B 1 ; |
BÍj.' |
uX |
|||
- jhiüK |
xx'iq. yb |
pl.U'! |
lííjjj |
~.£- |
)n,o"¡q |
aü?; |
■- 'Jb r |
|
. b í! ‘J |
üax'i JíVu |
xno . nríi iB; |
1 d |
jifi 1 |
ijq |
í-:í:í -U: |
..tiv'j |
|
- Ib 1 ^ U JÍi 4 '"1 |
«■■', y 1 'j p ■ ,-•: í |
j íi fi'B h |
h ;. |
'ui:j b |
L-. / J ► . .
,y 'loii-jtr'.n'q 'Jí-; 'v yup- >o>:ií';rí b„ ivj q:/-; i.tfi.'saj ■M'jnpq'íj.t ■ ^i’rEáq fí
íj.ij jjwjjM ctíuri nuil '¡-tíb {.'¡ijj’xri ’úíifuvjT jii*í¡buq,-uy p- c‘í-L<,i orjiled&o- {¿ yj/vdrn-fá\ 'ib í iijíiurií.'j'j í Víjii-iurrií;-. 'üL, r burini íMcíb íirj iv' .iii . .í^\n¿I 9b' 3.í\vj'
- : ' ' ‘->’Pj . i n .-r-; ¡■;or(ii»írr,cíi ^j:ÁjaK-''{ íno ab jjjEjfi ri ü iloo íiiji jyrnBi/p / Í;b6;!(;b ttíLÍq
. a i : -■>' i 'jup í-j pó i : (.i'f./i'p y > ¡ /;ví íif-rí ijí . > i>n Bí n v^T^iV■ ¡ oí j n iy v. b
".¡B i'tb'jpq,' [)b ';'Bqi:j,n ijq oxa.ijranp ;; i !.(>•;, p.í/ ,
- ■V.fMiB \bBt'7Í;p.!jq.:, i:ii -jb cL-'fr>b / ;ír'p:;Xí p b¿/:n’ j:Q Í;¿Ü .,SÓÍ^M;yipyq'' (pxtfif-
'! •;’iq rn p i n o'iy jjJ '¿> ihr.rrn ii bxí ■_•- .‘i i 2 bb tu» 6 rrr nóx’b-.'T i '••láfa- í-íu,-;'- xvu ■ r¡ y:p»j croj i V.'iníif'i-’rj U-V. ¡•lí'.iüjf rí'a .;j -'íjt. 3i/ji j-:y pyqiyjb'rrByXfqa.
-n' Bi ‘r ¡ ',i-.,'io'/ ,i'i ! K.iv; I .oíj • qb ij ixl /Jb- kijtib r'/.b ';ub; í'ip'ífi'
.'iüfriiii.G ivl-q,í;fíu ’víip t;: ; byiob aiilaniK; 1 : b:-d 'EX -y, 'íjbblbaE'jií'^^'/íMriobj f.' .■'»■;•;•« tiaX ;!«■■• 'ub a<»nruu.i' xxiiíj|ia iif-.p:b 'tóijn ■;,. ; • x ,'r| ..y?, .í>/t 7!X-|^(pb¡-}'
"^vr.n ¿ 1; ob O/'.íu’tu -quí] 1 ;j<’. ••;.b •' j:.in ía-i , . 4¡y jqb ,&i!vi ; p •«•>■•: ' y.'íibtj fj i-rvi ■;)c! t
; ' ' ■ ' , ' ' b ' y.BíB ■:;& i¿xii-;¡;?axpq':):lB)yp i,-rx^
ai;!" i'iur' u| ‘jfrro’) pír; araij p!jqfaU:7.;ipEn'a>i ua ¡jfl ^
'' .. 'x -.-'b ■ , b .-. a:\bb IB, fibd /i; '
Época dk los Ruyes Católicos
Lámina XXIV
Número 487. Armadura de torneo, correspondiente al último tercio del sii»lo XV, mereciendo especial mención, la celada, por hallarse unida la babera al peto, por medio de dos tornillos y existir en la visera un á modo de venta- nillo, en el lado derecho, para dar paso á la boquilla de la bocina y aun hablar pues de lo contrario no hubiera sido posible efectuarlo á los caballeros sin descubrirse. Llama la atención en este tipo la originalísima cuanto rara pieza de refuerzo que proteje el hombro izquierdo, que suple á la bufa, por masque no se asemeje á aquella por su estructura. Las rodilleras ostentan la marca número 167, cubriendo la mayor parte de las piezas una rica sobrevesta de sirgo rojo recamada de oro.
Distinta es la estructura que presentan las armas de los tiempos medios, según fuese la aplicación que debía dárseles, ya que difieren aun las destinadas á los ejercicios militares ó caballerescos, puesto que el torneo propiamente di- cho, como la justa ó el paso de armas, exigían del campeón el uso de diferente clase de medios de ataque, y por consiguiente de defensa. tan es así, que los cascos y armaduras de torneo tenían menos peso que las destinadas á la gue- rra; las espadas carecían de filo, y las terreas mazas eran sustituidas por sim- ples bastones de madera. La justa, ó sea el combate con lanza, ofrecía otro carácter y no estaba exento de peligros. De ahí que se reforzase el casco, ha- ciéndolo extremadamente pesado, y que todas las piezas que lo constituían respondieran al propósito de aumentar la defensa. Cuanto á los pasos de armas ó sea el combate á pié, exigía también armas especiales, diferentes asimismo de las empleadas para la guerra. Hay que observar que durante los siglos xiii y XIV no se utilizaron para los ejercicios militares otras armas que las gene- ralmente émpleadas en los verdaderos combates, adoptándose en la décima cuarta centuria el yelmo para las justas cuando el bacinete de visera movible demostró su superioridad sobre aquel, como arma defensiva, pero vistos los inconvenientes que ofrecía, reemplazóse en el siglo xv por la celada llamada de justa, semejante á la de guerra, de la que se distinguía únicamente por su mayor peso.
Sangrientos accidentes ocurrían en esta clase de fiestas caballerescas, verda- deros simulacros militares, que por hallarse ajustados al espíritu guerrero de aquellos tiempos, no lograron destruir las bulas y ordenanzas promulgadas por varios pontífices y monarcas. Tanto las justas como los pasos de armas regulábanse por medio de reglamentos especiales, cuyo articulado revela su carácter y tendencia.
Para aquellos á quienes pueda interesar ampliar estas someras noticias, nos permitiremos aconsejarles consulten «K1 Paso Honroso» de Suero de Quiñones y las Ordinaciones de la cofradía de Mossen Sent-Jordi existentes en el archivo de la Diputación Provincial de Barcelona.
Epoca de los Reyes Católicos
Lámina XXV
Número 483. Armadura de lomeo del siglo xv. Consta de almete de los llamados de pico de gorrión, provisto de sobrecalva y visera movible visclada. abriéndose en dos piezas laterales para facilitar su colocación. Hállase marca- da con el número 85. Ofrece interés la pieza de refuerzo^, llamada soóre;^en/a//fl, que tiene la forma de un barbote unido á la ventalla, teniendo por objeto re- emplazar á aquél ó bien para dificultar la presa que pudiera hacer la lanza. El peto, abombado, hállase dotado de una aleta, en su parte derecha y ristre de gran resistencia, cubriendo la bufa, el brazal y hombro izquierdo. Con la dies- tra mano cubierta de ferrado guante, empuña una lanza de torneo.
Las justas ó torneos contribuyeron á aumentar la importancia de las ar- maduras, siendo causa ó motivo de que en ellas se introdujeran algunas mo- dificaciones, perdiendo su simetría, ya que en la armadura de torneo aparece desigual un lado de otro, debido á la posición que debía guardar á caballo el justador al verificar las arremetidas.' De ahí que la sección de la armadura que cubría el lado derecho, permitía más juego al brazo que debía sostener ó ma- nejar el lanzón, en tanto que el izquierdo llevaba en ellos piezas de refuerzo por tener que cuidar solo de las riendas, agregáronse asimismo á la arma- dura, dos piezas características, la tarja ó tarjeta, especie de escudo cuadrado que se sujetaba sobre la parte superior izquierda del puño, á modo de pieza de refuerzo, y el ristre, hierro que, ajustado en la parte superior derecha del peto, servía para apoyar el lanzón horizontal mente en el momento de la aco- metida. Destinóse también á la armadura de torneo un casco especial, e\ yelmo, que recibió el noinbre de baúl, cuando sus dimensiones excedían de las de aquél.
Las lanzas de junta ó torneo alcanzaban mayores dimensiones que las lla- madas de guerra, y el hierro afectaba distintas formas, si bien todas ellas se distinguían por su estructura más ó menos cilindrica ó aplastada, pues siendo el objetivo del justador anular por medio de la violencia del choque las armas defensivas del contrario ó desarzonarle, no precisaba el hierro, la aguzada punta ni cuchilla, propias de las lanzas de combate.
Varios tipos usáronse en los torneos, entre ellos el llamado galante, distinti- vo por lo grueso del asta y por terminar el hierro en tres puños ó botones: el bohordo, destinado á los juegos de cañas y ejercicios de la jineta: el estajenno, usado también para las cañas y sortija; el roquete ó lanza de roquete, por ter- minar el hierro en cuatro puntas pequeñas ó roscas, con el objeto de que se ^ detuviese ó hiciese presa en alguna parte saliente de la armadura; la gambe- sina, y otras más de escaso interés.
¿>í i' .
^ -Í.I. W. ;í; OV>rrj;^f U J ,
■ ^v
- r
,y t3K
Alí-!
. ■■ f , '- ■ - • / , - ' - . - - \
!.■■ ;:•!' . V* )^Afijr>j . _mé.iy<rr'e.TÍ .
•i :;.:k .. i^j:'^3¡í0liíM-^TiS!íj^ y.ob rjo' S'^bn&.ntiíi'
oii '"%‘!- '7 js| r.^t^f4í''^ó^‘i’íC) "^'v^ no'i '
V^
vJ»
■i
1
ÍjWSS^--'
, ri ■ St>; AH h ¿i' .’* : ' T í jj {?■ ,>.a £i-j^ j^'ip j § 0&>^. :r &'l.-‘gi b ’í Jl'v'i dj j; - ' '•• , ■ á
• U-;;- ,-,\ . ;.
}S ' 'i^' »V4*Í jtrjríí'- ¿l' ■'1^'¡¿j¿«fe'!tír' t;i
.MT-Ci;‘.t. Ti^'' V ^ 'e'LJiC- O’ji.á n-uy^; oHb^,li V ,■,.
. . . ^ •_
¿j- v'-.,..t^-- V''- _v ^ . ■ \ y . . : r r-i’-'/^-M
‘ ií ¿^rt¿
%¡¿Í«ÍSÁ.r
áOf
Época de D. Juan II de Aragón
Lámína XXVI
Número 1.178. Lombarda del siglo xv. Tal es la denominación cort que se conocieron las primeras piezas de que se tiene noticia, hallándose constituidas por varias piezas ó barras de hierro forjado, unidas de manera que formaban un tubo cilindrico, sujeto por medio de aros^ asimismo forjados, que cubrian en toda su longitud, y sobre la unión de éstos,, otros de menores dimensiones, dotados de grandes argollas para facilitar su manejo y sujeción á la cureña por medio de cuerdas. Sus dimensiones y peso, hacían difícil y costoso su manejo y transporte. Basta recordar que las lombardas que batieron los muros deAlge- ciras en 1342 arrojaban peloias de 208 kilogramos, y se comprenderá, sin es- fuerzo, fueran necesarios doscientos hombres para el servicio de cada pieza y algunas yuntas de bueyes para el arrastre.
Los pueblos orientales, empicaron las composiciones ó mezclas incendia- rias lanzándolas con máquinas semejantes á los fundíbulos, siendo los árabes los primeros que se batieron con armas de fuego. En una crónica del siglo xii hácese ya mención de un combate naval en el que los moros sevillanos despe- dían desde sus barcos truenos de fuego. D. Alfonso el Batallador empleó tam- bién, según Conde, en el sitio de Zaragoza, truenos y otras máquinas. En la siguiente centuria, utilizáronse en los sitios de Requena, Mallorca, líurríana, Córdoba, Gibraltar y Alicante, desempeñando los artilleros importante come- tido en las huestes del Santo Rey de Castilla y del monarca aragonés D. Jaime el Conquistador.
La pólvora elaborada en Barcelona, gozaba de gran estima, así como el sa¡- m'íre, azufre y otros polvos de caynón¡ que expedían desde aquella ciudad para las de la península, en donde se habían establecido manufacturas.
El ejemplar á que nos referimos mide i‘6o metros de longitud y fu é ex- traído del fondo del puerto de Barcelona.
V : ■ h:^. ,
v:^- - -í;.- :á
■" ■ *r - ; v\- >
• ,’•' - . • ■ ;'••• ' '-■■ .V •' ': ■ *? -•^- *• y- . \ ..
>^6oa«A,' 30 4) '^abI ,Cl ’3(> A3b5!'i' . ^ ^
.1
aóp, .aoUí;j'3« n arfi3Íri';-::-[f ' vibym 3nq.rb'JÍAt?-,c/oj'3tjW^^^^ ‘ , ■
^j-ioriu'fh =ib -k;--'i.í'.', .'íí-í^í -ib £¡., ü’-rtíoK.v .buíiün'M isfi-btój .4o- .
-pt^SSm- ■ fe-fl-ób'j-j'fj.íi '>'oi-í(i.^i;ii..Ar? 3Kj.iJun>l'¿risq '«•
' ^JbófU;rü uá '«;‘2(riJ'íív3;V lj74ir-U;'Ától;3li4 4'^- ’{ ';,<4ól4ttí;^auS ^ ,/
- A'^olj ?.i sTií rrf íjü i.tJ! í ifd ‘jlí p ¿R-í/ií^^mb! ri’c’l 3o p '[flfjipq'n ^ühoq?.|íí& - a , . ■3'
"-^‘- rt íií 4‘'3-^b/wtqfrH'jo yy-4brnfiig'otí4'' Hob’ ob TfKdíí|4itÉ
y H,s.‘;'ií; cb’j;:.' Pl. oi j-t-vi;iB.,bj fi-’iftq, ^’>3drn'(íd;f34'iV/i'j!Íbb mil nbrjgT ,oX‘30ij1
' ■ qiJ^qri íi iií ' £’i4<|;.g9V3Í(tí:iJ^^^ bv.«6rro|I fi
|;.4 ^qi|A'3q3n4!ífiioxr*ni OKSíqqiqifr^qfni.vq ¿yí j'4 9Mc->tqm9‘\4o^^ iíoUííi’iifl -x
■ -■ i',[' :ird';! < ;i<.'rj.u rdijb!« V'W<Vx;'v_ Xí.víyqvpvr .usO'^ír-fpi\ . qb ütJ ít; fq r-io oLu ioC!- ’nÍJ»-j^q?, V0¿i4 -v ' ■■ ,,;
- • ’»f> ' ‘ 'í| vtifO'ícdj jüM avn.'j ij poH;oli püfi: nfeíii i ilu . ¿iq ,tw-n ap - ~ ' ’ '
- í'v'./ ';>i{-j-r¡oqr(fii...&u^ f-of ^Abp^pqi4qbí*0j: 41/1 fjpilÁ f/-‘3i4í6d^^ ,C<Íl)'b'íQÍ^> .
- vífufid .(.1 s;íh>o-^p3i, í^q^pnoni'íob y g|bjfr^b orrifi^ ioh :i'.í/í?.‘iíífi íisl ítpo/bij, r'*
J'' /•■■ ■ '- ■■ ' > ' 'b'' \V' ■ 1, ■■■v''> ■ ./■'■.d'fpbj:í?i:gp4or44íj. ' ' .
w Mfd. f^4rn4p í?;3 ;q ph -BRÍ'd 033)41 oo fiÚB3’;)díilo BTcyiíbqykl '
■ «•¡'>q hchnio; ^K'^Upk'íijiíab- H-qlL3q>Ciá*,3üp ÍÍHií\:>ft3 0^';-'.pH\oq ?yj3Í'¿v -,;
■ ' . á ■ .'íK3ijjp;vtfjqf;4i obíipíddíílBy rip]d>;d t>¿: obnidj ffo /id'iqí^nlnoq
y T'" ‘vut.'i :buírpnoj ob Ba-iJorn vjlí-.! •jbirfi- Hornnoí''ri í)rJ^^. yup; o q/ifembio -til ‘ ■ ' ^.'. ■■• - - f '. • V-, ■•■‘V^ 4
../; •■ ' ■ .f.nidáoiijH üb>oi3'jijq lob oboBO iob abí
S>^''-
w A
B ■'
¿1- - ,
¡0-’
vkA¿ ■
vt
;h
•i. ,*T!
4
1
■S0--
'•'fe-.-:
■-.Si?''
'xiXSV.
4-xv V fe-fe -t V ■ -r-é
: . 1 f.o< '-r»j
I
I
I
i . vli^
lámina XXVII
Época de los Reves Católicos
Número 1 177, Culebrina del último tercio del siglo xv. Así como el ser'pen^ íin sucedió al cañón de mano, la cu/eí?n‘)irt reemplazó á aquél, hallándose cons- tituida por un tubo de una sola pieza, cuya longitud alcanza i‘6o metros. I.a parte anterior del arma estaba provista de una espiga de hierro que se clavaba en un á modo de caballete descansando el resto del cañón sobre la cola del afuste. Apesar de las dificultades que ofrecía el manejo de la culebrina, entre otras la de ser preciso para dispararla que el culehrincro la apoyara sobre el hombro y en esta forma diera fuego aplicando la mecha, generalizóse su uso entre los cuerpos armados, en los que existían secciones especiales de soldados encargados del manejo de esta arma.
Los antecedentes más antiguos que se tienen acerca de la aplicación de esta arma en España, remóntanse al año 1447, con motivo del cerco de Atienza y del sitio de Escalona, ocurrido pocos años después.
■ir . r
Época ur los Reyes Católicos
Lámina XXVIII
Número 1328. Falconete del último tercio del siglo xv. A la necesidad de reducir los calibres, obedece la construcción de otras piezas, entre ellas el fal- conete, cuya ánima hallábase formada de varias piezas de hierro batido á modo de duelas, aseguradas con manguitos, sobresaliendo el inmediato á la boca, por un mayor resalte y forma de brocal. En la parte posterior, un marco rectangu- lar dejaba hueco para la recámara que se unía á la pieza por medio de dos bra- zos estirados en forma de media caña. La recámara tenía la figura de alcuza y encajaba en la culata con una pieza de echufe, descansando en una planchuela curva y afianzándose con una fuerte cuña de hierro que atravesaba de uno á otro lado.
Para mayor inteligencia de nuestros lectores reproducimos á continuación lo que acerca del funcionamiento de estas piezas dice el ilustre Conde de Cleo- nard.
«La pólvora se colocaba en el bote ó receptáculo de recámara, se cerraba con un taco de madera entrado á mazo, y se adhería por la culata ajustando su cuello á la cavidad que se dejaba á propósito; después se conducía con hierros ó tenazas el proyectil denominado bolaño ó pella y se dejaba resbalar hasta la recámara para llevar el contacto del taco. Dispuesta así la pieza, el artillero introducía por el disparador ó fogón una aguja ó taladro, colocaba el estopin de azufre que cubría su extremo con un pebete, y otro artillero con la horquilla ó cerbelario, esto es, el botafuego, disparaba, colocando su mano izquierda de- lante del carrillo derecho.»
1
í í
. i
' 'K '. - ■'
r:.i
/*- :• ’v '
12.
>•
r '
' - ;
v;
■ . , ‘ 'ví'íii
' ..■ •'■ j -i ■ ■
- ■'* ■' ■' •>
' • ' '■ -■ V r- •-<
;
-
■ 2 ' '•
•■Jt
í
Época de Alfonso IV de Aragón
Lámina XXIX
Número 1190. Armadura del siglo xv. Interesante en extremo es el ejem- plar á que nos referimos. Consta de celada de acero con visera, sobrecalva y cubrenuca muy prolongada, babera de dos piezas con golilla, peto abombado, sobrepeto, espaldar, brazales festonados, cuyo escote y el del peto protegen los gocetes, manoplas, escarcelas de una sola pieza terminadas en punta, musle- ras, grebas y escarpes puntiagudos. En todas sus líneas y especialmente en las del sobrepeto, escarcelas y escarpes, muéstrase visiblemente el dominio que ejercía en las artes el elegante trazo ojival.
Los guardabrazos y las musleras hállanse marcados con el número 48.
La presencia de este tipo nos recuerda que ya en 1430 empezóse á operar un cambio en las piezas defensivas de la cabeza. La armadura de grandes plan- chas de acero ó hierro batido, apareció gradualmente y á medida, sin duda, que las armas de fuego fueron tomando incremento. En cuanto á la época en que se aplicaron las primeras piezas, están contestes todos los autores en su- poner que fué en el siglo xiii, aduciendo en su apoyo el testimonio de sus re- presentaciones en varios monumentos.
V
r
%
k •
5-
I.
'*• ■
' •
Época de D. Alfonso IV de Aragón
Lámina XXX
Número 5gi. Armadura del siglo xv. La celada que es descubierta, lleva un rudimento de cresta prolongándose en la parte media de la frente para for- mar un principio de nasal. El borde inferior de la misma doblado hácia afue- ra, constituye la cubrenuca. El barbote consta de tres piezas. El peto abomba- do, con un reborde muy saliente en su parte superior, lleva sobaqueras unidas por tachones de acero, y en su parte inferior un pequeño volante. El espaldar, como todos los de su época, está formado de tres piezas, los guardabrazos y brazales son de siete los codales tienen sus faldas bastante pronunciadas, las manoplas de ocho piezas como los dediles que forman escamas terminan en punta con una arista en medio. Las piernas están armadas de mus- leras que cubren medio muslo y de canilleras que alcanzan hasta la mitad de la pierna, unidas ambas piezas por sus correspondientes rodilleras. En esta clase de armaduras no se podía prescindir de la cota ni de las calzas de malla, pues sin ellas hubieron quedado sin defensa algunas partes del cuerpo.
De un tahalí de cuero con planchas de hierro, sujeta por cadenas del mis- mo metal, pende al costado izquierdo de la armadura, la vaina de la espada, que el maniquí empuña con la diestra, sujeta al peto por medio de una cadena de setenta y un centímetros, de esmeradísima labor. Con la mano izquierda sujeta una pequeña rodela de madera, cubierta de piel por su parte exterior y con hierro por la interior, con una abrazadora ó asa de madera, un pequeño umbon en el centro y colgadero. Esta arma, propia de la infantería, recibió di- versas denominaciones, entre ellas la de róndela de mano, boce, rondache, et- cétera, siendo muy usada por las tropas catalanas. En Barcelona construíanse en grandes cantidades.
La armadura que acabamos de describir fué hallada en un sepulcro próxi- mo á la frontera francesa, hallándose representada en la losa que cubría el enterramiento.
1
Época de D. Alfonso IV de Aragón
Lámina XXXI
Número 1191. Armadura de principios del siglo xv.
Consta de almete de los llamados de pico de gorrión, de hierro batido^ liso y con cubrecalva, abriéndose en dos piezas para adaptarle á la cabeza, que, uni- das por charnelas vienen á cerrarse en la barba por medio de un tornillo. El nasal, que es muy alto, deja la vista entre la parte superior y la visera, tenien- do taladros en la inferior para permitir la respiración. El peto es combado, liso, con volante y el espaldar de tres piezas unidas con tachones. Los guarda- brazos y brazales son muy escotados, constando de siete piezas, completando la armadura del brazo los codales y manoplas con dediles. Defienden las pier- nas las musieras y rodilleras.
Con el objeto de evitar que se ladeara el almete, por electo de los golpes del adversario, sujeta básele al cinto con el auxilio de dos correas: una que par- tiendo de la nuca se unía por medio de una hebilla con la que estaba unida al cinturón y otra que sujeta al barbote iba á cerrarse de igual modo sobre el peto.
Deficiente resultaría la defensa que pudiera ofrecer esta armadura, á causa de los espacios que entre sus piezas presenta, á no ser por la malla que la completa, aumentando los medios de amparo y protección.
En el almete, nótanse las marcas números 73 y 74, figurando el número 14 en las musieras.
\
0
%
Época de D. Juan II.
Lámina XXXII
Número 1269. Pavés del siglo xv. Entre las primitivas armas destinadas á proteger al combatiente, figura el escudo, origen del broquel, pavés y rodela que oponían una defensa á la tajante hacha, á la punzante hoja de la flecha y al chuzo ó á la cortadora espada. A medida que el transcurso de los siglos de- terminaba modificaciones en el arte de combatir y nuevos perfeccionamientos en las armas ofensivas, transformábanse las defensivas; de ahí que vemos tan varias la forma y estructura del escudo, que afecta la triángulár de distintas dimensiones, durante el siglo xiv, fabricándose de diferentes materias, entre ellas la piel, que lo cubría por completo, protegiendo sus bordes metálica- mente, Celebrados fueron los escudos catalanes, con doble encorado, llamados de almacén; los grandes escudos ajedrezados; los escudetes de origen francés; los de boma?', cubiertos de terciopelo carmesí, con adornos de marfil y los es- cudos de armas, pintados, con emblemas, blasones, timbres y variadas ^com- binaciones policrómicas. Usóse así mismo el pavés ó gran escudo rectangular ó acorazonado, que cubría por completo el combatiente, existiendo varias clases y tipos, entre ellos los correados, encorados de madera y badana y de cuero crudo, becerriles y decorados con divisas y blasones.
.El notabilísimo ejemplar á que nos referimos, que puede considerarse como una joya, hállase blasonado con el escudo de una de las familias más antiguas de Cataluña.
ÍI777
,ii 3('J A.'pR’-i
2; ;í:íit.Ki3Íí¿r^ú «íiírrnj KP/f ólJn3 //z íolj 7j:?r/i ^pnívi .^ ^ f .
7'/;'?>7ivq. .J-iu p' j'id l'jb no>*;n<2 'bj iiiL^qil 1.p ;j,'/x'>.íOTq’-
/■ p!Í:yj()-' i;í iíb ¿lOfl ‘Jííi-ijSíUjq él íi j;ilL'¡j/¡ díaiMpr r;l Erfi ;ítf>b -.ufi ti rjBjfH'jqíi büp ■
7/I)77vljjí;e ^7■¡ qb oi'iuiííínfní isbpííSm -A -.Ébpq.t-7 írmbítMoi M ti b usq rió- íp
VI )|j sqi rn p n r-í 'jrtbt 'i uq t;o Vd ¡i ri v '! i i pd a ! b ' oítp db t j ft hs fipi.i l-pc* ¡i Ít( > i n j frt '¡ 9í
ríiiT'Hc-áí;Pi: 'yt;-p;^ b 'jb; ;ppvipí-ibídfvtipl 7?íiP-Tpfn tefe :,gpvi¿nqb, pfrñ'íp: ;¿:p> feTírpr/pib- :>t : iKÍibpimvi'1; ' ii; tílb-jTír ;->0b iiitíj uiyíífePdb'tc'i íj'ctU éaryfe 'pbgeiíí'CT
mi ne:' feímoiBfn ■ pápnyn'ASi Í> pb jaQF^rbbitdtil , >i;>: í■).'jI n fri utí /Bí b ; j?^70!:!fejrjd-;-b bub obrife^/dit'^q ;¿4etíqff '.njq, üiTfiüb cti qijp' doiq _'bí ?.eKá~.
.^w’ítilftibíbbobE^c'ofpi ;>{d í)ljC. ^;^myBltyzu'z<:>bóo^.'} ícd libvjib! .'úínbfrb
,¿ó:.n'tb'í l nb^'i'lD ab i-íápfeíio^'j; Pítí ^oLibia'jbyib yitVbu'jcíi. k'jbrtPTp. tt'i'-fl dnboprbia \p\y ^ ~ 6 •> p b b-7 ;í D t íi í f ! .bt.i :><i'cn qb í ; n < i b - , i b íh'í i": 3 d t í I q q q j » p t. • u í j •. ípj ^ ■ k d‘ í i b j t b.ib b t b ' aíí 4 o'í. • - f í í I ■ :p^ ■ di ib B i '1 ;'i7 v; : d sñ : j ,b,s I oí / ■; b é í " i 7 bi ¡ f í'O n iji, .>í o b p. j f i iq - b rr f! £i a bTíi > b‘.ü ') ,
•t ■'! pí'íií'q t i.iíJbá'j qUíI 'jy.p -n ki g"r> v,-l- .■■ «q ib; q ffí'ltríb l¿íj;'i>K<3<e Ibií^tbi ínó*? i.: í '>oj can tb r^prij d >.
'I ;bub abev 'íUfpbBd
-trí>L
.:.I?Í fit'jt:' i .H.ÍT Ü'5 -'pK'Ifjq ' aíi'iJ .
;?-j£u
Pl’i í'U' f'j j'a.í':. |
rt '7 Ib; i n.tt'á- p í XJ ..- BÍ-1 d !J; : I « u p |
,QÍ.rí;cíu.\P:j(. |
'7ít'3:7bb-ííU1t07 -P!>i pí-i-'a |
úijri'ü .poqi |
|
_í7¿.ífl 7 -:¿:;h;í |
.'/•ib' v'73b "7_ i'i'J . i |
i i'jpqü^ ,‘jbt |
iv ■tfe'tT¿tr'i''Í-;ib.’'/1 'liH. e
fPixib •íííil(nit(F‘,bu[ 3b lyítM ;.üb | b , n b ítn t ,fi^ . 3¿ tíJ í Itfl'' ^ evo j ‘ íü» ía í.eijwn'
■■ 7 - b '- V - . - ■ ._■ _ t V- b 'eb ^/fiñüfb;tbb:jil¿Erfpíb/tp-'.
>1
rr
I'-:.
rj'r.
t;-
tó;;
lámina XXXII BIS
Número 817. Viratin del siglo xv.
Número 804. Guadriellos del siglo xv.
Número 820. Madracas. Esta clase de armas arrojadizas, que terminan en un hierro de cuatro puntas romas, utilizábanse para la caza menor. Siglo xv.
Número 810. Ballesta del siglo xv. Tablero de o‘88 metros de longitud, ca- nal de hueso y nuez de bronce. La verga, que es de gran potencia, tiene gra- bada la marca 224.
El armatoste, que asigna la denominación de torno á la ballesta dotada de este nuevo mecanismo, consistía en dos manivelas, que ponían en movimiento igual, número de poleas situadas en el centro del tablero, en las que se iban arrollando los tirantes ó cuerdas á medida que se refrenaba la de la verga hasta quedar armada ó sujeta en la nuez. Para hacer funcionar el aparato apoyábase el pié en el estribo de la ballesta.
Número 808. Gafa del siglo xv. Utilizábase para armar la ballesta. Consis- tía en un gancho cuyo mástil dividíase por la acción de una horquilla for- mando un ángulo, con el fin de atraer la cuerda al cintadero.
Número 800. Ballesta del siglo xv. En el tablero tiene algunas planchas de latón, canal de hierro, nuez de boj y verga de mediana fuerza con la marca número 5o. Pertenece al tipo de las que se usaban con el auxilio de la gafa.
Número 5oi. Barbote del siglo xv. Es de tres piezas y usábase con la ce- lada descubierta, sirviendo para proteger la parte inferior de la cara y la gar- ganta.
Números 1290 y 1326. Hierro de lanza del siglo xv.
Números 787 y 788. Látigos de guerra del siglo xv. Consistía esta clase de armas en una bala de hierro armada de aceradas puntas unida á una fuerte cadena sujeta á un mango también de hierro ó de madera con refuerzos de hierro, que permite voltearla antes de descargar el golpe sobre el contrario.
Número 1 168. Vaso de hierro que servía para la conducción de agua pota- ble en campaña. Siglo xv.
Número 1358. Rodela de lanza del siglo xv.
. :-'■ - ^ / V -;- -
Época ue los Reyes Católicos
Lámina XXXIII
Números 1172, 1175, 1217 y 1218. Arcabuces de muralla del último tercio del siglo XV.
A mediados de esta centuria, inventóse la es/JÍJi^arda, que vino á marcar en cierto modo la transición entre la culebrina y la escopeta. De mecanismo un tanto complicado, tenía el cañón colocado sobre una caja de madera, dis- puesta de modo que pudiera fijarse la puntería, disparándose con el auxilio de estopines y botafuegos. A esta arma sucedió el arcabuz y el mosquete, que re- sultaba muy pesado, siendo preciso el auxilio de la horquilla para verificar los disparos. Construyéronse otros tipos destinados al servicio de las murallas, que se distinguían por su extraordinaria longitud, calibre y peso.
y'
p^\-í
fe
' '1 1 *3
oiT!Í?!>j, ídÍL'TUÍir/jb''^ 7 - ';-
’üir. -iiib
;<■ •' I
'. ' '>>r; itírtj i: i>tt-i;/--,.'-‘Pf)- ^’}\iH5i-;ís»’5'y/,'ív i;! í><ójf;wrii .rri'iu jK.s?> yib- -A-' • ■- ■
. vMíi.'imi.rjvMíi .i'l >.i5-n í^jcJvíU'í r.LoTí riy i í"' f> f 'pbwfíl • flVi ;,.•
ií .fc'iybtít-fí'úL kJ-- ■■'«{]’ .
• ;iir/.ij{> oV:^^iib^:>btt»?''ííiíj;KÍ .f.rj.yifE!j(']_!:í 6ij p .o.biift!'.sb íjfi'-^uq
• '.-i 7lip' ■;aí'OU|)í‘,Orn b' 7 I7 b;brrj'-iU;í -XiTp íyp'£,C|Óíy/J ■
ho!’ ifófUlay rbiA Blíít/'p''!CM'r Db>0!4;¡./. u f; .fjtí-f^yQ ’/ufiT Jjíl'óíí , '■ ,
, , y ji! í p i fr V fii ■ ',)i> xi t i iy '3 í « >■ ■bíM-Vibbi’b ..soqii ->;iri fó o^moií ;>y.u va x'.^V'is'q?- ( ti ' ',
■ ■; «íííiuV Jjiqipí’v'l p?.,OUp
. > \i
.3
Época de D. Felipe II
Lámina XXXIV
Número 573. Bacinete repujado y cincelado, del siglo xvi.
El bacinete sufrió la influencia de la revolución operada en las artes é in- dustrias, y tanto la forma como la ornamentación sirvieron á los artífices para dar muestra evidente de su habilidad y buen gusto. I.a adopción ó el uso de otras defensas para la cabeza, no determinó la relegación del bacinete en Es- paña, cual si las ventajas que pudiera ofrecer se basaran en las tradiciones guerreras de nuestra patria. Y tal debieron tenerse aquellas en cuenta, que ya en la crónica de D. Alfonso XI, leemos en el capítulo 25S: j el Rey les había dado en Sevilla ( i3j8) escudos é bacinetes é langas é ballestas, como si estas ar- mas constituyeran el mejor armamento. Además, en algunos de los frescos que decoran los salones del Real Monasterio del Escorial, cuyos asuntos han sido inspirados en las batallas en que tomaron activa parte las tropas españolas du- rante el reinado de D. Felipe II, representase á los capitanes y caudillos cubier- tos con el bacinete característico de este siglo.
Gonsérvanse ejemplares notables bajo todos conceptos, ya que á su mérito como arma, reúnen el de ser primorosas manifestaciones artísticas, tal es la delicadeza y gusto de las labores que los decoran. Algunos ofrecen la particu- laridad de ser de una sola pieza, constituyendo su decoración elegantes graba- dos con dibujos del Renacimiento sobre fondos dorados divididos por varios listones, que ostentan asimismo grabados de igual mérito. Otros, cual acontece con el ejemplar que reproduce la lámina adjunta, hállase primorosamente re- pujado y cincelado, según el más exquisito gusto del Renacimiento italiano, íigurando sus motivos de decoración, anchas cintas con trofeos guerreros, como espadas, broqueles y yelmos interpolados entre frutas y delfines. Supónese que esta arma fué construida por Nicoletti de Módena, célebre artífice del si- glo XVI .
■/l/’/v' X:<!fv;.J
•. tí ;d.
s fifj^si /TÍ8^nói&Rín'3m&fi'!}> sí csnrda -eií^ño’í .st oinsi;^. ..¿¿hJ^üt* : ?g<)biji .e,! ’-OíeLrs o'^ud' v .bf^AÍÍtd/irf ü«.a^
H?.^' ' : _ d( // aí'¿ied&b .obBÍí'jnis '{ ob£.f-uqyT V
Wf-. -íti ^ Pi-íMe aeí fJ3 fíbsiyqd'va,5i'duíó79!í, s| 9b;si3n94|ín
7,^ ■-' fe'i'iBq . BS.O h I í 1 B eo I
■ 3b o^u b ó. ttéidgdbíí
■-?,?ji n^díartioBd féb rtbíBÉgdis'i _,6s?dBpltí
- ‘..I, . ?,3fit)ipíbfm gíil' na riWfB?'ed da iapaidü e.iíáíbu'q áup asiBJrts’í jisl .
,;, X; ' - n/ íí>-p , jilnau^- n^ aBUp.upBdadpnaJ ' ntXaidáJ) tct Y 7Bi^ífiq,-Bdí?3üf^^ áéf&nqpup
^7 .. ttWiiY '¿‘iV 'n.í^ Xj -7 - :8<íi giuiíqfipJXfis^Bd^^ ,bX GeáoH/XXl'dfc^
aSt<i5 Ta rtíTlOP /¿QV^3\Víid X 2ftlIVbV3r,r^
\ P 2b3?.áVl aq Fa b :?;< ) n q hí b o ^ -, ?Jcn;^ A . oí ftamsiSn 1 6 ; 7;0;(ü fe' i¿- ij J U a rtoo -s&tTi
; Oíh' 9 01 1J 2 k' 9 di)'
' 'b! 29 Ib] : ,2BpÜ¿lJ]!ÉV,S3flóÍ0e)2fefefife‘B feq ÍB2 sb’ íp ppiftüéXkEtni
X , -udiií Gq BÍ-npyfeTü'aqñ'djjf/v .íMífepybfediaup -eaidd^^B^
omo9 Bü&bÉáíís'b
-tídfe^BfjjnBSBÍa i,fefeB]daybXMfeb0^^ .-Bsaiq flfoa firiij ufa >%a,b í^b'ipsf
^ '7 ■ ?'tji:!6> íoq gobtrbivib .eobeió^^ a.obnfe lab >AÍudfb'
aaaírj übp ÍiBRP .¿0VO .<:>ii'ií}fíi ÍBUgl áb'-aábtóP b'i;^ rn íÍb nfijfejí^b
s'L'Sí iiam fi2o;ic,; rn iiq safe i f ife . t>J n ú ¡BUr-Bn i tri fel. >: I ,9q p bo^qsq. dií.pdfeíqfeaíd', B ,abp ,
Vd .onsileí) o]n9‘iniiofin9>t l-ab íjJg'trg- olíaiiTpxa asm la fed^^XY^Í^BBortio-X^^
dmuG ,20'j'ji't9Ug aoptoií nro así nío «srlpnsd 9U p yáanpqfeS .san ííbb / z'éíuft 9'iinq aób'fií^^ídí fri .agiri íavlv-iaPag^^^^ ■ ^sbBqa?
-ff láb -aDÍítí'tÉ fedaído - .tnabo!/- áfeyíí^rqdYYI, to ííbíu’íl^.qo'a -9ü*l Brnl^B ’BÍá'i) - ■ '
' - ■■ ' • •• ■ ' '' --í-’"/ ‘ - ■ -■ ■ '. . 'i'- ■Víj'v -Al Jife^Xf::.'.
,r/X ;pIg'X‘-
-''■^■'y, ■. ■
■••iV St
"'C X*’’^
:’ 'i .
i
•o.f;
7;d ,/;:.>;?
X''
w’’ :
'X .,, -
Ífe>'-V‘
.V
'■- d7-
n
í*
Época de D. Felipe II
Lámina XXXV
Númefo 574. Peto repujado y cincelado^ deí siglo xvi.
Como notabilísima manifestación de aquel glorit-so período histórico que esparció p. r todos los pueblos los brillantes destellos del Renacimiento, merece citarse el ejemplar á que nos referimos, primorosamente repujado y cincelado, con dibujos del más exquisito gusto, constituyendo una de las mejores obras producidas por los armeros milaneses. Sus adornos figuran anchas cintas con trofeos guerreros, como espadas, broqueles, carcajes y cascos intercalados con delfines y trotas. Fn la parte central del peto, figuran las armas de su poseedor, uno de los Grandes Maestres de la Orden de Malta, existiendo un medallón en la cinta central del espaldar, dentro de) cual se halla representada la figura de un ángel con una corona de laurel en una mano y una palma en ia otra. Asi- mismo existen otros medallones ovalados con guerreros armados á la griega y figuras mitológicas en cada una de las cintas que parten de las sobaqueras para ir á juntarse en la parte media é inferior de la coraza. Los espacios que exis- ten entre estas cintas, están ocupados por grandes ramajes, primorosas hojas de cardo y racimos da uvas, dibujados y ejecutados con rara habilidad. Solo comparando este ejemplar con otros, exornados por Nicoletti de Módena, pue- de suponerse que es obra de aquel famoso artífice, ya q^e se observa gran co- nexión en el dibujo y el mismo gusto que acusan sus producciones.
4-
r
■i
■r -
■y ■
O'-
"í*'.
C'
■
i*
k' .
r*
r'V
i: ■■
J
Época de D. Felipe II.
Lámina XXXVI
Número SyS. líspaldar repujado y cincelado del siglo xvi.
Correspondiente al peto señalado en el catálogo con el número 574. Es de igual mérito y digno complemento de aquél, ostentando idénticos motivos de decoración. En la cinta central destácase un medallón en el que ñgura un án- gel con una corona de laurel en una mano y una palma en la otra.
Algunas de las armaduras que pertenecieron al emperador Carlos Vy á los Reyes Felipe II y Felipe III^ existentes en la Real Armería de Madrid, pueden compararse por su mérito, con el ejemplar á que nos referimos.
Época de D. Carlos I
Lámina XXXVII
I
Número 945. Espada de lazo del siglo xvi.
La espada de esta centuria, ofrece en la estructura de la hoja y de la guar- nición caracteres especiales. La primera divídese en varias partes que deter- minan cada una de sus secciones. La espiga, que es la sección superior á la que se adapta la empuñadura, el reca¡{0, que inmediato á aquélla presenta mayor anchura y grueso que el resto de la hoja y el cuerpo y la punta. Cuanto á la guarnición, nótase el pomo, redondo, cilindrico ó cuadrado; la empuña- dura y los brazos que forman la cruz, que se completa con la guarda y la con- traguarda, compuesta de planchas de hierro planas ó cóncavas, macizas ó pri- morosamente caladas ó cinceladas, montadas en el sentido perpendicular de la empuñadura, y de las que á su vez se derivan otras piezas, que enlazan la hoja circuyéndola por el recazo, formando dos secciones de guardas. Tal es, sencillamente descrita, la complicada estructura de la espada tipo del si- glo XVI,
El ejemplar que reproduce la lámina, ostenta una preciosa guarnición exornada con bonitos grabados en relieve y primorosos nielados. El alam- brado de la empuñadura es de plata y en su hoja de seis mesas y de L04 me- tros de longitud, figura la marca núm. 124.
f • ■ - i.-X '-T*
■ ' , , ... . • ;tvX-.. ót.üÍH.'fo-L’oKiuVo1> i:bí4Cjí’3
-■ij;ííy_ lif ‘>h 7 fiioif i‘d>jív irnrJ^iOtí^ fíi .íin:Jíno> ■
-:; -■¡.7;7-b. o.Lipi h^rruq- .'í^íiiVfn . o;ú 7>.7BKqb ii'v;>nx(:>q.S;-.b.-.'í7Í!it'jjq'¿
}>[■ « 'íoiTyqu;' ¿uz, ah ■ hxí ü- tbfi'j. líiiTitfts;
'fiinítóít'iq ,;fe í bJti^U3n,3iti vj.¡jy .ú’/jjy^'v b .siiibjKí'iuqfíiq^bb :j¿ yup
ty^.iíivfiúr! .Bíri!í/4 til' V Aiqnvú'i íy- 7' efort lií -y-b í.jíks'i ia'áíj d brí'jVyS'X ü'ru dorju xqyjsni
i-Brriiq/Í!7 8Í /c'bcsvjby'frA'q^^^^^^^^^ ^n|4í.7Írnj:síJí;;: ’fil -b
-n'ivci y nt’j |■i.'l!!qft!(,o yí* -jup tMi'íPKi n;>ff:n»f yup j'.oVB'uJ -■>•)[- y,. Btub
4--.iiq íVgbxi^tírn .ííbVíí^/ííó -(.r:'¡yiri bb aiinr.inBlq yt? tíJá3ÚC|/rír>7
'';';jí> XBÍurjiij-nyq'ryq obujiya b, .ny afibbinorn ^?bb,f;:iy.yn 7ínoffis¿y,nom
. fi'l qí;s(:;¡n'j yup >£pyiq, . eii'Uy n üvbylxéb'xüv pr^c yiJp iiBl.-'íb ,v yBiuíj-eáijqfny- jBÍ- a.7 lifiT ' ;£'.cbltí)j;i yb vynr'ipyyí: ^.ob obníirfnoí ,.0Xiib4; í'i iqq b'krbíibv uyxiq' píljít: ~i^-:hh i'htíí r.b/Tq.-'y ■ 8Í ’yjj ubíXíííqrq.xj -di'- VbJr¡y;<jb o.Tnyfíibífíqn'at;
( ■
: /.x-.biw'-
I
ÍÉ
íiói.iib'íiiíjp Gí.iqqy'íq íjn.u BbfiyjHO- ,fcrii:riibf kí' yri!jb'-.qqy / qup .i‘¿lqrfi'9(s‘ Í..-Í
’ftifcjb bH. A.:oíji;lyfn yvf^qKJmnq y y /yiri i (V^ f-í>t4;Tjfí-qj3 ^7;:r¡od - í;oy : ■8bí.-rr¡o:<-j *brn p"' t ■ -jb 7, v!Gv-y.rí,r/'t'jy yfj 7'iy qu .vxiijíifq .yb ytr'ni bí/übñ'i'l
dy.^
/|,z bbxiüyi^ípqimr'bl' -íjqjiqqoí yb ¿o:ii. "i'’..'
j -j.'q
k'
J.
. - íaI
Época de D. Garlos I
Lámina XXXVIII
Número g46. Espada de lazo del siglo xvi.
El magnífico ejemplar que reproduce la adjunta lámina fototípica, reco- miéndase por sus grabados en relieve y las bellas incrustaciones en oro que lo exornan. El pomo, de esmerada labor, ostenta la grotesca figura de un mono. La hoja de cuatro mesas y de 0*93 metros de longitud, hállase marcada con el número 56.
La espada usada por los caballeros tenía mayor número de guardas desti- nadas á aprisionar la hoja del contrario y conseguir el desarme, y las embe- llecían diversos motivos de decoración. El tipo utilizado por los soldados era mucho más sencillo, presentando únicamente las guardas.
La multiplicidad de tipos dificulta su perfecta clasificación, siendo necesa- rio recurrir al exámen de la hoja como parte esencial y bien determinada de la espada del siglo xvi.
' 7 .y.; . V y.^7 . ^-y vi^' ' ' C.- ^
■■
m
*'■•_, t* r ’ . • .rs ,51?.
l'"'
h
i ' f''
ff-
r '
i.
í;
V .
i
Epoca df, D. Ff.i.ipe 11.
Lámina XXXIX
Número 944. Espada italiana con guarnición de lazo, del siglo XVI,
Este ejemplar, ofrece interés por representar un tipo de la espada italiana de la décima sexta centuria y por la delicadeza de las incrustaciones de plata queda embellecen, siendo de notar que la hoja es toledana, circunstancia que confirma la estima en que tenían las hojas forjadas en Toledo.
La referida hoja es de cuatro mesas, leyéndose en ella: Monte en Toledo. Espadero del Rey.
Época dp: Felipe II y Fe upe III.
L.á.mína XL
Espadas de lazo del siglo XVI.
Número gSo. Distínguese este ejemplar por las labores que decoran los ga- vilanes, que afectan la forma de un á modo de cordón, acusando el gusto y origen aleman.
Número 943. Ofrece esta espada la particularidad de tener los gavilanes planos, conservando todavía algunas de las pequeñas chapas' de plata que la embellecían.
Número 941. Recomiéndase este ejemplar, de marcado carácter italiano, por la elegancia de su guarnición.
Número 939. Fué labrada esta espada por el espadero Inviena, conforme así lo atestigua la leyenda grabada en el primer tercio de su hermosa hoja de seis mesas.
Número 935. Elegantísimo ejemplar, obra del maestro Manuel Gonales, cuyo nombre ostenta la hoja, así como la caballeresca leyenda: No me saques sin ra^ón, ni ?)ie enpaines sin honor.
i
í
?'•
ü-
Ȓ; '
V- .
k-
‘c- •
■
y
w
'•
■>
í ,
-.' ■■
:
k';.
í\
r--
I; •
Época de Felipe II y Felipe III.
Lamín \ XLI
Espadas del siglo XVI.
Número 906. Ofrece este ejemplar la particularidad de afectar el lazo la forma de una cinta hábilmente combinada. La hoja de dos filos tiene la marca número 146 y una roseta grabada en su primer tercio.
Número i.j22. Este interesante ejemplar, en cuya hoja están incrustadas en cobre las cifras IHS. y MA., fué encontrada en el río Carona, entre Moissac y Castelsarrazín.
Número 948. A pesar de su mal estado, efecto de la o.xidación, vése desde luego que es un ejemplar notable. Fué hallado en el cauce del río Besós, entre Moneada y el mar.
✓
Número 1.323. Fué hallada esta espada en las inmediaciones de Muret. nombre tristemente célebre para Provenza y Cataluña, puesto que allí sueum- bieron con Pedro el Grande de Aragón, la libertad y el progreso del .Mediodía de Europa.
Número 917. El lazo de esta espada está ricamente labrado y en su hoja figuran las letras SHI y la marca 124.
Época de Felipe ÍI y Felipe III.
Lámina XLII
Espadas de lazo del siglo XVI.
Número 91S. Bello ejemplar^ obra del célebre espadero toledano Lope Agua- do, cuyo nombre figura grabado en la hoja.
Número 920. Distínguese esta espada por su bella guarnición, que es de las denominadas de rejilla. En la hoja, que es de seis mesas, léese la inscripción Palpan y Kpianiv.
Número 918. Magnífica espada suiza de dos manos, tipo en extremo intere- sante, del que se conservan muy pocos ejemplares.
Número 922, Esta espada cuya guarnición resulta tan sencilla como ele- gante, ostenta en su hoja, de cuatro mesas, el nombre del espadero Andreis Munsien, que labró en Calatayud,
Número 921. En este ejemplar, obsérvase una variante en su guarnición que es de dos puentes, figurando marcada su hoja, de seis mesas, con el nú- mero 145.
í t í y
AVí'.J/.Aw
y Tí «•iun’"! /!'! /••
fcv'
~ i '
1 //. o!;ji¿ lob o>x! oÍj «n]ji-'.q,'/i .
-yit-J r.i.-MoJ 4>-ío'bs;q«)"tnd'jí.';-:) fob ivjdo .'iRj'qeno'i.o olIoH .¿ic fiornu /• .
' ,j:;¡ori >í! u-j (AaAíiV¿ 5'idn'!'-n './uj\qf>'
¿íii üb í-o 'ji'p . nbjviii'Uiumilfvd í;íj!U'jr:.' .<‘lc ■,
i í.'j’’ t'_L P ’d i'i í!vi ; iii 1 ■•■'íil.'iiíi i TfT'>nsb
a.
u , . , ^ . • . ' ^ ■
■*o !:>jn ¡ rt:.i (¡qi.r ^rw'-.rn V- .íj eb í,\iox v,ijCiyo iJDÍrin^rJ/'. (íiomu
■ ' - ■ P'. viüíqn-tíífa ?-';yoo Vi.i rn ni:7T:j?.noy ■yy. ;>uo. 1-of.v .'jír’í-^
oq-.Glii f’Abiírrcu^. nvijo -r-tiRq^o bizA .-.•.‘sq. onsffttf'/I
íPj.!'»Vr.qq- . ul ;
•?.V'->Vj"K 'b>b yvf rr,i *ri ¡o .?.!>•. jm oiJñU'j i>b .¡ülort uz-svj tín^íao ..vd-ncy,
. ' . h íjlferi- n o . 6 1 ¿.i y. ;í‘.’jív,»An’\A- nP'iji rr:;;uq, r,-. : fi ; j nl'b ■. i bi; V; v .
V'ií n 'í.y fyv-j -ib ;ir:.i-?bji:rui(t! obruvu/jjli- «ob yb c¿ .wp'
. - • . ■ .■ . '.qiorT!
. .V*'; f.' -
1
1
.:.W
> iW ÍL ; ‘ S w
r
Si
j' '
k/,
I :
í..
?-■
•Ñ- '
I
f^"-
: . ■■
.
r-
y-
t
y
íf ■
I
"7 ,
r
I'"
.
h- u
[
i-' '
b'
b'
p'
b ■ b
Ir. ■
is.- '
P ■ ('■:-■
b"
'i ;.
í^.'.
Epoca de Fempe II,
/
Lámina XLIII
Espadas de lazo y de farol del siglo XVI.
Número 938. Espada italiana, labrada por el célebre espadero milanés An- tonio Piccinino.
Número 933. Espada veneciana, de las llamadas schiavonas, porsu original y bellísima guarnición, que es una variante del tipo denominado de farol.
Número 932. Espada de las llamadas de arzón. Usábase este tipo con las armaduras ma.ximilianas. La hoja tiene la marca 227.
Número 927. Ejemplar tan interesante cual lo es el marcado con el nú- mero 933, de igual tipo y procedencia.
Número 928. Espada escocesa, usada por la caballería. Su guarnición tan elegante como caprichosa, hállase comprendida en el grupo de las de farol.
I'-
Ty .
Época de Garlos V, Felipe II.
Lámina XLIV
Número 912. Espada de lazo, labrada por el espadero Johanni Picinini, se- gún reza la leyenda grabada en su hoja.
Número 962. Recomiéndase este ejemplar por la esmerada labor de su' guarnición.
Número 926. Distínguese esta espada por las dos conchas caladas que figu- ran en su guarnición.
Número 930. Espada de dos manos, que ofrece la particularidad de pre- sentar su hoja la forma Hamigera.
Número 914. Espada de lazo con gavilanes curvos en opuesto sentido. La hoja ostenta en su primer tercio la marca número 226.
Número 908. Espada cuya guarnición es tan sencilla como elegante, obra del espadero valenciano Estéban, cuyo nombre se halla grabado en la hoja.
Número 910. Espada de lazo completamente igual á la usada por D. Carlos Goloma, conde de Elda y que figura en el retrato de aquel caudillo pintado por Van-Dick en 1673.
Número 294. Precioso escudo real de España, de hierro repujado, que hon- ra al artífice que lo ejecutó y da á conocer el adelanto alcanzado por la cerra- jería en nuestro país, durante los siglos XV, XVI y XVII.
.-.‘iz Jninbi^ n'jímmíoI •nvbBqR'» h noq'uhntÍBr.oxQi hb fib&qft:.*í .í; lo uifirny^
, ' , . aviod ur n;^> Bbii-j/tíl gí rjcsi
»‘sj^ ,f>b íQHtíl ;. r.hGi9-j'Tiií59/ «I noq 'líiiqíTjsjo oismúí^»
. ' ' ' .nóioifiiGu^
^ '-í'jSil'-on p '.¿cb.p/ívj «jri'jnotj mb ael- lóq. 'f;bfiq.2íi..^|p yi'O.í.í'.^qlíai'í.! .(tsvv.oiarnuí^
■'' ^ ■ b , , . r:'»bini8ug i!> nel,
Bb .«o.íi'íu'it ,;íob oT-smüíí
' . ' , ' : , birjgimsfbfiííítóí BÍ.Gf
.ohijñi;^ oífí-Jiíiq-' frj ^,‘'’nuO ?.»nBH7Kí^: -..I.
, . . '. .' ' ó'wrrujn ' h¿'í3'J 'Isffviaq u^ novii^
;GTfJ'o Qrnuo fiel ;í5 fv6iótn-iKug >v/ij7 ebfiqi^3 ,8o(Vp7émTjv^-
• íijoii éi'íiD qíjsdetg ídíyn a/, á'idfnrtj'i 0'/U3 .n.ediJz.rl (jn-íUvinarsv o!robi;qéa bb •••«oJibT) ,Ú '],oq tibae.iy£ti fe' iBugl'^ííjafo.Gioíq mpy' oxBÍMlj «b^aKi' /.o'i-q bqamüí^ •»>b'sí.ni^, ültibü/jq láupf. ab oífiiíai .ia' na ftiugí!; a»p ^ iib!3 ab r-bfiOD ,Gaío,loI-> - ■ , ' ; ^ ■ ' "'. , ,f;\ár nsTdaKl-nfiV^i
-rif’H'aup .gbsq'ij’qa'i óTiairí' 3,b. yb !(;aT^^biJ7v^3 oKoiqat!’ I -l'p- OTaniiVí^
• vTiyb f|! yfKq oi:yisnBy¡U' <)ín>i!ábtó Iít 'laaoriua Bt> v 'b fi i - sj '> <.,< í ájup aórlííTfi J.B.S'i • ■ . •' ;J1VK y !'//./'// ¿ó^giV/>ol aJifBUib .anjfj uyíyjwo n/a Ghs|
. /
-V •
- A' jíV
Lámika XLV
i
Número 621. Escudo real de España de cobre repujado. Procede de la ciu- dad de Baza, provincia de Granada, y corresponde al reinado de D. Felipe 1 el Hermoso y de su infortunada esposa D.' Juana la Loca.
Números 723 y 769. Hojas de espada del siglo xiv.
Números 721, 722, 756 y 758. Hojas de espada del siglo xv. La primera ostenta la marca del famoso espadero toledano Juan Martín.
Números 719, 767, 760, 1254 y 1279. Hojas de espada del siglo xvi. La cuarta, de un metro de larga y ventinueve milímetros de ancho, fué labrada por el célebre espadero toledano Joannes de la Horta que labró también en Va- lencia, de cuya ciudad procede la hoja catalogada con el número 1279.
Número 720. Hoja de espada del siglo xvii.
Números 746, 748, jbo y 761 . Hojas de espada del siglo xviii.
Aunque en muchas ciudades españolas cobraron celebridad los talleres en ellas establecidos, las armas blancas toledanas fueron generalmente apreciadas, y muchas ciudades importantes de Europa fueron sus tributarias, dirigiendo frecuentes pedidos á sus maestros espaderos, cuya rara habilidad intentaron imitar en vano los armeros establecidos en otras localidades. Toledo puede envanecerse por tan legítimos triunfos, que atestiguan los magníficos ejempla- res que se conservan en' los museos y armerías, como gallarda muestra de la maestría de sus artífices, que continua logrando la fábrica que el Estado posee, cuyos productos, á pesar del tiempo transcurrido y de las transformaciones que determinan las épocas y las costumbres, prosiguen la gloriosa tradición alcan- zada por la industria particular en los pasados siglos.
■ -IJI-j 0Í m!.. .ohf;: íjT,'*'! -JÍJ. .'t'-í.' -'C-.
--] ;á{jn:v'i ,l! ;;.b ^'br.r't V'.' . yt
, . i , \ ^>4 ;.-r- : Í-. v-h' ' J, ,o,:'
^ . - . • ‘ / t V'-í. V.^ -/--i.
Mrí^ni'i !íj ■ i V - c‘ r i- . V\/ , b'
oB’LíX. íiiUv?-vUo//b
1^, 4’ // ■ 'jV ' ■• -" , ü<V- ' I b . i■•_::
'
■„ ^■■■■:
:■ - i -'Aaíríij./ '
v^.
• '. i i'j •: ! ../ • '• **
- ■■■ ■ '■■■-'■■ ■■'■ '
/ o *
^ - .r- -’í '
i. _ '■. fb ; b' : ■■; ‘ ' ■ L ', : V» ; r-
b \ xX’ ' A V . í:- ■■■: '■■'¿-■■ Ij •' bb 'J
;,x'
’ -- , ’ .- ■ -V. • L .' - ' _ - . V.-, ' *-r . ' ■ . ■ r V -T ;'.' 4'
-.) omr.\‘ "'■- - ‘ bl »b r' fi-'.,. ■•i, ¡■'.4.r;.i:, '.,'■ ' jír.‘ •■c;'' '''X
.y-¿'!:-t'.V!í:u'rv: ■.'Í'.i’i' :!».> ‘ 'V 'i J '■•j' f.i >'■■■;■ '4 • U' • '''ib
■ bi i 4'"
. ,A.nv/xx::.b-b ,iüL^ 4
jí^: ÍK.t ''ai,'!: bj; i/' : •■ ■ ■ b : :í'i'b.j';>' .¡biq:>, 'b‘V''3.-'J, 4 , ó'.-:
■'../'l-í^ o i i 4.4 ,4 .■"•í'4:-'4;-, -<
- “ 4 • ■■ '■ -4 ,X;-. ’• ' ;.
''b' 4 b ‘ ' : . -4íl' :■
' ■b-4b 4' ,_ ,
■'b. . 4v,b4,,:;b4
j'v. ■ i;j :• 4
■■' "'bK'q :b:'
■ ^b^444yqrbrr^úy..'’ . '■4b;-*'f
■ . b - ■ í, bq
i4‘.í . ' ■' : '■ Aii uílA?/ , - ■. b_^,
•■'■ , q. L-v:4''b;rb-'.r-4 4':bb_
/. ■ ,v • !, i.-b’bi/'qb-'-' ' ' i
.'y''} '•' - q , q :. jíT' 4.:’ ■'■■■ bb'-'- bbl' ■ ■ ■;
i'.. - bq'.vv'b ' •; 4 > '‘4' ,.:u/í;4b'.'4.4>4; .
'.¡.'■■'''‘■'•4; ■ . ::•'. 4 i-j; 'F; í>.íjq>'qt ■. F'J'
ijq.. ■: ,.ví-.':'':. ^^4*''rq:T;,;-qif .■jr:4//,-''4T.4 K'
bq . '
: í -'q i’!4
-ív
■‘j Gr A ti .
•- ' 1 r: -ij
}:''44Fb,:
■^-■xVG.4: :.' - -
4^ 4-':... -.::. •.•:•- ■ib;í‘r'é^'»i'i;-;v '■•;
4-, : v'--;í '<q4Íj>. '■■'■■
■■-• ó:' fí '4
■4. liqqb;!: 'y^l/úbqqbr/^ ■ ■■ ■ - 4
G ^ ,. qbV-/. q 4:^
bq.b.b-rv/ 'A. ; - .i
SiÉ* í,- ■ - ‘ ‘ - • ■ y«
- *■' - '
■-b -
4-- ■.' rbq:-^ 1
' ■ '4' - I
-A
í1
- — T-' V ■ ..b ■ ^
■■ X. ■
- >fí-., .44 '7
b. A"
i
i'bq4tf-b
1
■ i
- ■ - y 4 r-t* 5 •. .■> 4
I
5
Lámina XLVl
Rodela nielada imitación del siglo xvr.
Este valioso ejemplar, nielado con extraordinaria riqueza por el célebre ar- tífice D. Daniel Zuloaga, reúne la doble circunstancia de haber sido regalado á D. José Estruch por el malogrado monarca D. Alfonso Xíl, quién dió mues- tra de señalada simpatía al poseedor de la Armería, obsequiándole con una obra de arte cuyo mérito significa el renacimiento de una industria casi olvidada, y afortunadamente cultivada por la distinguida familia de los Zuloaga.
o:5í.^ >v
■<^í;v“
. r/x -/jlglg-iab aéf.i.ájsí'irrí i f.btilsi-n láíihoH íy'J '■:>" í;/rími|j«-;4)ítixx .lalq myf;a.;i>aoí1íi;/ :
’ 3b"'íí>bs9?íoa!B;íriiJJírn;j^^
► ' - ' "■ •í'-.''' ■•:**/¥:*■' * ‘l-' - ■ . ■ '" ■, .i'.' *•■'- .•<■'•• í; '■■ ' ■■[ '^': ." • ■ ¿ V •
V ': . -r^ >
- ■'-)... - -,-’V. - , ,
it:
■' :^V
^ J.' , <,
. ‘*/r ■
i2:'', -wí-"' .
-C >.' ‘ -\r
• - r/ ^ \f '-* ^ 1 ‘ V ' V
, ?4- ;
¿^V.X .Xk 'ff ■;.;%'í;v
. ■■■ ■ c.:- ' v'‘ ^.;.; .'''■-. -'r ‘ ,
W
. .. . ■,-■
-fiXr l. : 4 ‘ ‘
..-'4 J
/
Época de D. Felipe II,
Lámina XLVII
Escudo rep lijado y cincelado del siglo xvi.
Este magnifico ejemplar debe estimarse como fehaciente muestra de la ha- bilidad y buen gusto de los artífices de aquella centuria, que en su afán de per- seguir la belleza, convertían en obras artísticas, aún aquellas, que tenían por único objeto la destrucción del hombre.
En el escudo á que nos referimos, represéntase, por medio del repujado, á San Luis, que junto al improvisado altar que cobijan dos corpulentos árboles, dirige la palabra á los guerreros que le rodean, destacándose las tres emblemá- ticas flores de lis entre las nubes que aparecen en el fondo. La orla constitú- yela un bonito ramaje ingeniosamente combinado con génios.
v:<i’
Época de D. Carlos I.
Lámina XLVIII
Número 904. Media armadura del siglo xvi.
Constituye un tipo de no escaso interés la media armadura á que nos refe- rimos, Consta de celada, gola, pelo y espaldar, brazales, manoplas y escarcelas de tres launas, de las cuales la inferior termina en punta. Todas las piezas es- tán grabadas á cintas con entrelazos y hojas de marcado estilo gótico, con fondos dorados, ya que en la época en que se construyó esta armadura no se había generalizado todavía en España, la influencia del Renacimiento. La celada tiene cresta festoneada, la sobrevista es movible, la visera de rejilla de tres barras y la ventalla descendente está compuesta de dos piezas, unidas por tachones y sostenidas por medio de muelles, con cinco aberturas cada una.
Aseméjase este ejemplar al que se supone perteneció al emperador Garlos V. que se conserva en la Real Armería de Madrid.
f
f ^
Hy " ' '
rí^r- r^V^-é:.^^-^y-:. ;>. i> , ■ ■ .' v. . .‘’rv. : ' '' ■; r ' 'kÉ^ \ . . - í k r ; ‘ ' ./. ^ . ' ■ .'
. r "7- V‘% '• .. ■ vt. < » •.
■ • v> ’ ■ .
»r
r...
I;:
». ■ ■
r > -
k<. - ■
l;..;
k''-
f'-'
Época de D. Felipe II.
Lámina XLIX
Número 884. Media armadura del siglo xvi.
De mayor mérito que la anterior es la preciosa media armadura que repro- duce la adjunta fototipia, profusamente grabada con nieles negros y dibujos ajacarados ydorados^ representando cintas entrelazadas con medallones, en los que figuran asuntos mitológicos, ninfas y diosas. La gola tiene un medallón en el centro, en el que se representa una figura sentada, y las franjas latera- les, dos guerreros. Peto de siete franjas de mayor á menor, con dibujos de) mismo estilo y en el centro dos rosetones, con busto, y debajo, otro mayor con un trono y guerreros. En las franjas laterales se vé representada la Justicia y la Fot'iale^a, y en los listone.s que tienen las sobaqueras, dos medallones con guerreros. Escarcelas con franjas; la primera con un óvalo en el centro y las restantes con carocas y otros dibujos caprichosos. Espaldar con la misma or- mentación que el peto, pero en los óvalos las representaciones de la Justicia y de la Fortaleza colocados en sentido contrario. Guardabrazos con cinco fran- jas, viéndose en cada una de sus faldas, iguales alegóricas representaciones. Brazales con una franja de igual dibujo. Manoplas grabadas. La celada, guar- dabrazos, brazales y escarcelas tienen rosetones dorados. En el guardabrazo izquierdo existen los taladros necesarios para fijar la bufa.
éM.
.4.
. •
Época de D. Felipe II.
Lámina L.
Peto y escarcelas de la armadura número 884, decorados por medio de gra- bados con negros nieles y dibujo ajacarado. Constituye su ornamentación cin- tas entrelazadas con medallones figurando asuntos mitológicos, ninfas y diosas. Siete cintas ó franjas, de mayor á menor, dos rosetones en el centro con un busto y debajo otro mayor con un trono y guerreros, embellecen el peto, vién- dose representadas en las franjas laterales La Justicia y La Fortaleza.
Las escarcelas ostentan varias franjas asimismo grabadas, destacándose en la primera un óvalo en el centro, y las restantes con carocas y otros caprichosos dibujos,
V
Epoca de D. Felipe II.
Lámina LI
Celada y espaldar de la armadura, número S84.
Bellamente grabada la celada, es digno complem’ento de esta preciosa, ar- madura, una de las que mayor interés ofrecen, de cuantas constituyen la va- liosa colección de D. José Estruch.
Cuanto al espaldar, sólo hemos de consignar que se halla decorado con iguales motivos que el peto, viéndose en él reproducidos los listones, encerran- do los óvalos ó medallones las mismas figuras alegóricas, ya descritas en la lá- mina anterior.
i .] í 'r'iüíÁ A '
lí ^0- ;4(a At>o^3.
-■■• v'-r.
...
. ' '1,1'
mj.
tA'
y-;,. ' .’ \■>^sY^^ú7f' ;£iTüJ^Bnní: '•íií..éb'i¿bí;ftqaf‘j. '/':^.bé!0
.-'VG 4‘;í'OÍ0’3'iq íin;;’’ ?'•':> ;ó'r;^'i-b' ii; 5-i 'o' ^ js-l'; :'6i > '•< ‘ b'i í 5 ■ynoríuitj-s'.q' ^ ,<
[ ri'^c ' .mAúú íq-rAro ^íii:iíx:.i X' 'vrwTi vub , íd-iÁuiirí 1 ■'
X;.-' '■ ^ ,■;-■■ ■ ' ■' : ■ ' ■- - ' X;‘ V ' ‘ .kí.
3/ k ■■■ . ■ ■- V ■' : : ' ■ ' . vv ' ■ -k- k' "X- Vvk
• nx»"/ q!;;’. loj-i’j riieri -ü^. jj’up qBfr,iií;n‘)'j -'ib /■.''!’^í;:jk c>:- ij- '. ’bík.bqe'j ic nruní/O ' " -/k'', 'v
r.' -i" - ( i í-, o .'t ;,f:j , /o y'Xi.'» ! 'í--'>:l ;-íí íLi j l;.!jív; qi/} f-'i rVü y > bíTi;i'x;-qí.-»7 3f ¡ Í9' o ■■) o ¿o;/ í ) i Trn '¿y !t;.í j § iv’'. 'b-
b:-; ', ,.'b/’ ■ - - 'X ■ ■ -X ___ ., /: - _ y ■ ' .■ . ^ ' X ¿ .’x .;'
.'•bCií'-tí’/ií» ' 'irn ¿A íoí o'b ■
■■'*.bb’- 'b:. ,■■■:.■' ■' b'; 'y.' ■'■'■■ ._ ■ ' ' q'. ^ y":-): _ ■■' .:■ }¿ r . .'-q A.
.... . '■■'v '■i'b'-.V’'’-
'■ ,‘u.-ti,:ji'rfíi ¡:n;in . vT'b;W' '-■ ’
,b- b. k". .:b;
-Ví;V'
tv-
. ' -'i -'-A.
.:-b
b-' b ' .X - 'by
^1"
. V- •
/íy y-x'/'y"./-::-;'
y-, ^
-’-b ■ Á.'l
q -i ■ ■ b' -'vi
v;
• - .-••■* ■•cV
';bvo
-bb'-iá
- ‘V’,}-^-' . .^-,, -r
;;b"v'-'= .b,.
-. r'-',
Época de D. Felipe II.
Lámina LII
Número 329. Media armadura del siglo xvi.
Atención merece la media armadura que reproduce la adjunta lámina fo- totípica. Consta de celada de encaje, gola, peto y espaldar, guardabrazos, bra- zales, codales, manoplas y escarcelas. La celada, con cresta, está primorosa- mente grabada: la visera que cubre parte de la calva, tiene vista por dos hendiduras; el nasal lleva grabada en cada lado una roseta, y doce taladros en el lado derecho para facilitar la respiración, observándose en el cubrenuca las mismas labores. El peto en forma de corazón con arista muy pronunciada en su parte media, tiene ristre sujeto por una chaveta y tres pasadores, y en su parte inferior, un volante de dos launas, de las que penden las escarcelas, com- puestas de cinco piezas. Tanto el peto como el espaldar hállanse exornados con cinco cintas grabadas, cuyo dibujo se reproduce en los guardabrazos, brazales, codales y manoplas. El guardabrazo izquierdo hállase provisto de la pieza de refuerzo llamada bufa, y el derecho ostenta otra denominada ala volante, exor- nadas ambas con iguales dibujos que las demás piezas, esto es, con grabados al agua fuerte con fondos dorados.
Oportuno creemos consignar que si bien á mediados del siglo xv descubrió- se el procedimiento de grabar el hierro por medio del ácido nítrico, son muy raros los ejemplares decorados por tal medio correspondientes á aquella cen- turia, ya que los delicados y elegantes trabajos de ornamentación practicados en las armaduras, ya por medio del buril ó del agua fuerte, no empezaron á practicarse con éxito y lucimiento hasta la primera mitad del siglo xvi, adqui- riendo en su último tercio su mayor grado de riqueza y de buen gusto.
i-
>*>
Época de D. Felipe II
Lámina LUI
Número i66. Media armadura del siglo xvi.
La celada hállase provista de cresta bastante pronunciada, visera con vista por dos hendiduras acordonadas, y de la correspondiente babera y nasal termi- nado en aguda punta. La gola que se halla asimismo acordonada, consta de dos piezas.
El peto, dividido en su centro porcuna arista pronunciada, ostenta en su parte media un óvalo grabado con uno radiante, que limita ó sirve de marco á una bonita imagen de la Virgen con el niño en brazos, leyéndose en el pe- destal que la sustenta, la fecha de' 1672. El espaldar ostenta análoga decoración, variando únicamente en la figura representada en el óvalo central, ya que en esta pieza aparece la imagen de San Antonio.
Consta también de guardabrazos, codales, b-'azales, manoplas con dediles y de la pieza de refuerzo llamada bufa, que se sujetaba en la falda del guarda- brazo izquierdo por medio de un tornillo ó aldabillas, sirviendo para cubrir la parte izquierda del caballero y dificultar la presa que la lanza pudiera hacer en las piezas de la armadura, protectoras del brazo.
El brazal derecho está escotado para facilitar el manejo de la lanza ó de la espada, correspondiendo este ejemplar al tipo de armaduras llamadas esco- tadas.
Época ds D. Felipe II.
Límina LIV
Número 1193. Armadura completa de la segunda mitad del siglo xvi.
Aseméjase á la que se conserva en la Real Armería, de D. Alvaro de Bazan, primer marqués de Santa-Cruz, y como aquella hállase primorosamente gra- bada al buril sobre fondos dorados.
La celada, de elegante forma, es de las llamadas de encaje, con crestón gra- bado, visera con vista por dos hendiduras, llevando en el nasal un rosetón gra- bado con dibujos del renacimiento y treinta taladros para facilitar la respira- ción. En la cubrenuca están grabados dos medallones con un busto de hombre y otro de mujer. La gola es de tres piezas, y el peto, de forma de corazón, está grabado á cintas, en las cuales se representan varias piezas de la armadura, En medio de la collareta figura la marca y debajo de ella otros dos medallones con los mismos bustos de hombre y de mujer. En el lado derecho existen dos tala- dros para sujetar el ristre. En los guardabrazos figuran también bellísimos grabados, hallándose provisto el derecho de un ala volaniey en el izquierdo la bufa, dorada y grabada como el resto de la armadura. Los brazales, codales, manoplas y espaldar, están adornados de igual manera. Del volante del peto penden las escarcelas, de seis piezas la derecha y de cinco la izquierda. Las musleras, rodilleras, grebas y escarpes son de igual labor.
T:í
;vi
'My.'JíÁ.
, 't ■
Época de D. Fh-lipe ÍI.
Lámina LV
Peto y escarcelas de la armadura número 1193 que figura reproducida en la lámina numeró LIV.
Descritas ya estas piezas al ocuparnos de la totalidad de las que constituyen la armadura, creemos ocioso repetir las noticias que hemos dejado consigna- das, limitándonos á hacer observar que las escarcelas que penden del volante del peto, hállanse formadas de seis piezas, la del lado derecho y de cinco la de! izquierdo.
■ A juzgar por la belleza de su ornamentación y la riqueza de sus labores, ha de sernos lícito suponer que esta armadura perteneció á alguno de los célebres caudillos que llorecieron en aquel período tan glorioso para las armas espa- ñolas.
: ■ ■ •• .'-,'';v;-,--. - ■■' ■-.■- ’■ ‘ ■■ ... . .V ’V- ■ ■ '■■•
.' ^' ■ ' : . ' '7 ■ '"'T''-.-' : ~ ^ . "■■V. Y. -'.--Vi'/ . ■
‘ \'''-y.. '•'■-’-v ■••. ■ -- - .. ' -i'!..- i.'
■ • r^vv: -y ' ' ■ ■ -■-■ ■: V- -V. ^
"■ .;'.■■ ■• y--.- -,v. ;■■•■•- .y-'-i'.'' "■ ■ •-- ' -
-■ ■■ ¿r
^ ^ y y i- t ■ 7-, ■
y ' ; '
■ ; Vv ••-
- '.V'
..-í. 'V.y ' 7
- - -r ,'"!• -*-■ .*
c -
1 . :
' 'i-'
' •■ v-'y . '.y ■■■yvvr-y.y..
y ■ ■ -/■ ;Vy " „■
• ?/'••::■ , - , ■•, -í ;■ ; -’ fT ' . j »'•. •
• '.'x "'V’’ * v^.-í - ’ ^ -• :’ • .
■
’ ytV
* . * ,
" * i * ’ *-
■' ¿y V
A ' 'í': '
':_ * - y- ••'*
.y;.
V
■■ - - -■ •::* • - .Vx'-' y-V
■ .- - . ' V ' , •• - --
■,C‘
..vV y
, ■ r-'" ■ '•'■'
V- •. :,"
fj
; * ' y
::
T ■ ?
!•: .:j
y ' /
.
„ ' . 'i ' '
■*
•-Í ' . ..
y-.:. • •y i . .
' *
í'
N" ’• V -■
, ~ i - ‘ . ' r
. V • . . \. ’ » ; , ■-
_ V - ; ^ .vi. ^
<i íC'-
Época de D. Felipe II.
Lámina LVI
Número 1192. Armadura del último tercio del siglo xvi.
Consta de borgoñota, peto, espaldar, guardabrazos, brazales, manoplas y escarcelas. La borgoñota tiene crestón grabado y un barbote de refuerzo. El peto en forma de corazón, con arista en el centro, tiene sobaqueras y un vo- lante de tres launas. El dibujo en él grabado le divide longitudinalmente en once listones, unos representando piezas de armadura, y otros, alternando con ellos, ramajes de muy buen gusto. Debajo de la collareta, en el listón central, hay un círculo en el cual se ven entre una 1 y una B las armas de su primiti- vo poseedor, cuyo escudo es terciado. En el primer tercio vése un águila con dos cabezas y un árbol en el segundo; la primera mitad del tercero es barrea- da, siendo indescifrable la otra mitad. La decoración del espaldar. guarda ar- monía con la del peto. La escarcelas están formadas por nueve launas y su grabado corresponde también al de la coraza. ^ Los guardabrazos tienen graba- dos en sus faldas unos medallones en que se representan guerreros vestidos á la romana y en medio dos círculos con bustos. Los codales, brazales y mano- plas son del mismo gusto.
\
Época de D. Felipe II.
Lámina LVII
Peto y escarcelas de la armadura número 1192.
Poco hemos de agregar á lo expuesto al describir, en la lámina anterior, la armadura completa de la que forman parte estas dos piezas. Hemos de limi- tarnos pues á llamar la atención acerca de su elegante forma y de la belleza y buen gusto de los elementos que la embellecen, constituyendo su decoración.
• ^ ■ ■ ■ * ^ ^ ' - St; ^- •
Época de D. Felipe II.
Lámina LVIII
Borgoflota y espaldar de la armadura 1192.
La borgoñota tiene crestón grabado, representando atributos guerreros, y en el centro, dentro de un óvalo, el busto de una dama. En ambos lados de la calva existe una alegoría representando un ángel sentado sobre dos alfanjes cruzados; en una mano sostiene una corona y en la otra una palma, y senta- dos á sus piés, aparecen dos génios con las manos atadas á la espalda. La so- brevista y la cubrenuca están grabadas, sirviendo de motivos de decoración, varias piezas de armadura. Las orejeras llevan cada una, en el costado que corresponde á la oreja, un rosetón con nueve taladros, para facilitar, puesta la borgoñota, la audición.
El espaldar tiene igual dibujo que -el peto, distinguiéndose únicamente en que en la parte superior del listón central se halla grabado un ángel.
Época de D. Felipe II.
Lámina LIX
Número 1 194. Armadura del siglo xvi.
Este precioso ejemplar, compónese de bacinete, gorjal, peto y espaldar-, guardabrazos, brazales con manoplas y escarcelas, exornadas todas estas piezas con delicados grabados,’ íigurando trofeos de armas, intercaladas con coronas y palmas, que se destacan sobre fondos negros y dorados. Del volante penden las escarcelas de una sola pieza, sostenidas por tres correas y otras tantas hebillas. Los guardabrazos, de diez piezas, cubren hasta el codo y acaban en punta re- dondeada, estando unidos á las manoplas, los antebrazos, que son de siete piezas y carecen de codales.
Aparte de que en la Armería Real de Madrid existe otra armadura igual á la en que nos ocupamos, atribuida á Manuel Filiberto de Saboya, vencedor de San Quintín, ofrécela particularidad de tener grabada, como una de las de Gonzalo de Córdoba, una torre en la collareta, rodeada del mismo dibujo, sin que nos sea posible determinar si se trata solo de una marca de fábrica ó bien de un signo característico de la familia poseedora de dichas armas.
■ir , Xii-: J A p '
. ! P Ai ■'.O na
rt*.
■ •' A . ' , ' ■ ■'
' * . A "!/ r' í’‘ V'-.’' ' ' ’,'
.^l _ . ^ . -■'• ;
'-.,P' a
■'P V'-'" 'P 'feb' á;:A!t;UtTM.A '.A ';■'- /í'.w'nAt A
,. ■ A' -• ' i Cí ( (fi í A¿j , , ■? 1. : : f! Xl|-¿ ' O.t i!H '1 .0 • vy
/ í*, ' A. '
’■ -'b’ A, J AAul AaA-'j. >'-• f ^,y’^ jAÚ-ÍÍ fJ’t f ?•■';’<- V . fr^lííX^KvTí-v^J.^^
/ iit¿rív.[-?u* /;■ b’i i iit> A U; 'á' f í r • :> jjt)- riodl í ; j* o L n . s;- 1 üg f i.. * 'íjt.í b jb'd laaa ;n -. f b -fj’
;A ^ » -,n AÍ-n iiZ íj .í - Abw4‘'í^-1 i ‘ '!,.;■ Vv..i?.4'>t5 ,lí>í1 i b n • >i ^Ü^KU^/ti 'Sí I p'- ,'¿í> fí'l f
^ ■ :- ■ - ’ ■" ‘ ' 7 'a' ' rJ V:(.AA^ A ^7- ftí; jyrrA, A zsif ify. ? z A:-(rv i'- A4^\eiq fVíViJ'>j5>^ír¿^^ ^ <..■
, A-a"’ jC I A Af ; 5"! j T-t ;i<: f i 1 ;a'í 7:bpb',A7- Ja, /F,fÁSAríJ'A..^iPpy-: a .¿•AjgpAjrbsf'í^^M.rl:
í\,>a'ói;íj. U ;Apbrn^y wvr/fl g ^f¿híí:Aj¿0^'
■ '■- ^..^..7 A,, "v .->, - .'a a'- , '-' •'7 -■ ■..-■■¡al: a ■"- '7- -b - ■■ ■ ■ ' * aa'A'^ Aa’-’-
• -■ ---rA- '.. ‘-''aÍ^a- .a7í 'jD :rjs: , V;
, > ■ 'L l^ i f 7,, A"^í> x’J_ Á7Í WjiíM J fíÍ17 fp 7 /- i¿j ¡17 ^lípVlfj :írtft'rfA ' ’
A: ' .Jj/oéí^l v^iAríAiA An
■ ;-..'A''"*7-'-t.’ ,(71*1 •ocAc.íi' /‘:■^wd[^■í_;4,n bAÍJÍ,!cA'uAPiqqpA’7pi,\Ai/Pnirn7j77p ;/-?;Á
Á'PAAiÁ'jí.b, ' i'r '^-'bc':>i..; I -.hjlk/j i-;i ná'_*jrh-)< •6i<u _,¿rí':0*7»7 A¿ 0'ís-i.Tfi»í.>
. jf, ^ ,7 .■,}, ':.':j;i;i743J-jb bl/^¡í!nt.] írji!- ÍÍUAAÍJP ■>: ’■'/
' . A ”APA. '■ ■ '! "P .'.:..iPj-,f-, ,q 'ctírrr?'; A AA)3íiím »'-.-r.'ri*rj '■¡¡.•'yb'' •/ * ‘
W'r .,; .
'■-- y A A ■ .A : , , ; ■
7 '^■‘;^Á. r.i?.' A- ■
, ^ . ■'■A-A't^ A--7r^. ._ - A-...,‘.
V, ;
' . \
(
■^-;7¥AAV ■.A'.-i/'A -AA’A' - ,;
■ ■ ^V.' i,., . • . '■•■ ’ ■ ^'VAA ' ■ ■
•X:^:A,aX • . ’ j’- * X -vb:/
'1,í^AÁ-r>
‘AA' -
■ -‘<-v A*' >
A- --•'V , ■ ■ - ■ '
^'rrZ‘.
f - • -Vr<r>f-íbi%sí-i:
■-Í&-
■■¡ir
áífe.
•TÍ
f;
r
f-
s*. .
►•;
r
Jl*
iv\
Época uk D. Felipe II.
Lámina LX
Peto y escarcelas de la armadura número 1 194.
Descritas va en la lámina anterior las dos piezas que figuran en la adjunta fototipia, solo hemos de permitirnos llamar la atención respecto del buen gusto de los motivos de ornamentación que decorgn todas las piezas y la rara perfección de sus grabados.
X
s
m
f
Ú:
B-
fe
¥
'a’
V»
Época de D. Fí^lipe II.
Lámina LXI
Bacinete y espaldar de la armadura número ¡ 194.
Una y otra pieza son digno complemento de la armadura, ya que igual es su mérito é idénticas las labores que la embellecen, resultando uno de los ejem- plares más notables de cuantos figuran en la colección de D. José Estruch, puesto que á su valor como tipo, agregan el inestimable de ser obra de arte y manifestaciones brillantes del adelanto y progreso de una industria en la que artistas de la valía de Cellini, no se desdeñaron de unir sus esfuerzos y aportar su concurso al de los modestos artífices.
< .
h
Época de D. Felipe II.
Lámina LXIÍ
Número 1298. Armadura del siglo xvi.
Distínguese la borgoñota por su gran crestón grabado y ligeramente repu- jado, habiéndose exornado toda ella con bonitos dibujos del Renacimiento, entre los que descuella el pájaro fantástico que exorna cada orejera.
El peto hállase dividido por siete listones relevados y grabados con fondos dorados entre los que figuran artísticos grabados representando guerreros y follages, ajustados al estilo dominante. Vése en el listón central y dentro de un óvalo, la cruz de Jerusalén, distintivo de los caballeros de la orden de Malta, y en la collareta, aunque borrosas, las armas de su poseedor, cuyos tenantes son un indio y un génio arrodillado. Diferencíase la decoración del espaldar, por destacarse en el listón central un guerrero apoyado en su lanza y encima de éste dos círculos que encierran igual número de bustos.
Análogas labores ostentan el gorjal y el barbote volante, así como los bra- zales, distinguiéndose en las faldas de aquellos, bonitos grabados figurando guerreros armados á la romana.
Penden del peto escarcelas de cuatro launas, hallándose protegidas las pier- nas por las musleras y grebas, unidas por las correspondientes rodilleras. De- fienden los piés, escarpes de malla con puntera de hierro, de la forma llamada de pata de oso, supliendo la malla la defensa de los puntos que no ampara la arrrTadura.
Empuña la diestra del maniquí una guisarma que reviste extraordinario interés, puesto que recuerda el tipo usado por los Donceles de los condes de Tolosa (Francia), que constituían su guardia palatina. Hállase marcada con el número 246.
fe:-.
't'-
-¿.y '• -i',. •' ■•
k-
vi
K \ .
¡c/.‘ .
í'
Lámina LXIII
Número ¡298. Peto de la armadura catalogada con el mismo número. Descrita esta pieza al describir la totalidad de la armadura, nada hemos de agregar, refiriéndonos, por lo tanto, á lo consignado anteriormente.
* ■ 't'
' V. A’ , r..'- - í". ^í. r,'y;J:^J^.i
T-x*i* ív , >-V i ■^'- - •
Lámina LXIV
Número 164. Bacinete grabado.
Está forjado de una sola pieza, y lo dividen ocho listones en igual número
f
de secciones, figurando en cada una de ellas, bonitos grabados representando trofeos militares. Al final de las dos centrales vése á un guerrero embrazando un escudo y un génio alado. La cinta ernbellécenla artísticos chatones equi- . distantes, .
Distínguese este tipo de los anteriores por su mayor elevación.
Número 1298. Espaldar de la coraza que figura en el maniquí catalogado ^ con el mismo número.
.... .
P V.-
v>,
,
(■
> •
í.* . •
?■
i
'v ‘
r -
S-
*» f
r
'ir
‘ir-; -
■X
c. ■
■i ■
i •- •
r- ,'
Época de D. Felipe II.
Lámina LXV
Número 1298. Borgoñota del siglo xvi, correspondiente á la armadura se- ñalada con el mismo número.
La borgoñota ha de considerarse como una modificación de la celada, de- biendo su nombre á la provincia francesa donde tuvo su origen y empezaron á usarse esta clase de armas. Su introducción en España débese al rey D. Feli- pe I el Hermoso, quien al venir á nuestra patria en i5o2, trajo consigo una guardia titulada Borgoñona ó Arqueros de Borgoña compuesta de cien hom- bres, que prestaban servicio á pié y montados y cuyo armamento consistía en borgoñota, montante y arco.
La á que nos referimos ostenta bonitos grabados y ligeros repujados con dibujos del Renacimiento. Tiene sobrevista, cubrenuca y gran crestón, y las orejeras, unidas por medio de visagras, están adornadas con un pájaro graba- do en ellas. /En la Real Armería de Madrid, figura una preciosa y rica colec- ción de esta clase de armas, verdaderas obras de arte, debidas á los más cele- brados artífices de aquel glorioso período.
Números 1298 y 1192. Barbotes del siglo xvi, correspondientes á las arma- duras catalogadas con iguales números.
Esta pieza verdaderamente importante, destinábase á aumentar la protec- ción del casco, resguardando la mayor parte del rostro. Las dos que reprodu- cimos, compuestas de varias piezas, ofrecen verdadero interés.
La borgoñota lleva la marca número 130.
■■ "í ‘r - _ -
«‘ T-v v; 7' T V v ^\x -VT •'■!? |5tj-^
Época, de D. Carlos I.
Lámina LXVI
Número 295. Media armadura del siglo xvi.
Este notable ejemplar, exornado con bonitos grabados que se destacan so- bre dorados fondos, llama, desde luego, la atención por la elegancia y belleza de las piezas que lo constituyen. La celada, verdaderamente notable por su es- tructura, tiene la cresta muy saliente, visera con vista por dos hendiduras muy pronunciadas, nasal con nueve taladros en forma de rosetón y barbote de una sola pieza, unido á la gola.
Figuran en la parte superior del peto y del espaldar^ unas á modo de volu- tas, dentro de cada una de las cuales se destinguen el busto de un hombre y el de una mujer. En la collareta destácanse, aunque un tanto borrosas, una águila de dos cabezas y un escudo balsonado, Tanto el peto como el espaldar están grabados á cintas.
Los guardabrazos, brazales y manoplas ostentan grabados de igual mérito y del mismo gusto que las demás piezas de esta media armadura.
Época de D. Felipe II.
Lámina LXVII
Número 41 1. Media armadura del siglo xvi.
Consta de celada, gorjal, peto, espaldar, guardabrazos, codales, brazales y manoplas. La celada tiene cresta poco pronunciada, la visera cubre parte de la calva y en la ventalla existen nueve taladros para facilitar la respiración. En- bellecen esta pieza bonitos grabados con fondos dorados al igual del resto de la media armadura, figurando en dos óvalos, que decoran la visera, dos niños sosteniendo un escudo y una lanza respectivamente. Esta celada es de las lla- madas de encaje.
El peto en forma de corazón, con arista en su parte media, ostenta bonitos grabados, representando varias piezas de armadura, en forma de franjas longi- tudinales. En el espaldar léese el nombre del artífice que construyó la coraza, el maestro milanés Pompeio della Chiesa, que gozó merecida lama en el últi- mo tercio de la décima sexta centuria.
En la collareta existe un escudo grabado con delicadeza, sostenido por dos génios, en cuyo campo distínguense, aunque borroso, los trazos de una águila imperial.
Los guardabrazos, codales, brazales y manoplas están asimismo grabados y dorados.
-S-i .:í^''y ■’i
^ •■ - I ,r* ^'!' ~ '■'- '■ •
- ■ \■^.-W:^sfeKsí’>í■■
■ í* ;
•i '■ ■■
.X'íl'y X, { .¿_í?rHLí\:;. ;•'■■■■
, •''''■a.'’’' ^ ^ ’■ ■ ■ - •-.X'-'"'/ V-' :-■
;.. . - -.; V - -- --* ^* - ■/ X?"' ■. -,‘ •■ ■-_-' .’j' o v;;- ■'■ • “' ; • •'*
■ - _¿íy -,0.' %a7KÓ^'^' .*' ' ‘ ' ' •
r-'_ V ■■ 11,'V
»-.Vr ■ ,‘ ■ ■.
-'vX “■•! rxx'íx;'- ~íjX’'í'í ,
t'
X;.^-..:v':rx.í4xb:-.r^^^7'^^ •
•'' ' ' ’^y ' ' ‘ '. ' ' ■
■■■ *'V- '.'X ''.'y. ■ : ;- ,x- ' \ ^ \ x
íXdhirK ¿Óíj’jiiTyiíiV'X' ;>Xt:Í.X/:.,íV .•/. ," -■
ab ío fíb.e^t^^ í;;ífxl ;XJaam é7jr;>bq-2‘;t1:,c v ab^PíS ' ob'b'bb^^^ - '
,• ,p(^dqrip ab 2^
' ‘1^'-/.. &oí:rnád^^'b^á9í2ó ,¿ na ¿íái'ifi nonbnbsÉió? cib'fimPobyra-o.Já Ív' l
■' : - V ' ,7 ^ "X ^ '-r •> • 7 ■ V - •7:. X'X- ■• .-i- - .-' ■-
T®'.',‘
c; « -•
*v • ^'xf '% ,r-n^:to1i^na;,j'Hjb'éñAP« ab'?'RS3Í4''íbi'T¿y obnb^^ ..
o^^'íjVí^m.Kq^'Pyf:) aórüíTP'bab jvSl, .aéíl'pnibbJ. ^ -
H ! b, í 3 .na .a fT* ;v '-bbbapam 6yixg\b-np ,>;sbí rID t ba b ' oiáqni | fb ■ ■- ,
' ■■ '■ ' . _ 7 ' ' b., X ' ■''
^'. ."■ Edb qoq objqábab¿- .nsabfioUab-.'nsP P.fa,fid65'§ óbyqa|"b^ ,, ' . ;
.--X idx'bb'-Oaií ab PúbVsn atíl bo.aOT-JÓd pLipfr¡j.G:vs£n3,úXnííaib; oqmjia bV-í/obh’P '
-■ ' 'V.-‘. 'V; ■ '. X • -■ ■-■•■.' .' ■,: •■■i"-"- '.7' ■ V’ >,‘-'-'V V ,. : X { ■■■/■'■■:'
tx 1&4-V X - ■ X‘--'- ■; ^ ■" .-■■ ■ '-.■■■■■■v.''' , ■ ■ ■ ; :'•■ . '■ .'.'x- xX- :-■: ■; '■'■XX'V'
-'• • ‘ ' PA X'Y-aob.Gdüjg bcn’ginvíae y zadGxe'i'd . ,f.9lB_boq .absmdfibañqg ;¿ í
- ■■' '^^^XX'X -
‘x' x-x- ■- ■
JmM
'r^0'A .;''
r
^v-v- X . '
■«is^C’^X' ir: ' '
.7..-v^^xk:,-..x .
•••■ X *í<^ '
5^xx- ",f
' V.
r Ai-
m
"""" ' '■ -X- -X X ^. ■■; ■: ■'■ ^^ V j
fcpoc^ DE D, Felipe II,
Lámina LXVIII
Número 397. Media armadura del siglo xvi.
Consta de celada lisa, peto y espaldar, abordonado el primero en la colla- reta y sobaqueras, dotado de ristre, escarcelas de cuatro launas pendientes del volante, al que se hallan sujetas por medio de correas y manoplas lisas.
Época de D. Fernando el Católico.
Lámina LXIX
Número 734. Media armadura de fines del siglo xv ó comienzos del xvi.
Constituyela una celada descubierta, lisa, con un rudimento de cresta, y principio de nasal, desarrollándose en falda, de manera que proteje la nuca y las orejas, supliendo, en cierto modo, al cubrenuca y á las orejeras; barbote de tres piezas; peto abombado con ligera arista en su parte media; guardabrazos, codales y brazales lisos, y manoplas sin dediles, exornadas con sencillas labo- res ejecutadas por medio del repujado y grabado.
La celada hállase marcada con el número 82.
Completa este ejemplar una rodela grabada con fondos dorados. Su campo está dividido por cuatro cintas grabadas, representando ramajes, figuras mito- lógicas, dragones y piezas de armadura, destacándose en el campo de cada una de ellas, igual número de óvalos que encierra'n las figuras de varios guerreros en varias posiciones y con diferentes armas. En el centro existe una d modo de flor, de la que sale un dardo cuadrangular.
Época de D. Felipe II.
Lámina LXX
Número 1 188. Armadura del segundo tercio del siglo xvi.
Todas sus piezas están grabadas al aguafuerte, con fondos dorados, consis- ' tiendo el motivo de los dibujos, que la embellecen, en grecas entrelazadas en forma de escudos de gusto arabesco, y en el centro una M con una corona de Marqués superpuesta. Tiene celada borgoñona de forma cónica y de bastante grueso, con frontal fijo, cubrenuca, portaplumas y orejeras. La gola es de dos piezas y el peto de forma de corazón, ostenta en el centro de la collareta una M grabada, debajo de la cual se ve la cruz de Santiago, sostenida por una ca- dena que figura rodear el cuello. El espaldar, guardabrazos, codales, brazales y manoplas, volante de dos launas y escarcelas de tres, son de igual dibujo y labor que las descritas. Esta armadura es de fabricación francesa, y si bien la forma del peto da lugar á suponer que pertenece á los últimos años del siglo XVI, su ornamentación no deja lugar á dudas.
Este ejemplar es completamente igual al que, atribuido á D. Fernando Al- varez de Toledo, duque de Alba, se conserva en el Museo Imperial de San Pe- tersburgo.
Época de D. Felipe II.
Lámina LXXI
Número ii88. Peto y escarcelas de la armadura catalogada con número.
(Véase la explicación que acompaña á la fototipia LXX.)
mismo
r
K''C.
í?/-
ív;
fc
r... :
fe-'
►'
í: -
’- i»—
■
r
■ y ^
■>'v
Época de D. Felipe IÍ.
lamina LXXII
Número 1 188. Celada borgofiona y espaldar de la armadura catalogada con el mismo número.
(Véase la explicación que acompaña la lámina LXX.)
Época de D. Felipe II.
Lámina LXXIII
Número 1196. Armadura de arcabucero español del siglo xvi.
Consta de bacinete, dividido en seis secciones por otros tantos listones rele- vados, cuyo dibujo se observa en las demás piezas de la armadura, exornados, en la cinta, con doce tachones de latón, que sujetan igual t úmero de rosetas del mismo metal. El peto con sobaqueras, forma arista en medio, y tanto el borde de las sobaqueras como la collareta, están fuertemente abordonados en forma de cordón. En el peto hay que observar un volante de dos piezas, de la última de las cuales penden las escarcelas de cuatro launas, siendo redondea- da la inferior. Los guardabrazos de seis piezas tienen la falda delantera del brazo derecho menor que la deh izquierdo, con el objeto de facilitar los movi- mientos de dicho brazo. Los brazales con codales son giratorios, las manoplas de cinco piezas, y el espaldar hállase provisto dé guardarrenes. Sujetos del ta- halí penden la espada, el polvorín para cebar el arcabuz y una bolsa ó cartera para las balas. El frasco de la pólvora destinada á la carga del arma pende de un cordón que pasa sobre el hombro izquierdo. La mano derecha del maniquí tiene cogido por el cañón un arcabuz de mecha.
Los arcabuceros españoles ganaron merecida fama dando muestra de su perfecta organización y maestría, en varias funciones de guerra, entre ellas la batalla de Pavía.
Época de D. Felipe II.
Lámina LXXIV
Número 1 185. Armadura de arcabucero suizo del siglo xvi.
Consta de morrión de acero, pavonado, con gran cresta, exornado con una gran flor de lis relevada y pulida en cada costado. A la gola, que es de tres piezas, van unidos los guardabrazos, que se componen de seis, en forma de cola de cangrejo. El peto con arista forma giba en su parte inferior, figura que con el gran reborde de la collareta y de las sobaqueras, caracteriza las corazas alemanas del siglo xvi, especialmente las usadas por las tropas cívicas de me- diados de aquella centuria, y presenta un volante de dos launas, al cual están sujetos los quijotes de siete piezas que cubren el muslo hasta la rodilla. El es- paldar hállase provisto también de un volante unido por medio de roblones. Las manoplas con dediles y ancha falda son de bella forma, hallándose pavo- nadas de negro con listones, relevados y pulidos, todas las piezas de esta ar- madura.
Hay que advertir que son muy raras esta clase de armaduras, existiendo únicamente algunos ejemplares en el arsenal de Viena, Museo de Tzarskoeselo de San Petersburgo y colección del conde de Nieuwkerque.
El maniquí lleva pendiente del cinto una espada de farol, con hoja de seis mesas, con la marca núm. 26 y sujeta con la mano derecha un magnífico ar- cabuz, exornado con profusión de labores.
Jt-
Época de Carlos I.
Lámina LXXV
Número 1201. Armadura ecuestre del siglo xvi.
Consta de celada con cresta, poco pronunciada. V’^isera que cubre gran parte de la calva, nasal y ventalla, provista de una mira cuadrada que se cierra por medio de un pestillo, destinada á permitir el paso de la boquilla del cuerno de guerra, cuando el caballero veíase precisado á recurrir á tal medio para ordenar los combatientes á sus órdenes. La celada pertenece al tipo llamado de encaje, ya que en realidad encaja en la gola el canal circular que figura en su borde inferior, permitiendo, tal medio de unión, el mayor ajuste de las dos piezas y el movimiento giratorio de la celada. La gola es de tres piezas. El peto, provis- to de ristre, y el espaldar, son lisos pero muy resistentes. Del volante penden las escarcelas, que son de seis piezas. Los guardabrazos, codales, brazales, mano- plas y dediles son también lisos.
El caballo lleva testera de acero batido, grabado y con fondos dorados des- tacándose en la parte superior una chapa con cubillo para colocar plumas y al- rededor varios chatones de bronce. Freno de torneo, digno de estudio por la desigualdad de sus piernas que responden á la necesidad de que la acción del jinete actué siempre sobre un mismo lado. Silla armada ó bridona, gualdrapa de terciopelo carmesí con escudo bordado y estribos con solera de rejilla.
Número 1202. Armadura ecuestre maximiliana.
Este notabilísimo ejemplar compónese de celada aplanada, con tres cordo- nes en la calva, que determinan una triple cresta. Visera unida con el nasal y ventalla, provista ésta de dieciocho taladros para facilitar la respiración. Guar- dabrazos con aletas, codales, brazales y manoplas^ peto y espaldar con volan- te: escarcelas, rodilleras, musleras, grebas y escarpes. Todas las piezas ostentan la peculiar ornamentación de esta clase de armaduras.
El caballo hállase protegido por una bellísima testera de acero exornada con listones repujados: freno de guerra con embocadura entera: silla bridona, cu- yas chapas de acero están relevadas por medio de listones, guarnecida de cuero grabado, al igual de la grupera, orlada de colgantes de hierro calados y graba- dos al buril. Estribos de aro ancho y solera de una sola pieza.
Los dos ejemplares descritos hállanse dispuestos de tal manera en el Museo Armería del Sr. Estruch, que recuerdan el torneo celebrado en i55g por En- rique 11 de Francia, en cuya justa perdió la vida, á consecuencia de habérsele clavado en el ojo una astilla de la lanza de su capitán de guardias, el conde de Monigomcry.
: . ■■.'•:'■■ - ;1.;^Ü>^¡,^ ;. r- ■.'. ií ib .'ibviíü'
*V ■■ ■ - ■ ii T'j , . 'f • ' •■.
-K'i
^ Vi-'-, * . ^
■■ '>C. ífeb i’’ b;-. ^i.:i^■:Vi,-S•/3Í|^ ^ ;.v
• . '.. • ; . * '*'• ,; >> A' -‘.r^ .•' • .* -a f .•* ■■ ■■,.,■ ,;;o í > , ^ - ■ v^- ■' ■’
|v' ■ - ^ ‘ ;;-X' ' ■■ : b : ■ :, : .- ;„ -■:. ■ y^' v ; ;
* Vf’' - ' ^ ^ |
\ ' ; ' ', *' |
. á :. |
•-'' ' \* P f ' ' _' * '- ^ .•_ ■ ' ''■ .V' - 'v> . ■ ■ >^ |
bi''iríí>v^r>i^vl:--v:^ |
|||
'ííííÁ’fb'toar: i'- " r ', |
■ ■ ‘ -\' |
>.cj't% ■'"-'i. |
|
C'y rVbi'Í^MiírjrfS .;' • . ■ ’ '-.A'' Á |
ijr:;- |
■'-■y -y’ |
|
\-i ■■ a V |
|||
;í ■ |
, ■ ■ ■ » |
||
/l.ijn !:;:r-^v:.j •; t -’ - , .. |
r'p;>f:^S^.;^^V;rví:■ -!•.;; |
' rv- ■ t; -f ^ |
|
y¿ír?£¡Aí':>A' |
:i,:lf!j^A:A'yi'.v;''..:v :■ |